El semblante de Diego Cagna, como el de todo San Martín, cambió en apenas 60 segundos, los que transcurrieron desde que Hernán Mastrángelo cobró el penal hasta que Claudio Bieler lo transformó en un empate in extremis que supo a victoria por las circunstancias. “Más allá de que lo terminamos empatando al final, lo hicimos porque lo fuimos a buscar, incluso con uno menos. Hay que rescatar eso, no es fácil venir a esta cancha y hacer eso. El equipo se recompuso de no haber jugado bien en el primer tiempo y logró empatarlo, eso es lo importante”, destacó el entrenador después del 1-1 con All Boys.
San Martín empató con el último aliento
“Nuestro segundo tiempo fue muy bueno. Fuimos superiores, creamos más situaciones, no tan claras, pero situaciones al fin. El primer tiempo fue parejo, pero nosotros no tuvimos un buen juego, que es lo que queremos. Ellos tampoco, pero acertaron en una jugada de pelota parada. Fue un partido chato en el primer tiempo, pero en el segundo mejoramos”, insistió el “Flaco”, quien ponderó los minutos finales de su equipo en inferioridad numérica por la expulsión de Lucas Acevedo por doble amonestación.
“Todo el segundo tiempo fue bueno en general, después de la expulsión se hizo más desordenado, incluso Gabriel (Graciani) se tuvo que quedar casi de central, que no es su puesto, pero con las ganas y la actitud fuimos a buscar el empate. Eso es muy importante, que un equipo se revele con uno menos”.
Bieler: sangre fría y pie caliente
Cagna afirmó que el césped también influyó en la poca precisión que tuvieron sus jugadores. “La cancha no se prestaba mucho para el juego asociado, por ahí no nos animábamos mucho a intentar algunos pases difíciles; en el segundo sí lo hicimos y por eso jugamos mejor”.
En referencia a las soluciones que encontró en el banco cuando dispuso los ingresos de Gonzalo Rodríguez, Walter Busse y Franco Costa, el técnico “santo” explicó: “Hay que ir viendo quién está mejor para determinado partido, pero los que entraron esta vez lo hicieron bien”.