30 Agosto 2008
LA HABANA, Cuba. El huracán Gustav se dirigía hoy con mayor potencia hacia el oeste de Cuba, con vientos de hasta 205 kilómetros por hora y categoría cuatro. En su camino por el Caribe dejó una estela de destrucción y de muerte.
El Gobierno cubano emitió un aviso de alarma inminente para las provincias de Matanzas y de Cienfuegos, que se unen a Pinar del Río, La Habana, Ciudad de La Habana e Isla de la Juventud, que tenían el estado de alerta desde hace unos días, al igual que las islas Caimán.
Según el Centro de Pronósticos del Instituto de Meteorología de Cuba, Gustav representa un gran peligro. "El área de influencia será muy grande, por lo que no puede enfocarse la atención en un punto determinado", explicó su director, José Rubiera, de acuerdo a declaraciones suyas reproducidas por las agencias de noticias.
El huracán, alimentado por las altas temperaturas de las aguas del Caribe, tocó el extremo sudeste del país liderado durante años por Fidel Castro esta mañana (hora de la argentina). Desde ese entonces, las autoridades ejecutan masivas evacuaciones. Sólo en una localidad, prevén el éxodo de unos 190.000 habitantes.
Todos los vuelos nacionales fueron suspendidos y en los autobuses del Estado se trasladaba a los pobladores y a los turistas hacia zonas más seguras.
Mientras tanto, el Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos en su boletín advirtió que Gustav seguirá aumentando de intensidad de manera gradual y tras perder algo de fortaleza en Cuba volverá a recuperar vientos superiores a 200 kilómetros por hora cuando entre en el sur del Golfo de México, en dirección a varios estados norteamericano.
Por ello, también la ciudad de Nueva Orleans ha comenzado hoy el plan de evacuación y Luisiana, Texas, Alabama y Misisipí han declarado el estado de emergencia. El huracán se desplaza hacia el noroeste y mantiene su trayectoria.
Gustav dejó esta semana al menos 77 muertos a su paso por República Dominicana, Haití y Jamaica. Se convirtió el pasado martes en el tercer huracán de la temporada en el Atlántico. (Reuters-Especial)
El Gobierno cubano emitió un aviso de alarma inminente para las provincias de Matanzas y de Cienfuegos, que se unen a Pinar del Río, La Habana, Ciudad de La Habana e Isla de la Juventud, que tenían el estado de alerta desde hace unos días, al igual que las islas Caimán.
Según el Centro de Pronósticos del Instituto de Meteorología de Cuba, Gustav representa un gran peligro. "El área de influencia será muy grande, por lo que no puede enfocarse la atención en un punto determinado", explicó su director, José Rubiera, de acuerdo a declaraciones suyas reproducidas por las agencias de noticias.
El huracán, alimentado por las altas temperaturas de las aguas del Caribe, tocó el extremo sudeste del país liderado durante años por Fidel Castro esta mañana (hora de la argentina). Desde ese entonces, las autoridades ejecutan masivas evacuaciones. Sólo en una localidad, prevén el éxodo de unos 190.000 habitantes.
Todos los vuelos nacionales fueron suspendidos y en los autobuses del Estado se trasladaba a los pobladores y a los turistas hacia zonas más seguras.
Mientras tanto, el Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos en su boletín advirtió que Gustav seguirá aumentando de intensidad de manera gradual y tras perder algo de fortaleza en Cuba volverá a recuperar vientos superiores a 200 kilómetros por hora cuando entre en el sur del Golfo de México, en dirección a varios estados norteamericano.
Por ello, también la ciudad de Nueva Orleans ha comenzado hoy el plan de evacuación y Luisiana, Texas, Alabama y Misisipí han declarado el estado de emergencia. El huracán se desplaza hacia el noroeste y mantiene su trayectoria.
Gustav dejó esta semana al menos 77 muertos a su paso por República Dominicana, Haití y Jamaica. Se convirtió el pasado martes en el tercer huracán de la temporada en el Atlántico. (Reuters-Especial)
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