“Mi hijo ya no está, ya no lo voy a ver más. Pero esta marcha es porque no podemos seguir perdiendo hijos así. Yo quisiera saber si los jueces o abogados defenderían a estas personas si les mataran a un hijo”, advirtió Gladys, la madre del cabo José María Concha, asesinado el viernes a la madrugada durante un asalto. Unas 80 personas marcharon con ella en Plaza Independencia para exigir más seguridad y Justicia.
El efectivo estaba esperando su primer hijo. Su pareja, que dará a luz en diciembre, no podía articular dos palabras sin romper en llanto. “Él estaba yendo a tomar mate, nos llamaron para que fuéramos al hospital y ahora ya no lo tenemos. Le cambiaron el futuro a mi sobrino, no queremos que se lo sigan destruyendo. Cuando crezca, tendremos que enseñarle a no tener odio”, exclamó Emilse, cuñada del policía.
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“Él era una persona intachable. Ese día que lo mataron iba a ser ascendido por su buen trabajo, y siempre se mostró en contra de las injusticias. Por eso queremos que se cumplan las penas. A nosotros no nos vengan con ese tema de la pobreza, porque también somos humildes y salimos a trabajar, no a robar”, agregó la mujer.