14 Mayo 2007
EN PLAZA INDEPENDENCIA. Piden que los boliches cierren, al menos, cuando ya circulen los ómnibus. LA GACETA / JUAN PABLO SANCHEZ NOLI
La plaza Independencia fue el escenario de una protesta que realizó un grupo de jóvenes, ayer a las 4 de la mañana, en contra del cierre de boliches a ese horario, medida de la cual se cumplió un año.
El grupo organizador había repartido muchos volantes, por lo que se esperaba una gran concurrencia, pero sólo asistió un centenar de chicos. El pretexto para las ausencias fueron el frío y los controles de alcoholemia.
"Creamos una movida para demostrar que no podemos adaptarnos y que no estamos de acuerdo. Hicimos un trabajo con encuestas y entrevistas, y mucha gente está en desacuerdo con la ley", comentó Lucrecia Lionti, integrante de "Los Pasteles Rojos", que se define como un grupo artístico social.
Dispersos por la plaza, sentados en los bancos, y formando grupos aislados, los jóvenes le dijeron a LA GACETA que con la ley de restricción horaria, nada cambió y que, por el contrario, hay más inseguridad. "Salir de los boliches a las 4 es horrible", opinó Ana, una joven de 18 años, que desafió al frío para protestar. "
A muchos de los que fueron a protestar, esta ley sólo les trae a la memoria un nombre: Paulina Lebbos. "Esto comenzó con el asesinato de Paulina, y todo sigue igual. Hay un encubrimiento muy grande o la Policía es muy inepta", aseveró Abel. "La inseguridad está presente a toda hora. Es muy grave que se haya utilizado la muerte de Paulina para restringir el horario de los boliches. No se puede utilizar el asesinato de alguien para cubrir otros problemas", agregó Yanina, de 18 años.
"Lo único que se ganó con esta ley es que se venda más bebidas alcohólicas en negro, que crezcan los delivery de bebidas y los after (fiestas ilegales) y que los chicos vayan del boliche a las maquinitas", aseguró Daniel Elías.
Los chicos denunciaron que los ómnibus no circulan toda la noche, como se prometió. Al respecto, algunos choferes consultados por LA GACETA confirmaron que es así pero dijeron que eso se debe a que el Gobierno provincial no garantiza la presencia de agentes policiales en cada una de las unidades para dar seguridad a choferes y pasajeros.
El grupo organizador había repartido muchos volantes, por lo que se esperaba una gran concurrencia, pero sólo asistió un centenar de chicos. El pretexto para las ausencias fueron el frío y los controles de alcoholemia.
"Creamos una movida para demostrar que no podemos adaptarnos y que no estamos de acuerdo. Hicimos un trabajo con encuestas y entrevistas, y mucha gente está en desacuerdo con la ley", comentó Lucrecia Lionti, integrante de "Los Pasteles Rojos", que se define como un grupo artístico social.
Dispersos por la plaza, sentados en los bancos, y formando grupos aislados, los jóvenes le dijeron a LA GACETA que con la ley de restricción horaria, nada cambió y que, por el contrario, hay más inseguridad. "Salir de los boliches a las 4 es horrible", opinó Ana, una joven de 18 años, que desafió al frío para protestar. "
A muchos de los que fueron a protestar, esta ley sólo les trae a la memoria un nombre: Paulina Lebbos. "Esto comenzó con el asesinato de Paulina, y todo sigue igual. Hay un encubrimiento muy grande o la Policía es muy inepta", aseveró Abel. "La inseguridad está presente a toda hora. Es muy grave que se haya utilizado la muerte de Paulina para restringir el horario de los boliches. No se puede utilizar el asesinato de alguien para cubrir otros problemas", agregó Yanina, de 18 años.
"Lo único que se ganó con esta ley es que se venda más bebidas alcohólicas en negro, que crezcan los delivery de bebidas y los after (fiestas ilegales) y que los chicos vayan del boliche a las maquinitas", aseguró Daniel Elías.
Los chicos denunciaron que los ómnibus no circulan toda la noche, como se prometió. Al respecto, algunos choferes consultados por LA GACETA confirmaron que es así pero dijeron que eso se debe a que el Gobierno provincial no garantiza la presencia de agentes policiales en cada una de las unidades para dar seguridad a choferes y pasajeros.
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