BUENOS AIRES.- No será un Superclásico más el del domingo a las 17. En realidad ninguno lo es, pero lo que parece estar sobre la mesa de juego entre Boca y River es mucho e importante.
“Nos jugamos mucho y podemos darles vida a varios equipos. Nos va a marcar para seguir peleando ahí arriba. Es una gran oportunidad para poder descontarles puntos”, dijo Leonardo Ponzio en la antesala del partido en el que parece que Boca tiene más para perder.
Es que con un amplio plantel dedicado exclusivamente al torneo y con una diferencia de cuatro puntos sobre su más inmediato escolta, parece no poder dejar escapar el título. Quizás por eso, Guillermo Barros Schelotto decidió que Fernando Gago, fuente de fútbol para su equipo, no participe del entrenamiento de ayer para “cuidarlo y exigirlo”, según trascendió desde el cuerpo técnico.
El riesgo es grande y las estrategias de ambos trascienden lo futbolístico. El técnico de Boca, por ejemplo, conocedor de las semanas previas a estos partidos, aprovechó para quejarse de que no tienen un penal a favor desde hace un año, pero Ponzio lo minimizó. “Lo de Guillermo y los penales son chicanas típicas del Superclásico”. Está claro. El domingo habrá mucho en juego. (Especial-Télam)