18 Febrero 2005
IMPUTADO. Rooney tuvo que dar explicaciones ante el juez Terán.
Siguen los problemas para la empresa Minera Alumbrera Limitada. El presidente de la compañía, Julián Rooney, declaró como imputado en la Justicia Federal por la posible contaminación de las aguas del canal artificial (DP2), que desembocan en el dique El Frontal, en Termas de Río Hondo, Santiago del Estero.
El directivo prestó declaración indagatoria ante el juez federal número dos, Felipe Terán, en la causa que investiga el fiscal federal Emilio Ferrer y que tuvo como origen una denuncia del ex director de Medio Ambiente durante la gestión de Julio Miranda, Juan González.
En julio de 1997, tres meses antes de que comenzara la explotación del yacimiento de Bajo La Alumbrera (Catamarca), en la sección de Carta de lectores de LA GACETA, González publicó una nota en la que formulaba serias advertencias. En ella, se refería a la posibilidad de que hubiera metales pesados (son potencialmente contaminantes, como el arsénico, por ejemplo) en los afluentes que, por medio del DP2, la firma iba a volcar al Frontal. "Es la última gota que le faltaba al ambiente tucumano", decía.
Años más tarde, González requirió a la Justicia Federal que investigue el caso. Por medio de un mineralducto (tiene 220 kilómetros de extensión), el concentrado de mineral procedente de Bajo La Alumbrera desemboca en una planta de filtrado ubicada en Ranchillos. En esta se extrae el agua -que se vuelca al DP2- y el mineral (secado) viaja en tren a los puertos rosarinos.
Terán citó a Rooney luego de que, según fuentes judiciales, muestras recogidas por Gendarmería Nacional revelaron la presencia de cobre y de cromo en las aguas del canal. Las leyes sobre la Actividad Minera (24.585) y de Residuos Peligrosos (24.061) tienen normas sobre la materia.
Infructuosamente, ayer LA GACETA intentó comunicarse con representantes de la empresa en Tucumán y en Buenos Aires.
El directivo prestó declaración indagatoria ante el juez federal número dos, Felipe Terán, en la causa que investiga el fiscal federal Emilio Ferrer y que tuvo como origen una denuncia del ex director de Medio Ambiente durante la gestión de Julio Miranda, Juan González.
En julio de 1997, tres meses antes de que comenzara la explotación del yacimiento de Bajo La Alumbrera (Catamarca), en la sección de Carta de lectores de LA GACETA, González publicó una nota en la que formulaba serias advertencias. En ella, se refería a la posibilidad de que hubiera metales pesados (son potencialmente contaminantes, como el arsénico, por ejemplo) en los afluentes que, por medio del DP2, la firma iba a volcar al Frontal. "Es la última gota que le faltaba al ambiente tucumano", decía.
Años más tarde, González requirió a la Justicia Federal que investigue el caso. Por medio de un mineralducto (tiene 220 kilómetros de extensión), el concentrado de mineral procedente de Bajo La Alumbrera desemboca en una planta de filtrado ubicada en Ranchillos. En esta se extrae el agua -que se vuelca al DP2- y el mineral (secado) viaja en tren a los puertos rosarinos.
Terán citó a Rooney luego de que, según fuentes judiciales, muestras recogidas por Gendarmería Nacional revelaron la presencia de cobre y de cromo en las aguas del canal. Las leyes sobre la Actividad Minera (24.585) y de Residuos Peligrosos (24.061) tienen normas sobre la materia.
Infructuosamente, ayer LA GACETA intentó comunicarse con representantes de la empresa en Tucumán y en Buenos Aires.
Lo más popular