Un ex CEO solicitó colaborar como arrepentido

Un ex CEO solicitó colaborar como arrepentido

De Goycochea, ex presidente de Isolux Corsán, se entregó ayer después de llegar de un centro de esquí y estaría dispuesto a confesar

EN SU APOGEO. De Goycochea, por Isolux (izquierda), firma un contrato de obras con autoridades paraguayas. EN SU APOGEO. De Goycochea, por Isolux (izquierda), firma un contrato de obras con autoridades paraguayas.
04 Agosto 2018

Juan Carlos De Goycoechea, el abogado cordobés involucrado en el caso de los cuadernos K de la corrupción y que se entregó ayer a la tarde ante el juez Claudio Bonadio, pidió colaborar en la causa como arrepentido, según detallaron allegados a su defensa al portal Infobae.

El ex directivo del Grupo Isolux Corsán SA y docente de la Universidad Nacional de Córdoba (UNC), estuvo prófugo durante dos días, hasta que decidió entregarse en los tribunales de Comodoro Py.

De Goycoechea se encontraba esquiando en Esquel cuando el miércoles se conocieron los 17 pedidos de detención emitidos por el juez que investiga la red de coimas detallada en los cuadernos del chofer Oscar Centeno, quien trabajaba para Roberto Baratta, número dos en el Ministerio de Planificación que dirigía Julio de Vido.

Según la investigación, De Goycoechea ordenó realizar pagos de Isolux a Baratta. Está acusado de entregarle bolsos con dinero desde el 19 de junio de 2008 hasta el 6 octubre de 2015.

La defensa de Goycoechea -según adelantó Infobae- busca alcanzar un acuerdo de colaboración con el fiscal Carlos Stornelli, que deberá ser homologado luego por el juez Bonadio. Algo similar a lo ocurrido con el ex chofer Centeno, quien se acogió a la figura de arrepentido y fue liberado ayer a última hora.

El Grupo Isolux había nombrado a De Goycochea como director para su regional de América latina. La obra más importante que el grupo tenía en Argentina era la central térmica de Río Turbio (Santa Cruz), un proyecto de 1.260 millones de euros del que fue separado por el gobierno de Mauricio Macri por incumplimiento de contrato, en marzo de 2018.

La empresa nació en 2004 en España, luego de la fusión de Corsán-Corviam con Isolux Wat, y está en la mira de la justicia de varios países. En su país enfrenta un pedido de concurso de acreedores y es cuestionada por su papel en la construcción del llamado “superviaducto” de Asunción, en Paraguay.

A nivel local, el año pasado el Ministerio del Interior la suspendió por cinco meses del Registro de Constructores por sospechas de sobreprecios en la principal obra que le otorgó De Vido cuando estaba a cargo de la obra pública del kirchnerismo: la Usina Térmica de Río Turbio (Cambiemos revocó el contrato en marzo). Por las sospechas sobre esa obra, el ex ministro de Planificación está preso desde el año pasado.

La empresa también había sido concesionada por este Gobierno -por medio de una UTE- para uno de los tramos de la obra del Paseo del Bajo, en la Capital Federal. Finalmente, esa concesión también fue suspendida.

Otro de los contratos que la pusieron en el ojo de la atención fue en Mendoza, por la construcción de la cárcel federal de Cacheuta, una obra que se le adjudicó en 2011, se cobró y nunca se terminó. Hace pocas horas, el gobernador Luis Cornejo, aseguró que cuando Cambiemos llegó al poder, en 2015, apenas se había realizado un 27% del total del trabajo.

En San Felipe

En su página oficial, Isolux Corsán remarca que “Argentina es un país relevante dentro del plan estratégico de internacionalización de Isolux Corsán, con intereses en las áreas de Energía, Construcción y Medio Ambiente”.

Y tras ennumerar las obras en ejecución, “con proyectos relevantes en todas sus áreas de actividad”, resalta la restauración del edificio Aduana Taylor para convertirlo en el Museo de la Casa Rosada (sede de la Presidencia del Gobierno del país), y que “el departamento de Medio Ambiente también cuenta con realizaciones de interés, entre ellas la EDAR (estación depuradora de aguas residuales) de San Felipe, en San Miguel de Tucumán”.

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