Marcos Peña: “no vamos a tener candidaturas testimoniales y espero que el PJ tucumano garantice lo mismo”

La Casa Rosada se ha tomado un respiro de su acostumbrado trajín. El Día del Empleado del Estado prácticamente ha vaciado los pasillos de este edificio que es el nervio del poder político de la Argentina. En el Salón de los Bustos, que hay que atravesar para llegar al despacho de la Jefatura de Gabinete, las efigies presidenciales casi podrían charlar entre sí gracias a la unánime quietud. Por la entrada de Balcarce 24, frente a una Plaza de Mayo escasamente transitada, sólo entran y salen unos pocos empleados y la guardia de granaderos.

Marcos Peña: "la Argentina está creciendo"

Ese inusitado apaciguamiento (tan inusual como la prolongada tibieza del invernal Veranito de San Juan) también está presente en el ánimo de Marcos Peña. “Más que con optimismo o con pesimismo, enfrentamos estas elecciones con la enorme tranquilidad del acompañamiento y del trabajo conjunto que estamos realizando con esa enorme mayoría de los argentinos que no quiere volver atrás y que entiende que estamos haciendo nuestro mejor esfuerzo para honrar el mandato que tenemos”, le manifiesta el jefe de ministros a LA GACETA.

La cuestión electoral acapara atenciones y discursos, ahora que las listas de precandidatos para las Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias están presentadas. Se cuela en el discurso del ministro cuando habla en términos generales. “Siempre decimos que todos los días se arranca de cero. No podés dar por supuesto un voto porque eso es faltarle el respeto a la gente. Uno no tiene que pensar en qué es lo que va a pasar en las elecciones, sino en qué es lo que vamos a hacer en las elecciones. El día en que este Gobierno o cualquier gobierno dé por sentado el apoyo de los ciudadanos, habrá pifiado”.

"El país salió de la recesión", anunció el jefe de Gabinete

Y también se impregna en sus mensajes más particularizados. “Tucumán tuvo siempre un rol muy importante en nuestra historia y queremos que sea uno de los motores de la transformación de la Argentina desde el Norte. Confiamos mucho en ellos y por eso sabemos que juntos vamos a hacer grandes cosas”.

Pero en la entrevista se lo consulta no sólo por cuestiones vinculadas a los comicios. Y Peña desgrana conceptos que están más allá de las urnas. Por ejemplo, cuando plantea que Tucumán no sufriría inundaciones recurrentes si los gobiernos anteriores hubieran hecho las obras. O cuando defiende el Plan Belgrano porque dice que lo ataca la hipocresía del peronismo. Por supuesto, también habla de la campaña electoral. Declara, entonces, que las candidaturas testimoniales son una estafa que espera que ya no se perpetren. Y sentencia que Cambiemos no se enfrenta contra candidatos, sino contra el miedo y la resignación.

- Usted señaló que en estas elecciones los argentinos tienen que decidir si quieren que el país cambie para siempre, o no. ¿Qué es lo que, más allá de bancas en el Congreso, se pone en juego?

- Se pone en juego consolidar un camino de cambio que la mayoría de los argentinos eligió en 2015. Y que implica romper este ciclo de décadas de fracasos que ha hecho que un país con enorme riqueza potencial y gran desarrollo posible tenga que convivir con la desigualdad y la pobreza que tiene.

- En la dinámica de la política, las PASO siguen siendo obligatorias, pero ya no son primarias. Y su costo insume $ 3.000 millones. ¿Deben ser eliminadas?

- Lo interesante es que las PASO prácticamente no existen en el mundo. Es un invento argentino al cual hay que analizar a partir de lo que ha sido su experiencia y su implementación, en el marco de una reforma política más amplia, cuya primera parte ya tiene media sanción. No hay que olvidarse de que en el Senado hubo una comisión que no quiso tratarlo. Y no se pudo implementar que en esta elección tengamos una boleta única electrónica. La reforma es una de las prioridades para sanear el sistema político y consolidar un proceso de confianza con los ciudadanos.

- El presidente, Mauricio Macri, le reclamó al gobernador de Tucumán, Juan Manzur, en mayo de 2016, que eliminara “esa cosa rara que tienen los tucumanos, que es el acople”. La reforma fue la primera promesa de Manzur como gobernador. ¿Cómo evalúa la Nación que el Gobierno tucumano no haya avanzado en esta materia?

- No tenemos duda de que la mayoría de los tucumanos clama por una reforma política en la provincia. Y el gobernador tiene todavía dos años y medio para honrar su palabra. Debe tomar la decisión junto con el peronismo acerca de si van a seguir teniendo un sistema que promueve la distorsión de la voluntad los votantes y la poca transparencia, o si va a honrar su palabra y va a liderar una transformación del sistema político.

- ¿Cómo sigue la relación de la Casa Rosada con Manzur? ¿Sigue siendo buena o desmejoró? Porque el Gobierno tucumano se encarga de transmitir que esa relación ha empeorado, desde la perspectiva del oficialismo tucumano. Sobre todo, a partir de los cuestionamientos de la Provincia referidos a que la Nación no atendió el pedido de ayuda para los inundados, lo cual ha sido desmentido por el titular del Plan Belgrano, José Cano.

- El 11 de diciembre de 2015, al día siguiente de asumir su cargo, el presidente convocó a los 24 gobernadores y les planteó trabajar en equipo, independientemente del color político. Y ese es un trabajo que hemos honrado y hemos logrado grandes cosas en conjunto. También se ha podido avanzar en muchas cosas con el gobernador Manzur y por más de que está claro que estamos en veredas políticas distintas, sus críticas o la de su gobierno no van a generar un deterioro de esa relación institucional. No vamos a reeditar otras épocas en las que una crítica después significara una consecuencia en el día a día de la gestión. Más allá de instar siempre a que el diálogo sea constructivo y se base en la verdad. En el caso de los inundados están más que claras las obras que estamos haciendo en La Madrid, el trabajo que el Sistema de Emergencias ha desarrollado desde el primer día en el lugar y que ha aportado también en la reconstrucción. Lo cual no quita que pueda haber desacuerdos sobre algunas definiciones, pero en general nuestra presencia ha sido muy fuerte desde el primer día y está claro que si a las obras las hubieran hecho antes, o si las hubieran realizado los gobiernos provinciales, no estaríamos lamentando la recurrencia de inundaciones.

- El vicegobernador, Osvaldo Jaldo, lidera la lista del oficialismo. Cano lo ha cuestionado advirtiendo que la candidatura será testimonial y que su pedido de licencia a la Legislatura es una puesta en escena. Pero con respecto a su caso, Cano ha respondido que la Nación aún no ha resuelto qué deben hacer los funcionarios que sean candidatos. Le traslado la consulta.

- Le puedo garantizar que no vamos a tener candidaturas testimoniales y espero que el Gobierno y el peronismo tucumanos puedan garantizar lo mismo, porque ya en el pasado ha dicho esto y no lo ha cumplido. La candidatura testimonial es una estafa a los votantes. Tal como dijo Cano, vamos a resolver en los próximos días un criterio para aquellos funcionarios (que se postulan) acerca de cuándo van a renunciar. No hay dudas de que no habrá testimoniales.

- El Gobierno eliminó 70.000 pensiones para discapacitados y, ante los reclamos, se anunció que la medida sería revisada. La oposición ha dicho al respecto que el período de “ensayo/error” ya está agotado. ¿El Gobierno se equivoca demasiado?

- En primer lugar, la vicepresidenta (Gabriela Michetti) ha lanzado hace un mes con el apoyo de todo el Gobierno un Plan Nacional de Discapacidad porque nunca antes hubo una política integral para el cuidado y la asistencia y, al mismo tiempo, para la promoción de la situación de las personas con discapacidad. Hay una necesidad de apoyo de los más vulnerables, a los que hay que sostener y cuidar; pero también hay que pensar una política de igualdad de oportunidades. En segundo lugar, ratificar que toda persona con discapacidad que está recibiendo una pensión, va a seguir recibiéndola: es muy importante dejar esa tranquilidad. Lo tercero: en todo caso, la implementación de distintas políticas en el contexto de un Estado tan deteriorado, sin información, sin transparencia, muy cruzado por intereses particulares o por clientelismo, requiere estar muy atentos y cerca del territorio, mejorando esa realidad. Y también estar atentos respecto de que, cuando hay situaciones que corregir, se las corrija. En ningún caso creemos que esos sean errores que atentan contra la intención de lo que estamos haciendo: ayudar a los argentinos a vivir mejor, cuidarlos y darles las herramientas para que puedan desarrollar sus proyectos de vida, no importa en qué lugar del país hayan nacido.

- ¿Cuál es la autocrítica que hace, a un año y medio de gestión?

- Uno tiene que combinar la capacidad de estar todo el tiempo repensando cómo hacer mejor las cosas y, al mismo tiempo, ratificar las razones de para quién y para qué trabajamos. Las autocríticas muchas veces tienen que ver con la implementación, con encontrarle la vuelta a este contexto complejo, pero sobre todo a estar muy atentos a nunca perder el foco de la razón de por qué estamos acá. Siento que nuestro Gobierno está liderado por un Presidente que está trabajando con mucho entusiasmo y humildad para mejorar la realidad, y por un equipo que está honrando ese compromiso de cambio. El balance es muy positivo. Muchas veces decimos que competimos contra el cinismo y la desesperanza y la resignación, más que con rivales políticos. Todavía se combinan miedos, resignaciones, dudas acerca de si se podrá o no. Vamos a tener que convivir con eso durante un tiempo. Muchas cosas que logramos parecían imposibles. Y nos va a pasar lo mismo en los próximos dos años, porque lo central es que no logramos como Gobierno, sino que lo logramos juntos como argentinos.