09 Septiembre 2006
DIA DE FURIA. Policías tratan de controlar a jóvenes, algunos armados con palos, durante una manifestación en Santa Cruz de la Sierra. REUTER
La Paz.- El paro convocado en cuatro departamentos bolivianos identificados con la oposición se cumplió ayer en medio de episodios violentos que forzaron la intervención policial y con evaluaciones dispares por parte del gobierno y de los organizadores. La medida de fuerza, presentada como la mayor desde de la llegada de Evo Morales a la presidencia, hace ocho meses, fue calificada de “fracaso” por el gobierno y considerada como un éxito por los prefectos (gobernadores), grupos cívicos y partidos políticos convocantes.
El gobierno también denunció que “grupos fascistas” agredieron a las personas que se negaron a adherirse al paro en los departamentos de Santa Cruz (oriente), Tarija (sur), Beni (noreste) y Pando (norte), los más ricos del país.
La televisión local mostró imágenes de jóvenes alineados con la huelga que golpearon con palos y piedras a personas que no querían acatar el paro en barrios de Santa Cruz. La policía usó granadas de gas lacrimógeno para evitar el enfrentamiento de grupos antagónicos. Los choques ocurrieron también en Tarija y Cobija, donde el cumplimiento a la huelga era mayoritario, aunque era evidente el desacato de sectores como comerciantes minoristas, sindicatos campesinos y maestros rurales afines al gobierno. Hubo decenas de heridos durante los incidentes.
El bastión derechista
La protesta fue organizada por el Comité Cívico de Santa Cruz, que nuclea a partidos políticos de la oposición y grupos empresariales y profesionales de esta región tradicionalmente vinculada con las fuerzas de derecha. Históricamente fue el centro del poder de la extinguida Falange Socialista Boliviana (FSB). Según los medios locales, el paro se sintió en las capitales de los departamentos abarcados en la protesta, especialmente en la banca y en la industria. Pero en las ciudades y localidades del interior de esos departamentos la medida tuvo alcance parcial o nulo acatamiento. “El pueblo cruceño ha respondido con un alto espíritu cívico y democrático”, afirmó Germán Antelo, líder del Comité Cívico de Santa Cruz. Sobre los actos de violencia, dijo que fueron causados por pequeños grupos que no corresponden al espíritu cruceño. Sin embargo, los agresores fueron señalados como miembros de grupos afines al Comité.
La huelga fue convocada en contra de la decisión del gobernante Movimiento al Socialismo (MAS) de aprobar los nuevos artículos de la Constitución, en debate en la Asamblea Constituyente, con mayoría simple de votos, y no con los dos tercios establecidos en la ley de convocatoria. El MAS controla la Asamblea con el 60% de los constituyentes. La oposición está liderada por Podemos (Poder Democrático y Social), del ex presidente Jorge Quiroga, a quien el gobierno acusa de haber orquestado la huelga. (Télam)
El gobierno también denunció que “grupos fascistas” agredieron a las personas que se negaron a adherirse al paro en los departamentos de Santa Cruz (oriente), Tarija (sur), Beni (noreste) y Pando (norte), los más ricos del país.
La televisión local mostró imágenes de jóvenes alineados con la huelga que golpearon con palos y piedras a personas que no querían acatar el paro en barrios de Santa Cruz. La policía usó granadas de gas lacrimógeno para evitar el enfrentamiento de grupos antagónicos. Los choques ocurrieron también en Tarija y Cobija, donde el cumplimiento a la huelga era mayoritario, aunque era evidente el desacato de sectores como comerciantes minoristas, sindicatos campesinos y maestros rurales afines al gobierno. Hubo decenas de heridos durante los incidentes.
El bastión derechista
La protesta fue organizada por el Comité Cívico de Santa Cruz, que nuclea a partidos políticos de la oposición y grupos empresariales y profesionales de esta región tradicionalmente vinculada con las fuerzas de derecha. Históricamente fue el centro del poder de la extinguida Falange Socialista Boliviana (FSB). Según los medios locales, el paro se sintió en las capitales de los departamentos abarcados en la protesta, especialmente en la banca y en la industria. Pero en las ciudades y localidades del interior de esos departamentos la medida tuvo alcance parcial o nulo acatamiento. “El pueblo cruceño ha respondido con un alto espíritu cívico y democrático”, afirmó Germán Antelo, líder del Comité Cívico de Santa Cruz. Sobre los actos de violencia, dijo que fueron causados por pequeños grupos que no corresponden al espíritu cruceño. Sin embargo, los agresores fueron señalados como miembros de grupos afines al Comité.
La huelga fue convocada en contra de la decisión del gobernante Movimiento al Socialismo (MAS) de aprobar los nuevos artículos de la Constitución, en debate en la Asamblea Constituyente, con mayoría simple de votos, y no con los dos tercios establecidos en la ley de convocatoria. El MAS controla la Asamblea con el 60% de los constituyentes. La oposición está liderada por Podemos (Poder Democrático y Social), del ex presidente Jorge Quiroga, a quien el gobierno acusa de haber orquestado la huelga. (Télam)