Concejales bussistas y radicales mantuvieron un fuerte cruce al analizar los hechos ocurridos en la década del 70. Ricardo Bussi aseveró que, según un documento que pidió incorporar al diario de sesiones del Concejo de la Capital, durante ése periodo de la historia argentina en el país se vivió una guerra. José Francisco “Lucho” Argañaraz y Agustín Romano Norri salieron al cruce de las afirmaciones del hijo del represor condenado por la Justicia Antonio Domingo Bussi.
“Busco hacer un humilde aporte para esclarecer lo que sucedió en los 70. Un tema que todavía presenta interrogantes. Quiero disertar sin provocaciones ni confrontar, quiero hacer un aporte sin creerme dueño de la verdad”, inició su alocución durante el período de manifestaciones generales Bussi, en la última sesión del Concejo.
El presidente de la bancada Fuerza Republicana tenía en sus manos una copia del diario de sesiones de la cámara de Diputados de Tucumán del 23 de diciembre de 1975. Allí, los presidentes de los bloques de la cámara baja tucumana reconocieron “a los miembros del Ejército que habían luchado en la provincia contra la subversión”. “Todo se resume a una pregunta: ¿hemos vivido o no los tucumanos una guerra en los 70? Todos los diarios de la época traían detalles de las bombas, los secuestros, información de la guerra. ¿Había dos bandos? Sí. ¿Tenían uniforme? Sí. ¿Tenían Banderas? Sí. ¿Tenían principios opuestos, secuestraban y mataban? Sí. ¿Fue o no una guerra? A pesar de esto hay sectores que no. La tarea a la que me aboqué fue investigar para encontrar una respuesta que selle este interrogante”, insistió el edil.
Bussi leyó la copia, que incluía una resolución aprobada por unanimidad por todos los diputados provinciales de 1975 (año en que se produjo el Operativo Independencia), y que rubricaron el presidente de Diputados, Eduardo Posse Cuezzo; el vice primero, Raúl Lechesi; el vice segundo, Alberto Herrera; el presidente del Frejuli, Hugo Lazarte; el presidente del bloque de Vanguardia Federal, Benito Orlando Ferreyra; y el presidente del bloque de la UCR, Pedro René Sánchez. El artículo 1 expresa “el apoyo pleno e incondicional a la heroica lucha que sostiene el Ejército argentino en nuestra provincia para erradicar del suelo patrio cualquier forma de extremismo, en la seguridad de representar el pensamiento de nuestro pueblo que reiteradamente se ha pronunciado por la consolidación de las mejores tradiciones nacionales, que son sinónimo de paz, trabajo y fraternidad, en el marco de las instituciones republicanas y democráticas, legitimadas por el libre ejercicio de la soberanía popular”.
“Esta pieza cierra sin lugar a dudas ese viejo debate que se inició en el kirchnerismo sobre si hubo o no una guerra en la década del 70. A partir de la guerra se sucedieron cosas que todos lamentamos, excesos, violaciones a los derechos humanos, bombas, secuestros extorsivos, asesinatos por la espalda de hombres, mujeres y niños. Eso es la guerra. Lo que ocurre en Afganistán, Siria. Como la tuvimos nosotros. Los que antes fueron soldados heroicos ahora son humillados”, fue el corolario del hijo del represor. Mientras acercaba una copia del documento al secretario del Concejo, la concejala María Belén Cruzado Sánchez (Tucumán Crece-PJ) se levantó de su banca para pedirle otra copia. La esposa del ex concejal del bussismo y del alperovichismo Javier Morof leyó con atención el documento, durante parte de la sesión.
La respuesta no se hizo esperar. Romano Norri, presidente de la bancada Acuerdo para el Bicentenario, cuestionó la línea argumental de Bussi. “Para que haya una guerra tiene que haber dos estados beligerantes. Acá no hubo beligerancia, hubo terrorismo de Estado y de un solo lugar. Por más que lean versiones taquigráficas. Hace poco en la legislatura decían mil maravillas de José López (ex secretario de Obras Públicas durante el kirchnerismo) y después lo corren del partido, por poner un ejemplo de las apreciaciones de los diarios de sesiones. No hubo guerra y no vamos a permitir nunca más terrorismo de Estado. Mi partido tiene la autoridad moral para afirmar esto”, disparó. Ningún concejal del peronismo intervino en la discusión.
Argañaraz también busco rebatir a Bussi: “que se tome un libro de sesiones del 75 para reivindicar el terrorismo de Estado, con la cantidad de muertos en la última dictadura cívico militar... En la resolución nada dice de que hay que ir a matar por matar, ni que hay que ponerse una capucha para sacar ciudadanos sin importar color de piel, gremialismo, ideología... Ahí tenemos el Pozo de Vargas, y aún quedan restos de personas cuyos familiares andan llorando todavía la ausencia de sus seres queridos. Y fundamentalmente lloran el no conocer si son ellos o no los que están enterrados ahí. Comparar esta resolución con el terrorismo de Estado, en donde secuestraban mujeres embarazadas, las picaneaban, se apropiaban de sus hijos y los vendían. Se apropiaban de sus bienes y firmaban transferencias”, arremetió enfurecido el concejal radical. Y agregó: “Obvio que condenamos cualquier tipo de terrorismo, pero en democracia existen los jueces, el derecho a la defensa. Los jefes militares usaban a los detenidos como polígonos de tiro. Justificar el terrorismo de estado con una resolución de una cámara... por favor. Hablan de que tenemos que cerrar las grietas. Que esa grieta nunca se cierre, que permanezca en la memoria del pueblo lo que significa usar todas las herramientas del Estado para hacer desaparecer gente. Ojalá que nunca más vuelva a ocurrir la desaparición de personas en nuestro suelo”.
“Cómo le explico a la hija del capitán (Humberto) Viola que se cercenaron derechos y que se mira con un solo ojo. Así no se cierran las grietas”, lo cruzó el bussista Eduardo Verón Guerra, en referencia al atentado del ERP en 1974. “No me arrepiento lo que digo, que de ese lado del recinto estén los que se vanaglorian del terrorismo de Estado y de este los que creemos en la democracia”, gritó el radical.