"El 66 fue el momento más nefasto en el sector azucarero"

"El 66 fue el momento más nefasto en el sector azucarero"

El titular de Fotia revela la visión del grupo más perjudicado por la decisión nacional. Roberto Palina dijo que el ajuste contra la actividad madre de Tucumán provocó un quiebre social y un gran daño económico.

ANTES Y DESPUES. Sólo quedan vestigios del ingenio Amalia. LA GACETA / JOSE NUNO ANTES Y DESPUES. Sólo quedan vestigios del ingenio Amalia. LA GACETA / JOSE NUNO
04 Agosto 2006
El cierre de 10 ingenios tucumanos ocurrido en 1966 provocó un quiebre social que afectó a toda la provincia. Pero si hubo un sector de la población que realmente resultó perjudicado por la decisión puesta en marcha durante la presidencia de Juan Carlos Onganía, este fue sin dudas el de los obreros azucareros.
"Fue la época más terrible de la industria azucarera, la más nefasta, porque se produjo un quiebre social, emigración, pueblos enteros que murieron, y porque la medida también perjudicó la influencia económica que tenían los ingenios que fueron cerrados", reflexionó el secretario general de Fotia, Roberto Palina. El dirigente recibió a LA GACETA en su despacho, acompañado por los secretarios general adjunto de Fotia, Andrés Galván; de Prensa, Ramón Brito, y por el trabajador Pedro Luna, quien vivió de cerca los hechos de mediados de la década del 60. Además, Luna escribe un libro sobre la historia de Fotia y es el encargado de organizar lo que será el museo de esta federación. "Había enfrentamientos a diario con la Policía y con la Gendarmería. En el edificio de Fotia (de General Paz y Congreso) entraba la Policía y golpeaba a los dirigentes y a los obreros. Tan graves eran los sucesos, que los dirigentes dormían en los cañaverales porque eran perseguidos", reveló Luna, que dijo que los archivos de Fotia fueron eliminados por la dictadura militar durante 1976.
Palina estimó que hoy no podría funcionar una cupificación en el mercado azucarero, como la que existía en los 60. "La regulación o la autorregulación proviene de los factores. Lograron, en un porcentaje mayoritario, no elaborar azúcar negro y tratar de cuidar el precio en el mercado. Y los cañeros también se van adecuando a esto", apuntó. Dijo que la relación obrero-industrial hoy muestra mayor equilibrio. "Ya no quedan aventureros, de esos que arrendaban y luego dejaban todo el ingenio destrozado y los salarios sin pagar a los obreros", remarcó Palina.




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