Una persona que declaró ante la Policía removió el avispero en la búsqueda de Daiana Garnica, la joven de 17 años que desapareció el sábado de Alderetes. Si bien los investigadores explicaban que se barajaban todas las hipótesis, la que más fuerza tenía era la de un ataque del principal acusado, Darío Suárez. Sin embargo, tras la última declaración, comenzó a ganar fuerza la posibilidad de que fuera víctima de una red de trata de personas.
La pista del secuestro con fines de explotación sexual fue una de las que más fuerza tuvo al principio. Sin embargo, cuando se pidieron informes a las empresas de la Terminal de Ómnibus y colaboración a la Comisión Nacional de Regulación de Transporte, todos dijeron que ella no había viajado, según confirmó el fiscal Claudio Bonari a LA GACETA. Con todo, otras fuentes de la investigación afirmaron que se reflotó porque la persona que atestiguó dijo que la había visto el sábado a la joven en compañía de Suárez y que este la habría entregado a otro hombre. Aún falta que esta versión sea ratificada en Tribunales.
Dos allanamientos
Mientras un equipo de investigadores sigue esa hipótesis, otro se encuentra investigando si se trató de un femicidio. En ese sentido, se informó que se allanaron las casas del novio de Daiana y también del dueño del tabique ladrillero en que trabaja el principal sospechoso, y donde se creía que la habían arrojado. Las fuentes comentaron que en ninguna de las casas encontraron novedades de relevancia, pero que de igual manera se secuestraron los teléfonos de ambos para peritarlos. También se habló con el hombre que le pagaba a Daiana para que lo cuide, pero estiman que este no tiene nada que ver con la desaparición.
Además de estos allanamientos, se realizaron otros rastrillajes en descampados de la zona de El Corte -Alderetes- luego de recorrer las casi seis hectáreas que tiene el predio donde trabaja Suárez. El resultado de todos los operativos, hasta ahora, fue nulo. En cuanto a otras líneas de investigación, hay una que se encuentra prácticamente descartada: que la jovencita se fuera por su propia decisión. Según razonan entre los investigadores, ella salió sin dinero, sin ropa de repuesto y sin su celular, que quedó cargando. El aparato se convirtió en una de las pruebas más importantes del caso: allí se encuentran los mensajes que Suárez -amigo de la familia- le envió, citándola para ir a comprar; además, le pidió que no le dijera nada a su madre. La joven salió con él, pero sí le dijo a su mamá. Nunca más volvieron a verla.
El caso generó revuelo en la comunidad judicial por su gravedad. Tan es así que desde la fiscalía de Bonari se solicitó que la división Homicidios -a cargo de Hugo Cabezas, Sergio Juárez, Daniel Cuéllar y Diego Bernachi- casi en pleno se dedicara a su búsqueda, con la ayuda de varias divisiones de la Regional Este, incluyendo también a los Bomberos de la Policía y a los vigías de Banda del Río Salí. Por el momento, el caso sigue envuelto en misterio.
Familiares, vecinos y amigos de Daiana Garnica se concentrarán hoy en Tribunales para marchar por las calles céntricas hacia la Casa de Gobierno. La idea de la manifestación es exigir la aparición con vida de la muchacha de 17 años, desaparecida desde el sábado. Será la tercera vez que los allegados a la muchacha salen a las calles; primero cortaron la ruta 304 y luego la avenida Sarmiento, frente a los Tribunales. Si bien mantienen la esperanza de hallarla con vida, acusan a Darío Suárez por su desaparición.