30 Mayo 2007
A los industriales tucumanos sólo les queda cruzar los dedos
El frío polar desnudó otra vez la crisis energética. En el sector productivo están preocupados porque las obras no avanzan y porque los males terminan federalizándose. Por Marcelo Aguaysol, Redacción LA GACETA.
Por Marcelo Aguaysol, Redacción LA GACETA.
Si por arte de magia los 15 ingenios azucareros instalados en Tucumán comenzaran a moler al mismo tiempo, el gas no alcanzaría para todos y se pararía parte del aparato productivo provincial. Esto desnuda un problema que el Gobierno trata de disimular: crisis energética. Frente a ese cuello de botella, los ejecutivos de varios ingenios, plantas textiles y citrícolas ya analizan acciones para afrontar un serio problema que puede agudizarse de continuar esta ola de frío polar. El consumo está en picos históricos, tanto en gas como en electricidad. A tal punto que el comité de crisis energética, creado a fines de 2004 cuando se declaró la emergencia del sector, analiza hora a hora las medidas que se adoptarán para revertir el duro cuadro que afecta, actualmente, a los grandes usuarios. Por ahora, los clientes del servicio de gas interrumpible son los más afectados.
Las restricciones continuarán en la medida que no mejoren las condiciones climáticas. En la crisis del gas existen muchas conjeturas que van desde el consumo excesivo, pasando por la falta de inversión y hasta una posible reacción de Bolivia (desde donde se exporta parte del fluido) que habría cortado el abastecimiento por la demora en los pagos por parte del Gobierno.
Claro que la situación en Tucumán no es la misma que vive el sector privado de Córdoba o de Buenos Aires. "Pero los males siempre se federalizan", señaló a este columnista un encumbrado industrial de la provincia. Más aún cuando no llegó el período de frío más crítico (junio-julio) y, si sigue la ola polar, los referentes de las cámaras empresariales vaticinan que habrá ajustes de gas para el servicio en firme, aquel que contrató la mayor parte del arco productivo. Párrafo aparte es el caso de los usuarios residenciales, tanto del gas como de la luz. En el Gobierno están analizando relanzar campañas de uso racional, sobre todo en el período más crítico del día (entre las 19.30 y las 24).
En charlas entre industriales se comenta que el sector viene financiando las obras para ampliar los gasoductos e invirtiendo en calderas para prescindir del uso del gas. La crisis vuelve a poner en riesgo a la producción y, por ende, al crecimiento del país. El sistema energético está al límite y a los industriales solo les queda cruzar los dedos para que el problema no se agudice.
Si por arte de magia los 15 ingenios azucareros instalados en Tucumán comenzaran a moler al mismo tiempo, el gas no alcanzaría para todos y se pararía parte del aparato productivo provincial. Esto desnuda un problema que el Gobierno trata de disimular: crisis energética. Frente a ese cuello de botella, los ejecutivos de varios ingenios, plantas textiles y citrícolas ya analizan acciones para afrontar un serio problema que puede agudizarse de continuar esta ola de frío polar. El consumo está en picos históricos, tanto en gas como en electricidad. A tal punto que el comité de crisis energética, creado a fines de 2004 cuando se declaró la emergencia del sector, analiza hora a hora las medidas que se adoptarán para revertir el duro cuadro que afecta, actualmente, a los grandes usuarios. Por ahora, los clientes del servicio de gas interrumpible son los más afectados.
Las restricciones continuarán en la medida que no mejoren las condiciones climáticas. En la crisis del gas existen muchas conjeturas que van desde el consumo excesivo, pasando por la falta de inversión y hasta una posible reacción de Bolivia (desde donde se exporta parte del fluido) que habría cortado el abastecimiento por la demora en los pagos por parte del Gobierno.
Claro que la situación en Tucumán no es la misma que vive el sector privado de Córdoba o de Buenos Aires. "Pero los males siempre se federalizan", señaló a este columnista un encumbrado industrial de la provincia. Más aún cuando no llegó el período de frío más crítico (junio-julio) y, si sigue la ola polar, los referentes de las cámaras empresariales vaticinan que habrá ajustes de gas para el servicio en firme, aquel que contrató la mayor parte del arco productivo. Párrafo aparte es el caso de los usuarios residenciales, tanto del gas como de la luz. En el Gobierno están analizando relanzar campañas de uso racional, sobre todo en el período más crítico del día (entre las 19.30 y las 24).
En charlas entre industriales se comenta que el sector viene financiando las obras para ampliar los gasoductos e invirtiendo en calderas para prescindir del uso del gas. La crisis vuelve a poner en riesgo a la producción y, por ende, al crecimiento del país. El sistema energético está al límite y a los industriales solo les queda cruzar los dedos para que el problema no se agudice.