07 Febrero 2008
SHAKE IT, BABY. Hugo Marcantonio sacude la pandereta y tocó las canciones que sabían.
Llamá a mamá. O disparan. No son los Who, tampoco los Police, menos Pink Floyd. Pero si de regresos se trata, con ustedes, Los Bang, los Beatles de la provincia, los que agitaban minifaldas y hotpants, los cinco chicos lindos que, 30 años después, volvieron al ruedo. Fue el sábado en el Jockey Club, con motivo de los 60 años de Hugo Marcantonio, el rocker devenido en deportista, el Juanes de camisa negra que gracias a sus viajes por cerros en bicicleta conserva la silueta. Y el tono que hizo suspirar a nuestro primer amor.
“Sesenta años no es nada”, dice la dedicatoria en la tarjeta que lleva el regalo. Cuando las invitadas se arreglaron para la ocasión, recuerdan cómo era el rock ayer, nomás. Se trataba de sabados con destino de salón o whyskería, organizados por el colegio Técnico, el Santa Rosa, la Comercio o el Tulio. Plataformas o botas, arneses colgantes del cuello, haciendo juego con los aros argolla y el cinto ancho sobre la cadera con hebilla redonda. ¿Los ojos? Delineador negro y pestañas arqueadas con el rimel a tono. Son los 70, baby.
La fiesta del reencuentro larga a las 22.30, con programas para bailar suelto y luces psicodélicas. Cae la medianoche y aparecen ellos: Hugo (voz), Pedro Migliorini (teclado), Peter Würschmidt (bajo), Pedro Gómez (guitarra eléctrica) y Negro Palacios (batería), envueltos en el humo, tirando guiños o besos mientras cantaban “Tu modo de ser”, de Billy Joel, o “Evil ways”, de Santana. Con menos pelo, pero sin perder las mañas, en trajes negros y blancos en reemplazo de los pantalones palazzos y camisas entalladas, abrieron el show íntimo con los temas que llevaron al Buenos Aires Rock, como “Juan, siglo XX, adónde vas” y “Si consigues”. El cierre fue a todo Beatles, con “Break it all”, de los Shakers. Volvieron Los Bang. Lluvia de aplausos. Y de flores.
“Sesenta años no es nada”, dice la dedicatoria en la tarjeta que lleva el regalo. Cuando las invitadas se arreglaron para la ocasión, recuerdan cómo era el rock ayer, nomás. Se trataba de sabados con destino de salón o whyskería, organizados por el colegio Técnico, el Santa Rosa, la Comercio o el Tulio. Plataformas o botas, arneses colgantes del cuello, haciendo juego con los aros argolla y el cinto ancho sobre la cadera con hebilla redonda. ¿Los ojos? Delineador negro y pestañas arqueadas con el rimel a tono. Son los 70, baby.
La fiesta del reencuentro larga a las 22.30, con programas para bailar suelto y luces psicodélicas. Cae la medianoche y aparecen ellos: Hugo (voz), Pedro Migliorini (teclado), Peter Würschmidt (bajo), Pedro Gómez (guitarra eléctrica) y Negro Palacios (batería), envueltos en el humo, tirando guiños o besos mientras cantaban “Tu modo de ser”, de Billy Joel, o “Evil ways”, de Santana. Con menos pelo, pero sin perder las mañas, en trajes negros y blancos en reemplazo de los pantalones palazzos y camisas entalladas, abrieron el show íntimo con los temas que llevaron al Buenos Aires Rock, como “Juan, siglo XX, adónde vas” y “Si consigues”. El cierre fue a todo Beatles, con “Break it all”, de los Shakers. Volvieron Los Bang. Lluvia de aplausos. Y de flores.
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