28 Febrero 2007
CAMBIOS METABOLICOS. La actividad física, protectora de las mujeres. LA GACETA / ANTONIO FERRONI
CHICAGO.- El ejercicio intenso, como la natación o la gimnasia aeróbica, parece disminuir el riesgo de sufrir algunos tipos de cáncer de pecho, según un estudio realizado en California. Aunque no se estableció cuán ardua y prolongada debe ser la actividad, el estudio se suma a una creciente evidencia de que el ejercicio riguroso reduce el riesgo de cáncer de mama.
El informe del equipo de la University of Southern California en Los Angeles sostiene que todo indica que la actividad física ayuda a generar cambios en el metabolismo y en el sistema inmune, y a controlar el sobrepeso.
El estudio, cuyos resultados fueron publicados en “Archives of Internal Medicine”, se realizó sobre 110.599 mujeres de California, cuyas historias clínicas fueron seguidas a partir de 1995. Las pacientes que hicieron una actividad intensa por más de cinco horas a la semana tuvieron un 20% menos de riesgo de cáncer de mama invasivo, y un 31% menos de sufrir cáncer de pecho en estadio temprano, en comparación con las que realizaban menos de 30 minutos semanales de actividad intensa. A lo largo de 2002, 2.649 de las participantes fueron diagnosticadas con cáncer mamario invasivo y 593 con formas de la enfermedad en estadio temprano.
Rol protector
Este es el primer estudio en el que se busca observar el efecto acumulativo del ejercicio a lo largo del tiempo. “Los resultados otorgan evidencia adicional que apoya el papel protector de la actividad física recreativa intensa a largo plazo sobre el riesgo de cáncer de pecho invasivo (y de estadio temprano). Los efectos beneficiosos de la actividad moderada están menos claros”, concluyó la investigación. (Reuter)
El informe del equipo de la University of Southern California en Los Angeles sostiene que todo indica que la actividad física ayuda a generar cambios en el metabolismo y en el sistema inmune, y a controlar el sobrepeso.
El estudio, cuyos resultados fueron publicados en “Archives of Internal Medicine”, se realizó sobre 110.599 mujeres de California, cuyas historias clínicas fueron seguidas a partir de 1995. Las pacientes que hicieron una actividad intensa por más de cinco horas a la semana tuvieron un 20% menos de riesgo de cáncer de mama invasivo, y un 31% menos de sufrir cáncer de pecho en estadio temprano, en comparación con las que realizaban menos de 30 minutos semanales de actividad intensa. A lo largo de 2002, 2.649 de las participantes fueron diagnosticadas con cáncer mamario invasivo y 593 con formas de la enfermedad en estadio temprano.
Rol protector
Este es el primer estudio en el que se busca observar el efecto acumulativo del ejercicio a lo largo del tiempo. “Los resultados otorgan evidencia adicional que apoya el papel protector de la actividad física recreativa intensa a largo plazo sobre el riesgo de cáncer de pecho invasivo (y de estadio temprano). Los efectos beneficiosos de la actividad moderada están menos claros”, concluyó la investigación. (Reuter)