Los hombres de Gendarmería Nacional estaban haciendo un control de rutina en la Terminal de Ómnibus. Les llamó la atención que en un camión de una empresa que traslada encomiendas se estuviera cargando bultos similares a los que hacen ingresar los bagayeros al país desde Bolivia. Se presentaron en el lugar, pidieron documentación y, como no se la entregaron, decidieron secuestrar la mercadería. Estaban a un paso de concretar el mayor secuestro de cocaína que realizó esta fuerza en lo que va del año en Tucumán.
El camión fue trasladado hasta el predio que tiene Gendarmería en Las Talitas. Descargaron todo y después de realizar el conteo decidieron, por las dudas, utilizar el perro antinarcóticos que tienen. El can marcó tres cajas y, en lo que es un procedimiento de rutina, llevaron al perro a otro lugar para que hiciera otra pasada. El animal volvió a señalar los mismos bultos.
Detienen a gendarmes por recibir sobornos para no controlar los tours de comprasAnte la sospecha de que había drogas, los pesquisas recibieron la autorización del juez federal Daniel Bejas para que abrieran esas encomiendas. Allí, según se informó oficialmente, se habían ocultado 30 panes de cocaína que pesaron unos 31,400 kilos.
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Los investigadores comenzaron a realizar diferentes averiguaciones sobre el origen y el destino de la carga. Supieron que la droga tenía como destino final una estación de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. El origen era esta provincia, ya que los empleados de la empresa de transporte les confirmaron que una persona la había dejado, pero no tenían mayores datos que los ayudara a identificarlo.
Sello narco: ¿qué significan las marcas en un cargamento de cocaína?El camión llegó a la provincia desde Salta. La cocaína no fue cargada allí, ya que, según se confirmó, cuando se dirigía a la Nueva Terminal, en la ruta 9 fue interceptado por otro control de Gendarmería que le incautó unos 20 bultos con ropa que trasladaba de manera ilegal.
La Justicia ordenó que no se detuviera al conductor del camión, puesto que no había ninguna prueba de que lo involucre con el traslado de la droga. Sí se habría ordenado que se investigue al personal de la empresa para determinar si tiene algún contacto con las personas que enviaron la cocaína oculta en bolsas con ropa.
Alternativa
Este caso desnudó otra situación. Los bolseros que traen prendas desde Bolivia, para evitar los controles, se habrían inclinado por enviar la mercadería pagando un servicio de encomiendas de una empresa privada.
Condenados por asesinato, narcotráfico o violación no gozarán de salidas transitoriasVoceros de la fuerza confirmaron que esta es una estrategia que se incrementó desde que se intensificaron los controles en las diferentes rutas que vienen desde el norte del país. Los investigadores -dijo una fuente- temen que también los narcos se inclinen por esta alternativa para llevar drogas a diferentes puntos del país.