¿Cuánto influye, a la hora de armar un equipo con pretensiones, que sus integrantes tengan experiencia en lo que significa ser campeón? ¿Qué porcentaje tiene la “cabeza” en un logro deportivo? ¿Cómo puede influir ello a la hora de enfrentar un desafío tan importante como será el de devolver a San Martín a Primera División?
Estas y otras incógnitas saltaron a escena luego de ahondar en la vida y obra de cada uno de los jugadores que llegaron, durante el último mercado de pases, al “Santo”. De los 15 refuerzos que Diego Cagna sumó a su equipo, 10 ya se consagraron en otros clubes; algo que ¿alimenta las chances de que el proyecto que tienen en Bolívar y Pellegrini pueda llegar a buen puerto?
“Si realizamos un análisis en ese sentido vamos a darnos cuenta de que no hay una respuesta lineal. Puede significar algo muy positivo para el proyecto como puede traer aparejadas más presiones”, le comenta a LG Deportiva Maximiliano Jozami, licenciado en Psicología que fue psicólogo del plantel de Güemes de Santiago del Estero en 2016.
Antes de comenzar a desmenuzar situaciones de qué es lo que el futuro puede depararle al modelo 2017/18 “santo”, Jozami deja en claro que a simple vista es algo muy positivo tener gente de experiencia dentro del plantel. San Martín es un equipo con historia y una hinchada muy seguidora que necesita recuperar su lugar dentro del fútbol de elite. “En ese aspecto, los jugadores que ya ganaron títulos son un capital que hay que valorar. Seguramente sumaron experiencia que harán que se desenvuelvan mejor ante una determinada situación de estrés o tensión”, asegura sin dejar de resaltar los puntos “flacos” de la cuestión. “Pasa que si uno ve que tienen tantos pergaminos, les van a exigir más, y si no llegan a darse los resultados, puede volverse una especie de búmeran; como pasa con la Selección donde los jugadores tienen éxito internacional, pero acá no rinden”, agrega.
Jozami considera que teniendo el capital, que son los jugadores experimentados, ahora el trabajo fino pasa por manos del cuerpo técnico que debe lograr que el grupo se ensamble como tal. “Eso es fundamental siempre. Mucho más en estos casos. Es clave la manera en cómo se arma el grupo y los liderazgos. Hay personas que tienen características de líderes, pero todo lleva un tiempo; sobre todo cuando se arma un plantel nuevo. En eso hay que trabajar también”, asegura.
En la temporada pasada, San Martín no contaba con tantos jugadores acostumbrados a pelear cosas importantes y, casualidad o no, el equipo nunca pudo despegar y siempre falló cuando tuvo la oportunidad de dar el salto de calidad. “Es muy común que sucedan cosas así y que no sean fallas futbolísticas o tácticas. En muchas circunstancias de presión puede faltar temple o experiencia y eso jugar en contra del rendimiento. Por eso no es raro que haya equipos que juegan mucho más sueltos en situaciones definitorias. En este caso es muy importante contar con jugadores de experiencia”, remata el profesional avisando que también se debe trabajar para que el deportista “ganador” no se relaje. “Es esencial trabajar en la motivación para que no se pierda el apetito de éxitos. Cierto umbral de tensión siempre es positivo porque te impulsa a más, siempre y cuando la tensión no influya en el rendimiento”.
San Martín armó un equipo con piezas ganadoras, ahora debe ensamblarlas. “Si se combinan bien, puede ser muy productivo”, sentencia Jozami. Que así sea, imploran en La Ciudadela.