Hay un millón de pedacitos sembrados sobre el mesón del Instituto de Arqueología, así como hay un millón de hipótesis sobre lo que aquel hallazgo del 21 de febrero nos ha venido a decir. Será una paradoja, pero las miles de microfronteras que se han formado entre los fragmentos de la urna funeraria podrían estar hablando de un mundo pasado sin fronteras, o al menos no del modo en que las representamos por estos tiempos.
A medida que el equipo de arqueólogos y biólogos de la UNT arma el rompecabezas de lo que se encontró durante una obra en la Policlínica de Tafí Viejo, comienzan a aparecer algunos datos preliminares que encienden el entusiasmo y que abren nuevas y poderosas puertas en la investigación científica. Pero, por sobre todo, ese hallazgo histórico está cambiando la relación de las comunidades actuales con sus antepasados; de hecho, hay quienes han caído en la cuenta de que la historia taficeña no comenzó a escribirse con la llegada del ferrocarril, sino que la tierra del citrus estuvo poblada desde mucho antes (ver nota aparte).
El de febrero fue el primer rescate arqueológico del que participó el Instituto en Tafí Viejo, por pedido de la propia Municipalidad. Durante la construcción de una rampa para la accesibilidad a la Policlínica, en pleno centro de la ciudad, los operarios se encontraron con restos arqueológico y pidieron la invervención de los universitarios. Dos meses después, los expertos pueden decir que se trata de una urna funeraria que contenía los restos de dos individuos, una mujer y un hombre adultos.
Por afinidad geográfica, los arqueólogos supusieron en un primer momento que podría tratarse de vestigios de la cultura Candelaria, cuyos testimonios arqueológicos en nuestra provincia han aparecido principalmente en las zonas piedemontanas y en El Cadillal. Pero luego de un análisis más detallado se dieron con que el tipo de cerámica es mucho más similar al que puede encontrarse en Tafí del Valle.
“Por eso, y hasta que no tengamos los resultados de análisis más precisos, no queremos hablar sobre a qué cultura pertenecen los restos. Solamente hemos comparado con nuestra base de datos y por el tipo de material y la forma de la urna nos acerca más a las poblaciones de Tafí del Valle que a las del llano”, explicó Guillermo Ortiz, coordinador de la Comisión de Patrimonio del Instituto de Arqueología de la UNT.
Datación
Un fragmento óseo y un molar se enviaron a Miami, Estados Unidos, donde se hará la prueba de espectrometría de masa (AMS) para determinar la datación de los restos encontrados. También se hará una prueba complementaria de isótopos de oxígeno para determinar si el individuo pertenecía a una población del llano, del valle o de la puna. Estas pruebas no pudieron hacerse en Argentina -aunque lo intentaron- porque los restos contaban con muy poco colágeno para la determinación convencional de carbono 14 (C14). Estiman que dentro de un mes estarán listos los resultados que permitirán saber con precisión a qué época pertenecieron. Por lo pronto estiman un amplio rango de entre 500 y 2.000 años de antigüedad.
Plena tarea
Algunos investigadores han intentado relacionar poblaciones como Tafí del Valle y Tafí Viejo, Colalao del Valle y San Pedro de Colalao, Amaicha del Valle con Amaicha del llano (en Bella Vista), pero no hay trabajos sistematizados sobre esos vínculos. “Es necesario romper con la idea de que las poblaciones antiguas eran compartimentos estancos y pensar en que había un tránsito y un vínculo fluido entre ellas. La delimitación de fronteras y las divisiones geográficas como las vemos ahora vinieron después de la colonia”, explica Soledad Ibáñez, becaria de Conicet que realiza su tesis en la comunidad indígena de Casas Viejas, en Tafí del Valle. Quizás la urna hallada en Tafí Viejo se convierta en una nueva ventana, abierta a investigaciones que encuentren entre esas poblaciones un vínculo mucho más estrecho que sus nombres.
> Las claves del caso
- El 21 de febrero, durante la obra de construcción de una rampa en la Policlínica de Tafí, los operarios se toparon con los restos arqueológicos.
- Luego de que la Policía Científica descartó que se tratara de un homicidio reciente o vinculado con la última dictadura militar, el municipio dio intervención a los arqueólogos.
- Por afinidad geográfica, en un principio se pensó que eran vestigios de la cultura Candelaria, pero luego se descartó esa hipótesis. Tiene más similitudes con la cultura Tafí. Se espera la datación para determinarlo.
- Fue el primer hallazgo de este tipo en Tafí Viejo.
> Zona poco explorada
La importancia de hacer estudios de impacto arqueológico antes de construir en la yunga
En los Valles abundan los hallazgos en buen estado de conservación, y es por eso que gran parte de las investigaciones se han centrado ahí. Pero poco se ha hecho en las zonas del piedemonte y en el llano en general. Los mayores hallazgos se dieron en El Cadillal, durante la construcción del dique. “No hay casi antecedentes en Tafí Viejo. Pero toda la zona de las yungas es potencialmente arqueológica y paleontológica. A medida que nos vayamos metiendo en la yunga vamos a seguir encontrando cosas, porque es muy posible que los pobladores de los Valles hayan bajado a proveerse de madera y plumas, por ejemplo. Por eso las constructoras y los Gobiernos tienen que entender que antes de hacer movimientos de suelo es necesario efectuar estudios de impacto arqueológico”, advirtió Osvaldo Díaz, uno de los arqueólogos que participó del rescate en Tafí Viejo.