Los lácteos se han convertido en un producto suntuario. Los problemas de producción se evidenciaron en los precios de góndolas de alimentos como leche, yogur o manteca. De igual manera, ese inconveniente se registró en bebidas como el vino que subió más de un 110% en mayo último respecto de igual mes del año pasado. Y, si el paladar le exige postres o una colación intercomidas, también puede llevarse una sorpresa: el budín subió, en promedio, hasta un 90% y los flanes, un 55% interanual. Estos datos surge del relevamiento efectuado por la consultora especializada en consumo Focus Market.
Según el director de esa consultora, Damián Di Pace, “el caso de los lácteos es el más serio en términos de precio, ya que viene con un deterioro en los niveles de producción que arrastra, al menos, 18 meses”. “Durante ese período, se cerraron cerca de 450 tambos en la Argentina y el consumo per cápita en el país cayó cuatro litros. Además, las últimas inundaciones han causado un faltante del fluido que impacto en el valor final en góndola”, precisó ayer a LA GACETA el también asesor de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME)
Pese a esa perspectiva del lado del consumo, el secretario de Agricultura de la Nación, Ricardo Negri, afirmó que el sector lechero está “empezando a salir de la crisis” a partir de haberse registrado un incremento del 5% en la producción en la actividad que registraron los tambos en abril pasado, según informes oficiales. El valor de la leche pagada por la industria en abril pasado promedió los $ 5,29 por litro de leche cruda, cifra que también experimentó un alza intermensual del 2%. En cualquier góndola de un supermercado instalado en Tucumán ese litro de leche puede oscilar entre $ 20 y $ 25, de acuerdo con la marca.
En algunos casos, se ha evidenciado un incremento interanual cercano a los $ 5, de acuerdo con un relevamiento efectuado por nuestro diario.
Párrafo aparte merece la situación de la manteca que, durante los primeros cinco meses del año han experimentado un crecimiento en el precio del 21%, pero si se toman las mediciones efectuadas entre mayo de 2016 e igual mes de este año, la variación salta al 83,9%, según el informe de Focus Market. Di Pace explica que, en este producto, se ha dado en los últimos meses una situación poco habitual para el mercado argentino: la importación de manteca desde Uruguay.
Para efectuar las comparaciones, la consultora especializada en consumo tomó en cuenta la variación de precios interanual y intermensual 129 categorías de consumo masivo desde mayo 2016 a mayo de este año, la intermensual de abril a mayo y la acumulada de 2017. Así, por ejemplo, observó que hay alimentos que experimentaron subas superiores a la inflación. Algunos ejemplos:
• En alimentos: milanesas de soja hasta 32,2%; sopas hasta 28,6%; papas fritas congeladas hasta 66,3%; salsas deshidratadas hasta 57,2% y condimentos hasta 59,5 %
• En postres: flanes hasta 55,5%; alfajores hasta 44,8% y budines hasta 90,4%.
• En bebidas: Fernet hasta 48 %, vinos medios hasta 79,1% y vinos comunes hasta 116,1%.
Los precios de estos alimentos, además, sintieron el impacto del traslado de mayores costos al mercado interno. Según Di Pace, aún quedan resabios de los costos tarifarios, pero que paulatinamente dejarán de impactar en el valor de los alimentos de consumo masivo.
La inflación de este mes probablemente se acerque a 1%, sostiene Economía & Regiones. “Hay chances que la inflación caiga por debajo del 1% en la segunda parte del año y la meta de inflación pase a estar mucho más cerca de lo que la mayoría (no nosotros) piensa. No es fácil, pero todavía hay posibilidades de cumplir la meta oficial del 17%”, indica la consultora.