A LAS 21
• Se proyectará la película francesa “Si todos los hombres del mundo”. Entrada: $ 40. Para todo público.
“Fue el histórico reducto del cine que se mueve fuera del circuito comercial. Con ese espíritu lo reabrimos”, subraya Coco Quintero, presidente del Círculo de la Prensa y entusiasta gestor de una caricia a la cultura tucumana: el regreso de la Cineteca. El espacio volverá a funcionar hoy con la proyección de la película francesa “Si todos los hombres del mundo” y convocará todos los martes a los cinéfilos -los de “fierro”, los nostágicos, los nuevos- en la sala de Mendoza al 200.
La Cineteca funcionó entre 1974 y 1988. Fueron 14 años, pero parecieron muchos más por la cantidad y la calidad de los filmes, mayormente europeos, que encontraron allí su lugar y ayudaron a formar un público exigente. Alfredo y Raúl Jorrat, Juan Viejobueno, Santiago Di Lullo, Luis Acosta, Jorge Cortigiani y Héctor Caldelari figuraban entre los impulsores. Quintero y Nicolás Maisano, encargado de la nueva programación, tomaron la posta.
A favor juega el equipamiento que ofrece el Círculo de la Prensa, ya que el proyector, la pantalla y el sistema de sonido son de última generación. Se los consiguió el año pasado, por medio del Instituto Nacional del Teatro. La sala climatizada cuenta con 170 butacas. Quintero anticipa que habrá algunos ganchos para los espectadores. Por ejemplo, con la entrada se podrá participar en sorteos (botellas de vino, pases para ver las películas durante un mes, vouchers para cenas). Es el marketing aplicado al cineclubismo.
Si bien la Cineteca quedó formalmente inaugurada el 30 de mayo de 1974, en el Círculo de la Prensa había funciones desde años anteriores. La sala data de 1971 y ese año se desarrolló un festival organizado por Aticana, la Alianza Francesa y el Centro Germano. Para la apertura de la Cineteca se exhibió “La madre”, adaptación de la novela de Máximo Gorki a cargo de Vsévolod Pudovkin.
El cine soviético, desde Eisenstein a Tarkovski, fue un clásico de la Cineteca. Habitués de la cartelera eran Herzog, Wajda, Saura, los hermanos Taviani y, por supuesto, Ingmar Bergman. En los horarios centrales era normal trabajar a sala llena.
El espacio mantuvo su perfil incluso durante el Gobierno de facto. Por ejemplo, durante un domingo de 1978, cuatro funciones de “La flauta mágica” reunieron cerca de 1.000 espectadores. Un año antes del golpe había explotado una bomba y debieron parar un tiempo para hacer refacciones. Estaba en cartel la checa “Salud golondrinas”.
De esa riquísima carga histórica se alimentará esta nueva etapa. La Cineteca forma parte de un proyecto transformador del Círculo de la Prensa. “Queremos que tenga mucha vida, que sea un centro cultural abierto funcionando todo el día”, sostiene Quintero.
Maisano apunta que la película elegida se vio muy poco en Tucumán. Recuerda un pase en el Gymnasium, durante un ciclo que coordinaban Rogelio Parolo y Jorge Wyngaard. “Si todos los hombres del mundo”, drama dirigido por Christian-Jaque en 1955, es una lección de humanismo, ligada además con la radiofonía, cuyo mes está celebrándose durante agosto. Ese será uno de los ejes de la Cineteca: la programación de películas relacionadas con fechas y acontecimientos que involucren al Círculo de la Prensa. Para la próxima semana se anuncia “Mi meta: las estrellas”, de J. Lee Thompson y sobre la vida de Werner von Braun.