30 Diciembre 2004
IMPACTANTE. Un automóvil quedó incrustado en la entrada de un hospedaje la isla tailandesa de Phuket, una de las más afectadas.
El geofísico Richard Groos, del Laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA, la agencia espacial de EEUU, afirmó ayer que los maremotos en el sureste de Asia aceleraron la rotación de la Tierra y acortaron la duración del día en tres microsegundos.
Sin embargo, agregó que el cambio es demasiado pequeño como para poder medirlo. Sólo se pueden registrar modificaciones a partir de los 20 microsegundos (millonésimas de segundo). Además, Gross calculó que el eje de la Tierra se inclinó 2,5 centímetros por el maremoto. La Tierra se hizo más compacta y se aceleró, como si las placas continentales se hubieran superpuesto. Empero, el experto indicó que las consecuencias del cambio en el eje terrestre no son demasiado grandes porque los maremotos ocurrieron cerca del Ecuador. Los efectos habrían sido mayores, si las placas continentales se hubiesen desplazado a 45 grados de latitud.
Al respecto, los geofísicos tucumanos consultados por LA GACETA coincidieron en que es prematuro opinar sin contar con los resultados finales de la evaluación científica, que se encuentra en proceso. "En principio, considero que el cambio en la velocidad de la rotación de la Tierra no es nada, por lo tanto no cambiarán las condiciones climáticas ni geofísicas", apuntó Enrique Würschmidt.
En igual sentido se pronunció el ingeniero Hugo Posse, quien agregó que desde el domingo, día del terremoto que originó los tsunamis, se barajan distintas hipótesis que no tienen aún el aval científico como para arriesgar las consecuencias del fenómeno.
En tanto, el ingeniero Luis Estrada consideró que la alteración de la rotación de la Tierra no acarrearía consecuencias en lo inmediato. Estimó que serían mínimas, si las hay, y que esa afectación, por ejemplo en el clima, ocurrirá en un plazo muy largo.
Respecto de las consecuencias geofísicas, el experto tucumano dijo que es cierto que hubo un desplazamiento de placas continentales, que bien pueden haber reacomodado -para bien o para mal- el mapa geológico sobre el que se estudiaban las posibilidades de sismos. "La verdad siempre surge de los estudios, que sólo se realizan después de los sucesos", concluyó.
Sin embargo, agregó que el cambio es demasiado pequeño como para poder medirlo. Sólo se pueden registrar modificaciones a partir de los 20 microsegundos (millonésimas de segundo). Además, Gross calculó que el eje de la Tierra se inclinó 2,5 centímetros por el maremoto. La Tierra se hizo más compacta y se aceleró, como si las placas continentales se hubieran superpuesto. Empero, el experto indicó que las consecuencias del cambio en el eje terrestre no son demasiado grandes porque los maremotos ocurrieron cerca del Ecuador. Los efectos habrían sido mayores, si las placas continentales se hubiesen desplazado a 45 grados de latitud.
Al respecto, los geofísicos tucumanos consultados por LA GACETA coincidieron en que es prematuro opinar sin contar con los resultados finales de la evaluación científica, que se encuentra en proceso. "En principio, considero que el cambio en la velocidad de la rotación de la Tierra no es nada, por lo tanto no cambiarán las condiciones climáticas ni geofísicas", apuntó Enrique Würschmidt.
En igual sentido se pronunció el ingeniero Hugo Posse, quien agregó que desde el domingo, día del terremoto que originó los tsunamis, se barajan distintas hipótesis que no tienen aún el aval científico como para arriesgar las consecuencias del fenómeno.
En tanto, el ingeniero Luis Estrada consideró que la alteración de la rotación de la Tierra no acarrearía consecuencias en lo inmediato. Estimó que serían mínimas, si las hay, y que esa afectación, por ejemplo en el clima, ocurrirá en un plazo muy largo.
Respecto de las consecuencias geofísicas, el experto tucumano dijo que es cierto que hubo un desplazamiento de placas continentales, que bien pueden haber reacomodado -para bien o para mal- el mapa geológico sobre el que se estudiaban las posibilidades de sismos. "La verdad siempre surge de los estudios, que sólo se realizan después de los sucesos", concluyó.
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