01 Noviembre 2007
La semaforización de la avenida Aconquija de Yerba Buena sigue generando controversia. Desde la Universidad Tecnológica Nacional (UTN) cuestionaron que el intendente de esa ciudad, Daniel Toledo, convocara a una consultora de Buenos Aires para que se desarrollara un plan de mejora del tráfico.
"He leído con alegría que se ha decidido suspender por un tiempo el funcionamiento de todos los aparatos. Pero no me produjo idéntica satisfacción el enterarme de que se recurrirá a un equipo de asesores externos para solucionar un problema elemental para cualquier alumno avanzado de Informática o de Computación", objetó el director de la carrera de Sistemas y jefe de la Cátedra de Investigación Operativa, Alberto Korstanje.
El ingeniero está convencido de que las demoras tienen remedio. La semana pasada, mientras funcionaban los aparatos, el tránsito en la avenida Aconquija se convirtió en un caos. Los conductores debieron transitar más despacio y esperar varios minutos en las esquinas a que les tocara la luz verde.
"Dentro del plan de estudios, los alumnos universitarios aprenden los modelos de la Teoría de Colas, y eso los habilita a resolver este tipo de casos", aseguró el docente, para quien la forma en que actualmente está diseñada la red de semáforos en la ciudad jardín no permitirá "jamás que el sistema funcione en un grado aceptable".
A mediados de octubre comenzaron a funcionar siete de los 15 complejos semaforizados. Pero en las esquinas de la avenida Aconquija con las calles Florida, Lobo de la Vega, Moreno y Reconquista se produjeron los mayores embotellamientos. Al cabo de una semana, debió posponerse el sistema debido a las reiteradas quejas de los conductores. LA GACETA ©
"He leído con alegría que se ha decidido suspender por un tiempo el funcionamiento de todos los aparatos. Pero no me produjo idéntica satisfacción el enterarme de que se recurrirá a un equipo de asesores externos para solucionar un problema elemental para cualquier alumno avanzado de Informática o de Computación", objetó el director de la carrera de Sistemas y jefe de la Cátedra de Investigación Operativa, Alberto Korstanje.
El ingeniero está convencido de que las demoras tienen remedio. La semana pasada, mientras funcionaban los aparatos, el tránsito en la avenida Aconquija se convirtió en un caos. Los conductores debieron transitar más despacio y esperar varios minutos en las esquinas a que les tocara la luz verde.
"Dentro del plan de estudios, los alumnos universitarios aprenden los modelos de la Teoría de Colas, y eso los habilita a resolver este tipo de casos", aseguró el docente, para quien la forma en que actualmente está diseñada la red de semáforos en la ciudad jardín no permitirá "jamás que el sistema funcione en un grado aceptable".
A mediados de octubre comenzaron a funcionar siete de los 15 complejos semaforizados. Pero en las esquinas de la avenida Aconquija con las calles Florida, Lobo de la Vega, Moreno y Reconquista se produjeron los mayores embotellamientos. Al cabo de una semana, debió posponerse el sistema debido a las reiteradas quejas de los conductores. LA GACETA ©
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