12 Junio 2002
UN ANCIANO TUCUMANO.
Por Carlos Páez de la Torre (h)
Durante mucho tiempo, por las calles de Tucumán se vendían cigarros de chala, confeccionados artesanalmente. El tabaco -a veces perfumado con cáscara de naranja o con anís- se colocaba en un rectángulo de la chala más fina del choclo, es decir de la pegada a la mazorca, y con ese material se liaba un perfecto cilindro para el fumador. Lo cerraban unos hilitos en ambas puntas.
Mucha gente prefería mil veces un "chala" a un cigarrillo hecho y empaquetado industrialmente. Los adictos al "chala" no se conformaban con cualquier cosa, y eran capaces de trasladarse hasta muy lejos para encontrar al verdadero experto en esta artesanía, llena -como todas- de secretos y de especialidades que solamente el iniciado era capaz de apreciar.
Cañeros y tenderos
Groussac, cuando recuerda a los amigos que se sentaban a charlar en la vereda de la botica Massini en los años 1870, los caracteriza como "cañeros y tenderos fumadores en chala". En 1932, el poeta Ricardo Chirre Danós, con el seudónimo de "Batilo", dedicó a los cultores de estos cigarros uno de los versos que publicaba en LA GACETA. En esa época, a cada paso era posible todavía encontrarse con un vendedor de "chalas", que ofrecía sus atados asegurando la más alta calidad.
Elogiaba el carácter igualitario de ese cigarro. "Chala democrático que fundes las clases,/ que en el rancho vives y entras al salón,/ noble camarada que en el pago naces/ y dicha regalas cuando satisfaces/ con poca exigencia, más de una ilusión". Era algo típicamente nuestro y lo fumaba gente de prestigio social. "Chala humilde y bueno, que ignoras el roce/ del orgullo, hijo fiel de Tucumán;/ sólo te desdeña quien no te conoce,/ pues tú gobernaste con don Vichi Posse/ y educas con Carlos María Terán", sentenciaba "Batilo".
Fumar un chala, últimamente, era desdeñar el ropaje lujoso de los cigarrillos de marca. "Tu no sabes eso de las envolturas/ del papel de plata, lujoso y burgués;/ nada de cubiertas ni tantas figuras;/ desnudos y libres, que las cosas ?churas?/ saben valer solas, y es bueno lo que es".
Durante mucho tiempo, por las calles de Tucumán se vendían cigarros de chala, confeccionados artesanalmente. El tabaco -a veces perfumado con cáscara de naranja o con anís- se colocaba en un rectángulo de la chala más fina del choclo, es decir de la pegada a la mazorca, y con ese material se liaba un perfecto cilindro para el fumador. Lo cerraban unos hilitos en ambas puntas.
Mucha gente prefería mil veces un "chala" a un cigarrillo hecho y empaquetado industrialmente. Los adictos al "chala" no se conformaban con cualquier cosa, y eran capaces de trasladarse hasta muy lejos para encontrar al verdadero experto en esta artesanía, llena -como todas- de secretos y de especialidades que solamente el iniciado era capaz de apreciar.
Cañeros y tenderos
Groussac, cuando recuerda a los amigos que se sentaban a charlar en la vereda de la botica Massini en los años 1870, los caracteriza como "cañeros y tenderos fumadores en chala". En 1932, el poeta Ricardo Chirre Danós, con el seudónimo de "Batilo", dedicó a los cultores de estos cigarros uno de los versos que publicaba en LA GACETA. En esa época, a cada paso era posible todavía encontrarse con un vendedor de "chalas", que ofrecía sus atados asegurando la más alta calidad.
Elogiaba el carácter igualitario de ese cigarro. "Chala democrático que fundes las clases,/ que en el rancho vives y entras al salón,/ noble camarada que en el pago naces/ y dicha regalas cuando satisfaces/ con poca exigencia, más de una ilusión". Era algo típicamente nuestro y lo fumaba gente de prestigio social. "Chala humilde y bueno, que ignoras el roce/ del orgullo, hijo fiel de Tucumán;/ sólo te desdeña quien no te conoce,/ pues tú gobernaste con don Vichi Posse/ y educas con Carlos María Terán", sentenciaba "Batilo".
Fumar un chala, últimamente, era desdeñar el ropaje lujoso de los cigarrillos de marca. "Tu no sabes eso de las envolturas/ del papel de plata, lujoso y burgués;/ nada de cubiertas ni tantas figuras;/ desnudos y libres, que las cosas ?churas?/ saben valer solas, y es bueno lo que es".