27 Agosto 2007
La ilustradora María Wernicke llegó a Tucumán invitada por el grupo Mandrágora para visitar dos comedores infantiles en los que los integrantes de este grupo dictan talleres de literatura a los niños.
El jueves y el viernes visitó el hogar Eva Perón y el comedor Don Bosco. “Vi que los pibes recuerdan con mucha fuerza los libros que han visto y que han leído. Se acuerdan enseguida de los temas, les agregan significados. Los usan para sus propias creaciones”, afirmó Wernicke.
Durante el encuentro con los chicos que asisten a los comedores, la artista les propuso que contaran diferentes historias por medio de collages, en los que podían utilizar animales planteados desde el absurdo, como perros con dos cabezas; caballos con cinco patas, entre otras ocurrencias.
“La idea fue romper con los estereotipos y con la representación realista, para abrir los campos de la imaginación de los chicos”, explicó Rossana Nofal, del grupo Mandrágora.
El jueves y el viernes visitó el hogar Eva Perón y el comedor Don Bosco. “Vi que los pibes recuerdan con mucha fuerza los libros que han visto y que han leído. Se acuerdan enseguida de los temas, les agregan significados. Los usan para sus propias creaciones”, afirmó Wernicke.
Durante el encuentro con los chicos que asisten a los comedores, la artista les propuso que contaran diferentes historias por medio de collages, en los que podían utilizar animales planteados desde el absurdo, como perros con dos cabezas; caballos con cinco patas, entre otras ocurrencias.
“La idea fue romper con los estereotipos y con la representación realista, para abrir los campos de la imaginación de los chicos”, explicó Rossana Nofal, del grupo Mandrágora.
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