22 Febrero 2008
El Programa de Jóvenes Emprendedores Rurales encaró una investigación con el objetivo de: a) conocer en profundidad el perfil de los potenciales beneficiarios del Programa; b) comenzar la formación de un grupo de jóvenes integrantes del Programa en investigación social.
"Es necesario aclarar que se trata de una etapa exploratoria, cuyos resultados son preliminares. Para dar una mayor relevancia y significatividad a los mismos será necesario una posterior etapa de trabajo que amplíe la muestra y revise y ajuste la metodología utilizada", comentó a LA GACETA Rural Esteban Campero, coordinador del Programa Jóvenes Emprendedores Rurales.
"El objetivo principal es conocer el imaginario de los jóvenes rurales sobre el mundo del trabajo, con la finalidad de orientar estrategias de políticas públicas para el sector", explicó el especialista.
La muestra aplicada, si bien se desarrolló en diferentes localidades de las provincias de Tucumán, Catamarca y Santiago del Estero y se diferenciaron dos niveles socioeconómicos y sexo, no permite -por su escaso tamaño- precisar las particularidades de lo investigado según estos ítems. Debido a esto sólo se especifican algunas tendencias y algunas diferencias por sexo y por nivel socioeconómico (NSE):
1) Se percibe un cambio en relación a la actividad de los padres, en cuanto a abandonar la actividad tradicionalmente agropecuaria o a complementarla con otras actividades.
2) En coincidencia con la disminución del empleo rural, hay una mayor tendencia a buscar inserción en los sectores de servicios o comercio.
3) En los casos en que los jóvenes se encuentran trabajando, lo hacen en empleos de baja calificación o en condicionales laborales precarias.
4) Los que pertenecen al NSE medio están más instalados en el estudio y formación, mientras que los del sector NSE bajo hay, en el mismo grupo de edad, más experiencia laboral.
5) La inserción laboral de las mujeres está postergada (en el NSE bajo) por la estrategia de formación.
6) La posibilidad de formarse en la propia localidad está condicionada, entre los jóvenes rurales, por su NSE y por las alternativas que les presenta la oferta local.
7) La significación del trabajo es predominantemente positiva, aún cuando las experiencias reales de trabajo sena negativas.
8) Las significaciones de ocupación y desocupación están vinculadas con las expectativas a futuro.
9) Los jóvenes consideran que el trabajo es un deber. Muy poco aparece la idea de derecho.
"Es necesario aclarar que se trata de una etapa exploratoria, cuyos resultados son preliminares. Para dar una mayor relevancia y significatividad a los mismos será necesario una posterior etapa de trabajo que amplíe la muestra y revise y ajuste la metodología utilizada", comentó a LA GACETA Rural Esteban Campero, coordinador del Programa Jóvenes Emprendedores Rurales.
"El objetivo principal es conocer el imaginario de los jóvenes rurales sobre el mundo del trabajo, con la finalidad de orientar estrategias de políticas públicas para el sector", explicó el especialista.
La muestra aplicada, si bien se desarrolló en diferentes localidades de las provincias de Tucumán, Catamarca y Santiago del Estero y se diferenciaron dos niveles socioeconómicos y sexo, no permite -por su escaso tamaño- precisar las particularidades de lo investigado según estos ítems. Debido a esto sólo se especifican algunas tendencias y algunas diferencias por sexo y por nivel socioeconómico (NSE):
1) Se percibe un cambio en relación a la actividad de los padres, en cuanto a abandonar la actividad tradicionalmente agropecuaria o a complementarla con otras actividades.
2) En coincidencia con la disminución del empleo rural, hay una mayor tendencia a buscar inserción en los sectores de servicios o comercio.
3) En los casos en que los jóvenes se encuentran trabajando, lo hacen en empleos de baja calificación o en condicionales laborales precarias.
4) Los que pertenecen al NSE medio están más instalados en el estudio y formación, mientras que los del sector NSE bajo hay, en el mismo grupo de edad, más experiencia laboral.
5) La inserción laboral de las mujeres está postergada (en el NSE bajo) por la estrategia de formación.
6) La posibilidad de formarse en la propia localidad está condicionada, entre los jóvenes rurales, por su NSE y por las alternativas que les presenta la oferta local.
7) La significación del trabajo es predominantemente positiva, aún cuando las experiencias reales de trabajo sena negativas.
8) Las significaciones de ocupación y desocupación están vinculadas con las expectativas a futuro.
9) Los jóvenes consideran que el trabajo es un deber. Muy poco aparece la idea de derecho.
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