RÍO DE JANEIRO.- El ex presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva fue condenado ayer a nueve años y medio de prisión por corrupción en el caso “Lava Jato” (”Lavado de autos”), según sentenció el juez a cargo del proceso, Sérgio Moro. El ex mandatario (2003-2010) podrá sin embargo apelar el veredicto en libertad, según la sentencia de primera instancia.
Lula fue condenado por haber aceptado de la empresa OAS un soborno a través de la reforma de un apartamento de tres pisos destinado a él en la ciudad de Guarujá, en la costa del estado de Sao Paulo, a cambio de favorecer a la constructora en sus negocios con la petrolera estatal Petrobras. El apartamento, sin embargo, no llegó a estar a su nombre.
“El condenado recibió una ventaja indebida mientras ejercía el cargo de presidente de la república, o sea, del mayor mandatario”, señaló Moro en la justificación de la condena. “La responsabilidad de un presidente de la república es enorme y, en consecuencia, también su culpabilidad cuando practica delitos”, agregó.
El valor estimado de la reforma del apartamento es cifrado en más de 3,7 millones de dólares . El caso de “tríplex en Guarujá” era el más grave en el que estaba acusado el ex líder obrero e icono de la izquierda latinoamericana por “Lava Jato”.
Por el apartamento estaba acusada también la esposa de Lula, Marisa Letícia, fallecida en febrero. El ex presidente atribuye el interés por el apartamento a su esposa y sostiene que él no estaba al tanto. El interés fue probado en el juicio, pero la pareja no llegó a ser nunca propietaria del tríplex. Moro consideró sin embargo como suficientes los indicios de que el soborno había sido acordado.
Lula aseguró en su defensa que la fiscalía no presentó pruebas de los delitos que se le imputan. “Pensé que mis acusadores iban a mostrar una escritura, un pago, alguna prueba. Pero no tenían nada”, aseguró el ex mandatario al comparecer en mayo por primera vez ante Moro en Curitiba, sede de los principales procesos de “Lava Jato”.
“No quiero ser juzgado por interpretaciones, quiero ser juzgado por pruebas”, reclamó Lula. En su sentencia, Moro acusó al político de haber intentando intimidar a la corte y subrayó que no decretó prisión preventiva por “prudencia”.
“Considerando que la prisión cautelar de un ex presidente de la república no deja de implicar ciertos traumas, la prudencia recomienda que se espere al juicio de la corte de apelación antes de que haya las consecuencias propias de la condena”, escribió el juez.
Lula es el primer jefe de Estado brasileño en ser condenado por delitos ocurridos durante su mandato. (DPA)
Dilma Rousseff sostuvo que Lula es inocente y que se lo condenó sin pruebas
La ex presidenta brasileña Dilma Rousseff rechazó la condena de nueve años y medio de cárcel contra su antecesor Luiz Inácio Lula da Silva en un proceso por corrupción, y aseguró que su mentor político es inocente. La condena “sin pruebas” contra Lula “es un escarnio”, escribió Rousseff en un comunicado publicado en su web. Es “una injusticia flagrante y un absurdo jurídico que avergüenza a Brasil. Lula es inocente y esa condena hiere profundamente a la democracia”, agregó.
“Lula, el presidente de la república más popular en la historia del país y uno de los más importante estadistas del mundo en el siglo XXI, viene sufriendo una persecución sin cuartel”, aseguró Rousseff, destituida el año pasado en un juicio político. “Lula es inocente. Y el pueblo brasileño sabrá rescatarlo democráticamente en 2018. Vamos a resistir”, agregó combativa la ex mandataria.
“Asistimos a esta ignominia que está siendo practicada contra el ex presidente Lula con el objetivo de suspender sus derechos políticos”, aseguró Rousseff, que asumió la presidencia de manos de su compañero de partido en 2011.