WASHINGTON, Estados Unidos.- Al menos tres muertos, más de 30.000 evacuados y miles de hectáreas bajo el agua es el panorama que dejó a su paso “Harvey”, el fenómeno natural que llegó el viernes a las costas del sur de Estados Unidos como huracán de categoría 4, y que durante el fin de semana se degradó a “tormenta tropical”, no sin antes dejar amplias zonas devastadas.
Ayer, el presidente estadounidense, Donald Trump, declaró el el estado de emergencia en Louisiana, anunció la Casa Blanca.
La Agencia Federal para la Gestión de Emergencias (FEMA) estará a cargo de coordinar las operaciones de ayuda en las áreas afectadas por las inundaciones en el sureño estado.
“Esta acción ayudará a aliviar las dificultades y el sufrimiento que la emergencia ha provocado a la población local y a proporcionar la asistencia apropiada para adoptar las medidas requeridas”, añade el texto.
Áreas cercanas a la frontera de Texas quedaron inundadas tras el paso de “Harvey”, que tocó tierra el viernes. Desde entonces, ha inundado Houston, una de las ciudades más pobladas del país, y ha dejado al menos tres víctimas mortales. Aunque ha perdido fuerza y se ha degradado a tormenta tropical, se espera que continúe ocasionando lluvias en la costa de Texas hasta el jueves.
La FEMA anunció una operación para evacuar a más de 30.000 personas y el gobernador de Texas el despliegue de 1.000 soldados adicionales de la Guardia Nacional en Houston ante el agravamiento de las inundaciones.
“Esta misión va a ser muy difícil”, dijo el administrador de la FEMA Brock Long en rueda de prensa. “Ahora mismo está en curso”, añadió.
“No estamos recuperándonos, estamos pensando y planeando la recuperación, tenemos equipos de recuperación en Texas, pero ahora mismo es una misión para salvar vidas”, añadió.
Según sus datos, hasta 50 condados se han visto afectados en el estado de Texas por “Harvey”.
Los residentes de Houston, la cuarta ciudad más poblada de Estados Unidos, se vieron obligados a huir de sus hogares en botes o a pertrecharse en sus casas, ante la perspectiva de más días de lluvias “sin precedentes”.
Una pesadilla
“Harvey” se convirtió en la tormenta más poderosa que llega al estado en más de 50 años. Se espera que el número de muertos aumente ya que la tormenta provoca más anegamientos, tornados y crecimiento de la marea.
Un residente dijo haber visto el cuerpo flotando de una mujer durante una inundación en la misma parte de la ciudad y hay reportes que dicen haber presenciado cómo las aguas se llevaban un auto con una mujer y un niño adentro.
Las calles de Houston se convirtieron en turbulentos arroyos, ante el desborde de ríos y canales. En parte de la ciudad se registraron más de 760 milímetros de lluvia y se esperan más precipitaciones anunció el Servicio Nacional de Meteorología.
“Lo que estamos viendo es la inundación más devastadora en la historia de Houston. Estamos viendo niveles de lluvia sin precedentes”, dijo Steve Bowen, especialista en jefe de meteorología en la firma de seguros Aon Benfield.
Las precipitaciones totales podrían alcanzar los 1.270 milímetros en algunas áreas costeras de Texas hacia fines de la semana, el promedio de un año.
Trump planea ir a Texas hoy, para informarse sobre los daños provocados por la tormenta.
La tormenta golpeó el corazón de la industria de petróleo y gas del país, obligando a los operadores a cerrar varias refinerías así como a evacuar y cerrar plataformas en el mar. “Este es un evento sin precedentes y todos los impactos son desconocidos”, dijo el Servicio Nacional de Meteorología en Twitter. (Reuters-DPA)