31 Marzo 2006
SOBRE EL CAUCE. Operarios arrojan chatarra para frenar las aguas. GENTILEZA SERGIO PAREDI
La situación en la ciudad salteña de Tartagal continuaba ayer siendo preocupante, como consecuencia de la crecida de los ríos y ante la posibilidad de que puedan registrarse nuevos derrumbes en las barrancas costeras. Según vecinos de la ciudad que se comunicaron con LA GACETA, el río Tartagal se encontraba ya a 70 metros de los soportes del puente carretero que une a la ciudad. La buena noticia de la jornada fue que no llovió, aunque el pronóstico anuncia tormentas para el fin de semana.
En los parajes Zanja Honda, Yariguarenda y Virgen la Peña, todos ubicados al norte salteño, la situación continuaba también siendo riesgosa por las crecidas en los canales naturales de las aguas. No obstante, el jefe del operativo de Defensa Civil en Salta, Lucio Ganami, trató de llevar serenidad y aclaró que por el momento sólo 16 familias se encuentran evacuadas en un local de Cáritas, según difundió la agencia de noticias NA. Dijo, además, que las autoridades están asistiendo a todos los pobladores de los parajes afectados por las crecidas de los diferentes ríos, aunque admitió que hay zonas en las cuales podrían producirse nuevos derrumbes.
Según señaló, el lugar donde ayer se produjeron los derrumbes es una barranca que no tiene consistencia, por lo que es difícil frenarlos, ya que en toda esa zona del norte de la provincia no existen piedras.
"El río ha mermado mucho su cauce, pero lamentablemente no se le hicieron algunos mantenimientos previos. Por eso, empezaron a erosionarse las losetas y comenzaron a caerse", explicó.
El intendente de Tartagal, Darío Valenzuela, tal como lo adelantó el miércoles a LA GACETA, viajó ayer a Buenos Aires en busca de aval a un proyecto hídrico que solucione el problema de su ciudad. Paralelamente, el Gobierno de Salta anunció la firma de un proyecto para realizar obras por un valor de $ 30 millones, que solucionarían el problema de desbordes de los ríos durante la temporada veraniega.
En medio del conflicto, el principe Guillermo Alejandro de Holanda, de visita en el país, ofreció ayuda técnica para superar el problema hídrico de Tartagal.
En los parajes Zanja Honda, Yariguarenda y Virgen la Peña, todos ubicados al norte salteño, la situación continuaba también siendo riesgosa por las crecidas en los canales naturales de las aguas. No obstante, el jefe del operativo de Defensa Civil en Salta, Lucio Ganami, trató de llevar serenidad y aclaró que por el momento sólo 16 familias se encuentran evacuadas en un local de Cáritas, según difundió la agencia de noticias NA. Dijo, además, que las autoridades están asistiendo a todos los pobladores de los parajes afectados por las crecidas de los diferentes ríos, aunque admitió que hay zonas en las cuales podrían producirse nuevos derrumbes.
Según señaló, el lugar donde ayer se produjeron los derrumbes es una barranca que no tiene consistencia, por lo que es difícil frenarlos, ya que en toda esa zona del norte de la provincia no existen piedras.
"El río ha mermado mucho su cauce, pero lamentablemente no se le hicieron algunos mantenimientos previos. Por eso, empezaron a erosionarse las losetas y comenzaron a caerse", explicó.
El intendente de Tartagal, Darío Valenzuela, tal como lo adelantó el miércoles a LA GACETA, viajó ayer a Buenos Aires en busca de aval a un proyecto hídrico que solucione el problema de su ciudad. Paralelamente, el Gobierno de Salta anunció la firma de un proyecto para realizar obras por un valor de $ 30 millones, que solucionarían el problema de desbordes de los ríos durante la temporada veraniega.
En medio del conflicto, el principe Guillermo Alejandro de Holanda, de visita en el país, ofreció ayuda técnica para superar el problema hídrico de Tartagal.
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