23 Septiembre 2005
LONDRES.- Unas fotos de Kate Moss tomadas para un anuncio de ropa interior de Calvin Klein en 1990, lanzaron a la supermodelo británica a una carrera meteórica que la llevó pronto a las cubiertas de las revistas más populares y la convirtió en un ícono de la moda.
Ahora, en cambio, unas fotos más recientes en las que la modelo de 31 años aparecería consumiendo cocaína, la hicieron caer en desgracia e impulsaron a que tres marcas de ropa cancelaran sus contratos con ella. La caída de la supermodelo ha obligado a la industria de la moda a reconsiderar el tipo de figura que utiliza para publicitar sus líneas de ropa.
La industria de la alta costura cultivó con placer la imagen de "joven traviesa" que proyectaba Moss, y muchos se referían a la modelo delgada, de ojos grandes y rasgos finos, como la encarnación de la "drogadicta elegante". La industria podría ser acusada ahora de hipocresía por descartar a la modelo ante la primera evidencia de que la imagen de Moss podría corresponderse con la realidad."Es una hipocresía", dijo el profesor Cary Cooper, de la Universidad Lancaster, que se especializa en temas de la cultura popular. Tras la publicación, la semana pasada, de las fotos comprometedoras en el diario británico "Daily Mirror", dos empresas -H&M de Suecia y Burberry de Gran Bretaña- cancelaron sus contratos con Moss, y la casa francesa Chanel dijo que no renovaría el suyo.
Además, la empresa de cosméticos Rimmel anunció que no renovaría tampoco sus lazos con la modelo. Sin embargo, algunos integrantes del mundo de la moda defendieron a Moss. Catherine Deneuve, que en su juventud fue modelo del perfume Chanel Nº 5, dijo que la vida privada de Moss debe mantenerse privada. "Es una gran modelo. Si arruina su vida personal, esa vida le pertenece", dijo la diva.
A su vez, la revista de moda "Vogue France" decidió mantener a Moss como redactora en jefe excepcional de su número doble de diciembre-enero, indicó el jefe de redacción Olivier Lalanne. (Especial)
Ahora, en cambio, unas fotos más recientes en las que la modelo de 31 años aparecería consumiendo cocaína, la hicieron caer en desgracia e impulsaron a que tres marcas de ropa cancelaran sus contratos con ella. La caída de la supermodelo ha obligado a la industria de la moda a reconsiderar el tipo de figura que utiliza para publicitar sus líneas de ropa.
La industria de la alta costura cultivó con placer la imagen de "joven traviesa" que proyectaba Moss, y muchos se referían a la modelo delgada, de ojos grandes y rasgos finos, como la encarnación de la "drogadicta elegante". La industria podría ser acusada ahora de hipocresía por descartar a la modelo ante la primera evidencia de que la imagen de Moss podría corresponderse con la realidad."Es una hipocresía", dijo el profesor Cary Cooper, de la Universidad Lancaster, que se especializa en temas de la cultura popular. Tras la publicación, la semana pasada, de las fotos comprometedoras en el diario británico "Daily Mirror", dos empresas -H&M de Suecia y Burberry de Gran Bretaña- cancelaron sus contratos con Moss, y la casa francesa Chanel dijo que no renovaría el suyo.
Además, la empresa de cosméticos Rimmel anunció que no renovaría tampoco sus lazos con la modelo. Sin embargo, algunos integrantes del mundo de la moda defendieron a Moss. Catherine Deneuve, que en su juventud fue modelo del perfume Chanel Nº 5, dijo que la vida privada de Moss debe mantenerse privada. "Es una gran modelo. Si arruina su vida personal, esa vida le pertenece", dijo la diva.
A su vez, la revista de moda "Vogue France" decidió mantener a Moss como redactora en jefe excepcional de su número doble de diciembre-enero, indicó el jefe de redacción Olivier Lalanne. (Especial)