BUENOS AIRES.- No pueden bajar los brazos. Y lo saben muy bien. Es por eso que no sorprendió que en el plantel argentino reine la buena vibra de cara al trascendental partido del martes contra Ecuador, en el que se definirá si estará o no en el Mundial de Rusia 2018.
Si bien es cierto que los números preocupan, ya que los dirigidos por Jorge Sampaoli en este momento ocupan el sexto puesto, seleccionado “albiceleste” está entero y de buen ánimo según se observó en la práctica que efectuó ayer en el predio que la AFA posee en Ezeiza. De hecho, en la concentración del viernes, Lionel Messi y Javier Mascherano, dos de los que eligieron permanecer en el predio (el resto se fue a su casa para encontrarse con su familia) se quedaron, hablaron bastante y se sienten con confianza de conseguir una victoria en la altitud de Quito que les permita al menos meterse en el Repechaje ante Nueva Zelanda. Ambos jugadores se aislaron por completo, decidieron no mirar televisión, ni consumir medios de comunicación y apenas se acercaron a ver un amistoso del seleccionado Sub-20, y se llevaron buenas impresiones de algunos de los chicos.
Messi, quien en anteriores convocatorias había salido a pasear en los tiempos libres, eligió quedarse en el predio porque íntimamente siente que es mejor concentrarse y estar metido en lo que puede llegar a ser su último Mundial.
Y ese gesto de los dos referentes más importantes del plantel confirmó que la misión pasa por dejar atrás el camino sinuoso que se recorrió desde que el DT era Alejandro Sabella y se perdió con Alemania la final de la Copa del Mundo 2014, luego sobrevinieron tres entrenadores, desfilaron más de 100 futbolistas y desencadenó en riesgo serio de no ir a un Mundial, algo que a la Argentina le sucedió por última vez en México 1970.
Además, el grupo en general se mostró “entero” en el vestuario luego del empate sin goles contra Perú, a diferencia del desánimo vivido en los pasillos del estadio Monumental cuando igualó con Venezuela (1-1), y se juramentó sumar esos ansiados tres puntos el martes en tierra ecuatoriana.
La Selección se encuentra en un escenario impensado: se ubica sexta en la clasificación, fuera de la zona de repechaje y de los cuatro puestos de acceso directo. Es por eso que es fundamental que haya un buen clima entre los jugadores, para encarar de la mejor manera el duro desafío en Quito. (Especial-Télam-DyN)