Por estos días, el paisaje de las afueras del Predio Ferial se verá desolador. Parecen las imágenes de una película de catástrofes naturales, pero lo real es que la Municipalidad capitalina tomó la decisión de desalojar con topadoras a los puesteros que se habían instalado en la vereda de la avenida Sáenz Peña. Es que desde hacía un tiempo la situación se había ido de las manos: ya no eran puestos ambulantes sino verdaderos locales construidos con material en plena vereda.
“El espacio público debe mantener siempre esa característica, que sea para todos, porque es de todos. En el momento en que alguien se adueña de ese espacio, deja de ser público. Esta administración puso en marcha un plan integral de ordenamiento del espacio público y en ese marco estamos actuando”, explicó por medio de un comunicado de prensa Walter Berarducci, secretario de Gobierno de la Municipalidad.
El operativo, en conjunto con la Policía Federal, buscó cumplir con la sentencia de la Cámara en lo Contencioso Administrativo, que estableció que se debe liberar la circulación peatonal y también vehicular en la zona de El Bajo, donde se habían instalado decenas de puestos de venta ambulante. “Hay gomerías, hay venta de sandwiches, venta de CD, comercio ilegal, se han montado estructuras de cemento”, detalló Juan Pablo Durán, subsecretario de Prensa y Comunicación Institucional del municipio, en una entrevista con el programa Los Primeros, de Canal 10. “A los puesteros les habíamos dado aviso verbal la semana pasada. Algunos, incluso, habían sacado sus cosas la noche antes del operativo”, agregó el funcionario en diálogo con LA GACETA.
Luego del paso de las topadoras los puestos quedaron completamente destruidos.