Corea del Norte hizo temblar la tierra con una bomba de hidrógeno

Corea del Norte hizo temblar la tierra con una bomba de hidrógeno

“Terminó el apaciguamiento”, fue la respuesta de Trump ante la noticia de la explosión. China y Rusia se distancian de Kim. La ONU debatirá la situación. La sexta prueba nuclear que realiza el país asíatico provocó repudios a nivel mundial

ANTE LA MIRADA DE KIM JONG. La potencia de la bomba lanzada ronda los 100 kilotones, cinco veces más que la de EEUU arrojó en Nagasaki.  reuters ANTE LA MIRADA DE KIM JONG. La potencia de la bomba lanzada ronda los 100 kilotones, cinco veces más que la de EEUU arrojó en Nagasaki. reuters
04 Septiembre 2017

SEÚL, Corea del Sur/WASHINGTON, Estados Unidos - Corea del Norte realizó ayer su sexta y más potente prueba nuclear, que identificó como una bomba de hidrógeno avanzada para un misil de largo alcance, con lo que marcó una dramática escalada del enfrentamiento con Estados Unidos y sus aliados.

La prueba fue registrada por agencias sismológicas internacionales, cerca de una instalación norcoreana. Expertos japoneses y surcoreanos dijeron que fue unas 10 veces más potente que el temblor captado tras su última prueba nuclear, hace un año.

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Washington respondió con palabras agresivas, dirigidas al líder norcoreano Kim Jong-un.

Donald Trump amenazó con suspender el comercio con cualquier país que haga negocios con Pyongyang. “Terminó el apaciguamiento”, advirtió.

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La amenaza comercial de Trump, publicada en Twitter, podría ser una forma de presionar a China, el principal socio comercial de Pyongyang. También pareció cuestionar a su aliado Corea del Sur. “Están encontrando que sus palabras de apaciguamiento con Corea del Norte no funcionarán, ¡ellos solo entienden una cosa!”, dijo Trump.

El nuevo presidente surcoreano, Moon Jae-in, ha instado a continuar el diálogo con su vecino por el programa nuclear, respaldando al mismo tiempo las sanciones internacionales.

El secretario de Defensa estadounidense, Jim Mattis, advirtió sobre una “respuesta militar masiva” a cualquier ataque a Estados Unidos o sus aliados. Añadió que Washington no consideraba la “aniquilación” (de Corea del Norte), pero que hay varias formas de una respuesta militar.

Los presidentes de China, Xi Jinping, y Rusia, Vladimir Putin, aseguraron que lidiarán con la actitud norcoreana. El secretario general de Naciones Unidas, Antonio Guterres, dijo que la prueba nuclear desestabiliza la seguridad regional.

El Consejo de Seguridad de la ONU se reunirá hoy, para discutir la situación. (Reuters)

ANÁLISIS

¿Hasta dónde llegarán?

Dirk Godder y Andreas Landwehro
agencia dpa
Dirk Godder y Andreas Landwehro - Agencia DPA

A las 12.29, hora local. la tierra tembló en el noreste de Corea del Norte y la sacudida se sintió en Corea del Sur e incluso en partes de China en la frontera. El Ejército surcoreano fue el primero en notar que no era un terremoto, sino una prueba nuclear. Pyongyang daba así otra vuelta de tuerca a un conflicto que lleva meses escalando.

Con su sexta prueba atómica desde 2006, la más potente hasta ahora, el líder norcoreano, Kim Jong-un, lanza un abierto desafío al presidente estadounidense, Donald Trump, que también es una afrenta a sus vecinos China y Rusia.

La bomba se lanzó a horas del inicio de la cumbre del BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica) en el puerto chino de Xiamen. presidentes chino, Xi Jinping, y ruso, Vladimir Putin, se encontraban para hablar en persona sobre la crisis.

Kim no tiene miedo de probar los límites a los que puede llegar con su programa nuclear. Las duras sanciones que pesan sobre el país comunista no han hecho más que endurecer su posición. Corea del Sur cree que su vecino lleva adelante una estrategia de amenazar al adversario hasta el borde del conflicto. Pero esta vez se le está acabando el oxígeno a Corea del Norte.

Kim y Trump se amenazaron de forma con ataques militares. Trump habló de “fuego y furia”, lo que causó preocupación en vista del arsenal nuclear de ambos países.

El presidente surcoreano, Moon Jae-in, que se negaba a enterrar la posibilidad de diálogo con su vecino, ahora quiere aislar ahora a Pyongyang, a la vez que evitar una guerra en la península de Corea.

Pekín también lleva tiempo molesto con el comportamiento de su antiguo aliado, pero sus reacciones suenan ambiguas. China se enfrenta a un dilema y tiene que repensar su estrategia fundamental hacia Corea del Norte, que odia cada vez más también a China.

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