El crimen de Facundo Ferreira deja al descubierto no sólo los excesos que habrían cometido los policías acusados por el homicidio, sino también que habrían contado con el apoyo de algunos de sus compañeros y superiores de la fuerza para que la causa no avance. De a poco, la fiscala Adriana Giannoni está armando un rompecabezas que puso en jaque a las autoridades del Ministerio de Seguridad, quienes avalaron el procedimiento en medio del cual falleció el chico de 12 años.
El 8 de marzo pasado, Facundo se desplazaba en una moto con otro chico llamado Juan. Los policías Mauro Díaz Cáceres y Gonzalo Montes de Oca dijeron que en una persecución habían herido mortalmente al menor, porque les había disparado. Sin embargo, con el correr de las semanas y con el resultado de las pericias, la fiscala decidió imputarlos a los dos por homicidio, pero fracasó en su intento de que los acusados, que siguen prestando servicios en la fuerza, sean detenidos por el hecho.
Durante las últimas jornadas se conocieron detalles de una lista de al menos 10 puntos que revelan las irregularidades que habrían cometido los sospechosos del crimen, sus compañeros de la fuerza y sus superiores.
Los elementos que están en el expediente
1- La persecución
En el expediente está claro que no hubo una razón para que los dos policías decidieran perseguir a un grupo de jóvenes que se desplazaban en, al menos, tres motos. Ambos nunca pudieron explicar por qué decidieron ir tras los pasos de esas personas. No se constató denuncia alguna sobre un delito que se haya cometido en el lugar. González Montes de Oca, quien era el conductor, habría estado bajo los efectos de drogas; también se supo que Díaz Cáceres, el acompañante, quedó cerca de ser enjuiciado por otro caso de exceso policial ocurrido el año pasado en el barrio Juan XXIII (“La Bombilla”).
2- Sin apoyo
Pese a que eran superados en número por las personas que perseguían, la Justicia comprobó que Díaz Cáceres y González Montes de Oca jamás llamaron a la base para informar que estaban persiguiendo a un grupo de sospechosos. En principio, el grupo en el que habrían estado Facundo y Juan estuvo integrado por entre cuatro y seis personas más.
3- La reacción
Según la investigación, Díaz Cáceres, sin dar la voz de alto, realizó dos disparos con su escopeta con posta de goma que alcanzaron a Facundo y a Juan. Luego disparó, al menos, otras ocho veces con el arma reglamentaria. Su compañero, en cambio, descargó tres veces su arma reglamentaria. La víctima, que no realizó disparos, recibió el proyectil a una distancia de entre 10 y 15 metros, cuando estaban tratando de refugiarse detrás de un contenedor de basura. Juan, que estuvo involucrado en el crimen del policía Leandro Meyer, podría haber efectuado dos disparos defensivos.
4- La asistencia
La fiscala Giannoni también consideró que los uniformados hicieron poco para tratar de salvar la vida a Facundo. Se demoraron en pedir la ambulancia y, cuando llegaron los profesionales, nunca les avisaron que había sido herido de un balazo. Luego enviaron el móvil con el herido al hospital Padilla, cuando tendrían que haberlo hecho al Centro de Salud, que estaba más cerca.
5- La escena
En la Justicia también cuestionaron a los acusados por no haber seguido con el protocolo que ordena el Ministerio Público Fiscal y la Policía. La fiscala consideró que este error fue intencional y que fue para alterar la escena del hecho y entorpecer una futura investigación.
6- La demora
En el expediente quedó confirmado que la Policía se tardó más de una hora y media en avisar lo que había sucedido. Se supo que los primeros en llegar fueron los hombres del servicio 911, compañeros de los imputados, quienes habrían tomado las primeras medidas, y luego personal de la seccional 1ª, a quienes les correspondía actuar por jurisdicción. La División Homicidios, que normalmente actúa en este tipo de casos, jamás fue convocada, por lo que no intervino.
7- La parcialidad
Cuando los empleados de la fiscalía llegaron a la zona, descubrieron que las primeras medidas periciales ya habían sido desarrolladas por los efectivos de la fuerza sin ningún tipo de control judicial. Normalmente, cuando sucede un caso de estas características, para garantizar transparencia, la tarea de recolección de pruebas es realizada por los peritos del Equipo Científico de Investigaciones Fiscales (ECIF) o por los peritos de otra fuerza.
8- Las amenazas
Días después de que se produjera el crimen de Facundo, los familiares comenzaron a denunciar que estaban siendo amenazados por allegados de los acusados y por otros integrantes de la Policía. Los abogados de Andhes no se equivocaron al advertir que, al no haber sido separados de la fuerza, los uniformados involucrados podían entorpecer la investigación. En las últimas horas se conoció que una persona se presentó ante la Justicia para denunciar que un policía, allegado a los imputados, le ofreció, a cambio de un favor, entregar un arma para que baleara la casa de los parientes del menor y así desistieran de seguir con el caso. El denunciante pidió protección para él y su familia. Ese hecho se habría producido un día antes de que se presentaran a declarar.
9- Los móviles
La fiscala Giannoni investigó esa denuncia. A través de un informe, habría comprobado la veracidad de los dichos del testigo. Con el GPS que tienen instalados todos los patrulleros, se confirmó que un móvil de la Policía estuvo en el lugar mencionado por esa persona. Al mismo tiempo, encontró coincidencias con los nombres de los denunciados. No se descarta que inicie una investigación paralela por corrupción en la fuerza.
10- El fallo
Giannoni solicitó la detención de los dos policías, pero el juez Víctor Manuel Rougés rechazó el planteo al considerar que no pondrían en riesgo la investigación. El fallo causó sorpresas, no sólo porque el magistrado resolvió el asunto en menos de una hora y no tuvo en cuenta que en el planteo se habían destacado las denuncias de amenazas contra de los testigos. Giannoni pidió la nulidad de la resolución de Rougés y Andhes insistió ante el juez Francisco Pisa. La resolución se conocería en las próximas horas.