San Martín se quedó sin respuestas y volvió a perder en La Ciudadela

San Martín se quedó sin respuestas y volvió a perder en La Ciudadela

Independiente Rivadavia profundizó la debacle del equipo de Cagna. Video.

Los argumentos futbolísticos que muestra San Martín para ser protagonista de un torneo en el que la mediocridad de los equipos es manifiesta, son muy escasos.

Esto volvió a quedar demostrado ayer en La Ciudadela, donde un equipo bien parado y con un libreto preestablecido como Independiente Rivadavia, desnudó la alarmante carencia individual y colectiva de un conjunto que, en los últimos partidos, perdió la brújula.

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El 2-1 con que se cerró la contienda, premió a los mendocinos los que, sin sobrarle nada, se aprovecharon de los “horrores” defensivos del local, que prácticamente le simplificó la tarea a un visitante que necesitaba con urgencia los tres puntos para seguir alimentando las chances de quedarse en la categoría.

Habrá que revisar detenidamente las estadísticas para encontrar una campaña tan pobre como la que San Martín está realizando jugando como local en este torneo. Los números no mienten. En la vuelta a la segunda categoría del fútbol argentino, los “Santos” sólo pudieron rescatar 29 puntos de los 57 que disputó como local. Eso significa una eficacia del 50%, una cosecha insignificante para un conjunto que, en algún momento del certamen, albergó las esperanzas de estar en la lucha por uno de los dos ascensos.

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Más allá de la tarea impresentable del árbitro Andrés Merlos, estaría fuera de lugar considerar que esta nueva derrota en casa, se debió exclusivamente al mal desempeño del juez. En rigor, no se puede eludir la realidad futbolística de San Martín.

Un espejismo

Es que salvo, los primeros minutos de la segunda parte, el “Santo” nunca pudo desplegar el juego que los hinchas fueron a presenciar en La Ciudadela. Es que careció del equilibrio necesario para imponer autoridad ante un adversario que tuvo a Fausto Montero, que regó el césped con una dinámica llamativa y de criterio para darle siempre un buen destino a la pelota. Esto le permitió cortar todo tipo de conexión futbolística entre los volantes locales.

Nuevamente este sector del campo de juego volvió carecer de ideas futbolísticas, porque salvo algunos destellos de Matías García, el resto estuvo lejísimos del nivel que necesita el equipo.

Es indudable que hay varios jugadores, que hasta hace poco eran titulares indiscutidos, que hoy muestran una actualidad reprochable. Eso se complica aún más, si tenemos en cuenta que cuando el técnico Diego Cagna buscó soluciones entre los suplentes, casi nunca las encontró.

Tras esta nueva desazón que regó de dudas a los tendidos de La Ciudadela, lo único que le queda al “Santo” es tratar de terminar lo mejor posible el torneo. Y, con tiempo, ponerse a pensar en el futuro que por ahora es verdaderamente incierto.

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