14 Marzo 2007
VATICANO.- Volver a oficiar la misa en latín; negar la comunión a los casados en segundas nupcias, así como a los políticos que defiendan el aborto, el matrimonio gay o la "píldora del día después" son algunas recomendaciones que dio ayer Benedicto XVI a los obispos de todo el mundo. También se opuso a que se canten canciones populares en las iglesias y abogó por la recuperación de la música sacra durante la liturgia. "Con excepción de las lecturas, la homilía y la oración de los fieles, sería bueno que dichas celebraciones fueran en latín y, eventualmente, utilizar cantos gregorianos", escribió Josep Ratzinger en el cuadernillo de 140 páginas sobre la misa.
La directiva -que ya está en manos del Episcopado argentino- es parte de la exhortación apostólica sobre la Eucaristía, donde también se ratificó el celibato sacerdotal.
El documento llega en momentos en que el Ministerio de Salud argentino propicia la distribución gratuita de la "píldora del día después" (que la Iglesia considera abortiva) y se discute legalizar abortos terapéuticos tras una violación o cuando está en riesgo la vida de la madre.
En Papa recuerda a los políticos y a los legisladores católicos que deben presentar y apoyar leyes inspiradas en "los valores fundamentados en la naturaleza humana". (DPA y AFP-NA)
La directiva -que ya está en manos del Episcopado argentino- es parte de la exhortación apostólica sobre la Eucaristía, donde también se ratificó el celibato sacerdotal.
El documento llega en momentos en que el Ministerio de Salud argentino propicia la distribución gratuita de la "píldora del día después" (que la Iglesia considera abortiva) y se discute legalizar abortos terapéuticos tras una violación o cuando está en riesgo la vida de la madre.
En Papa recuerda a los políticos y a los legisladores católicos que deben presentar y apoyar leyes inspiradas en "los valores fundamentados en la naturaleza humana". (DPA y AFP-NA)
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