Los manifestantes exigieron la renuncia de la ministra Bullrich
Una mezcla de palo santo, azahares e incienso que se incineraban en una vasija de barro le dieron marco a la marcha por la aparición con vida de Santiago Maldonado. La plaza Independencia se nutrió de tres columnas de militantes de agrupaciones sociales, de Derechos Humanos y políticas que se unieron para reclamarle al gobierno Nacional del presidente Mauricio Macri, respuestas y para repudiar el accionar de la Gendarmería.
Lucía Galindez, artesana igual que Maldonado, a quien se lo vio por última vez el 1 de agosto, sahumaba con esa mezcla de olores. “Este es un rito que acompaña a los pueblos originarios. Es una costumbre ancestral que nos limpia y conecta con la energía, más aún en este contexto en el que se hace este pedido tan importante”, manifestó.
El aroma dulzón que salía de la vasija contrastaba con la dureza de las palabras de los más de 40 oradores que se tomaron dos minutos reloj para exponer sus criticas hacia el gobierno, el modelo económico, la ocupación de las tierras de la Patagonia, la invisibilización del reclamo de los pueblos aborígenes y el accionar de la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich. Una y otra vez pidieron por su renuncia.
El grito era uno: ¡Vivo lo llevaron, vivo lo queremos! La columna que partió de Salta y Santa Fe, hizo una escala frente a la sede de la gendarmería. Los partidos de Izquierda manifestaron allí unos minutos y después continuaron.
Ariel Osatinsky (Adiunt) y Alejandra Arreguez, dirigentes del frente de Izquierda y el PTS, coincidieron en señalar que ni el gobernador, Juan Manzur, ni el presidente Macri mencionaron a Maldonado en sus discursos durante la inauguración de la nueva pista del aeropuerto, ayer por la mañana. “Hay un abismo entre las preocupaciones de ellos y las del pueblo”, insistió Osatinsky, quien remarcó la actitud de los docentes que llevan el debate a las aulas.
Belén Leguizamón, de Andhes, habló de la criminalización de la protesta social y de la persecución al pueblo Mapuche.
Las críticas más duras estuvieron apuntadas a la ministra Bullrich. La mayoría de los oradores reclamaron su inmediata renuncia.
Vicente Ruiz, del partido Comunista, la CTA y la CCC, llamó a la unidad de los trabajadores y desocupados. “La unión es la única manera de torcer a la derecha”, mencionó.
Los manifestantes colmaron más de un tercio de la plaza. Según los cálculos de una de las dirigentes había 5.000 personas.
Representantes de la agrupación de Familiares de Desaparecidos de Tucumán (Fadetuc) calificaron lo de Maldonado como la “crónica de una desaparición anunciada”. Justificaron esta definición, señalando que el gobierno estaba usando métodos de la dictadura para “imponer planes neoliberales”.
El kirchnerismo estuvo representado por la denominada Unidad Ciudadana. “A 41 años del golpe y finalizando los juicios de lesa humanidad desde Tucumán levantamos la voz para pedir por Santiago”, expresó Hugo Cabral.
Las fotos en blanco y negro con la cara del activista mapuche se fundieron con las banderas sociales, mientras todos pedían que su nombre no engrosara la lista de desaparecidos.