El ministro de Energía, Juan José Aranguren, es otro de los argentinos relacionados al mundo offshore en Paradise Papers, el proyecto impulsado por el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ) y el diario alemán Süddeutsche Zeitung, consignó el sitio www.lanación.com.ar. El ex CEO de la petrolera Shell fue director de al menos dos empresas radicadas en una jurisdicción secreta. El hecho sería una anécdota del pasado, si no fuera porque una de ellas es la principal adjudicataria por la compra de gasoil por parte del actual gobierno, consigna la publicación. Sin embargo, poco después, el propio Aranguren salió a aclarar su situación. Y, mediante un comunicado, negó vinculación con las dos offshore.
Entre abril y septiembre de 2003, Aranguren aparece vinculado a Shell Western Supply and Trading Limited, una subsidiaria de Royal Dutch Shell PLC, radicada en Barbados. También, figura como director de Sol Antilles y Guianas Limited, otra filial de la petrolera anglo-holandesa, en 1996, según la publicación del consorcio. En abril de 2016, Shell Western Supply and Trading se quedó con siete de los ocho cargamentos de gas oil licitados por Cammesa (Compañía Administradora del Mercado Mayorista Eléctrico), que depende del ministerio de Aranguren. YPF también participa en el proceso: elige a los oferentes y Cammesa los contrata. La compra había sido revelada por Perfil el año pasado. Pero no se conocía la relación entre la offshore y Aranguren, hasta ahora.
Consultado por el equipo argentino de Paradise Papers sobre el origen secreto de la compañía que contrató el Estado, el ministro admitió que se vincula con la intención de pagar menos tributos y lo enmarcó en una práctica habitual de las multinacionales. “Muchas tienen domicilio en países que se caracterizan por aplicar un régimen tributario favorable. No tenemos constancias de que existan limitaciones legales en el comercio para operar con empresas de esas características” explicó.
Ayer, a través del comunicación del Ministerio de Energía, Aranguren reforzó su postura. “Operar comercialmente en los países antes mencionados tampoco es un delito. No hay una prohibición legal de realizar actividades comerciales en dichos países. Cabe aclarar además que mientras estuve en la empresa, las filiales se dedicaron exclusivamente a actividades petroleras”, puntualizó. Además, agregó: “las notas y comentarios periodísticos relacionan estas actividades de mi etapa laboral en Shell con las compras de Gas Natural Licuado (GNL) y gasoil, a través de Enarsa y Cammesa, respectivamente, realizadas durante la actual gestión de gobierno”.
Aranguren enfatizó que, tal como lo ordena la Ley de Ética en el Ejercicio de la Función Pública, desde que es ministro no tuvo participación en ninguna operación adjudicada a Shell. “Todas las compras de Enarsa y Cammesa se hacen a través de licitaciones públicas, abiertas y transparentes, en las que se convoca a proveedores de todo el mundo”, finalizó.