La conexión Itatí-Tucumán está cada vez más firme

Pasan las horas y cada vez surgen más indicios de que la banda narco desbaratada en Itatí tuvo importantes conexiones en nuestra provincia; tan grandes que se sospecha que las operaciones de compras de grandes cantidades de marihuana se habrían acordado en el penal de Villa Urquiza.

Todas las miradas apuntan a la misma persona. Federico Sebastián “Morenita” Marín, uno de los eslabones más importantes de la organización por la que fueron detenidos Natividad “Roger” Terán -intendente de esa localidad correntina-, y su segundo, Fabio Aquino, entre otras personas.

El itateño fue detenido en nuestra provincia en agosto de 2011. Lo acusaron de haber trasladado más de 500 kilos de marihuana para los tucumanos Esteban Hernán Vides, Nelson Ariel Barrios, Jesús Marcos González y Antonio Lobo. Estos, que fueron condenados a más de cinco años de prisión, según los investigadores, habrían tenido previsto comercializar la “yerba” en esta y otras provincias del NOA.

“Él fue enviado para asegurar que la carga llegara y para garantizar el pago. Quería conocer a los posibles compradores y ampliar aún más el negocio. Lo pudo hacer, a pesar de que estuvo arrestado por lo menos de cinco años”, aseguró una fuente de la Justicia Federal que explicó los detalles de esta operación.

Los pesquisas entienden que, aprovechando su encierro en el penal de Villa Urquiza, “Morenita” firmó acuerdos en nombre de su organización con otros narcos de la provincia. Entre otros aparecerían los nombres de Carla “La Jefa” Sánchez, la banda de “El Gordo Vaca” y la de Julio César Trayán. Todos estos tienen una particularidad: la Justicia los procesó por enviar la “yerba” a otras provincias de la región.

Marín, según trascendió en las últimas horas, fue condenado en 2014 y recuperó la libertad al año siguiente. Volvió a su Itatí natal, donde siguió involucrado en el negocio narco. No habían pasado siquiera seis meses cuando la Justicia pidió su detención. Desde enero de 2016 se encuentra prófugo. Creen que está en Paraguay, país donde no sólo hizo contactos para adquirir hasta unos 6.000 kilos marihuana por semana, sino que además usa para esconderse de la Ley.

1) LA CAPTURA
La Federal le arruinó el festejo
En un ventoso día de agosto de 2011, Federico Sebastián “Morenita” Marín fue detenido por personal de la División Drogas Peligrosas de la Policía Federal y de la Digedrop en un campo de la localidad de Villa Fiad, en Leales.  Los pesquisas, al ingresar al inmueble que estaba rodeado por un muro de entre tres y cuatro metros de alto, encontraron unos 500 kilos de marihuana que habría sido traslada por el correntino. Además, estaban allí compradores, la mayoría de ellos tucumanos. Creen que esa reunión era para cerrar la operación. Hasta tenían pensado comer un asado para festejar.

2) El intento de Fuga
Sorpresa en plena Villa Luján
Por orden de la Justicia Federal, “Morenita” fue alojado en un calabozo de la Seccional 7°, ubicada en el corazón de Villa Luján. Meses después, casi de casualidad, un policía observó que la celda no tenía candado y que el detenido estaba guardando sus objetos personales en una bolsa. Pelearon y el efectivo logró ingresarlo nuevamente al calabozo. En la investigación, en la que fueron procesados varios uniformados, los testigos coincidieron en señalar que había un auto estacionado afuera que se marchó raudamente después del incidente. Se sospecha que ese vehículo lo estaba esperando para escapar.

3) La condena
Acordaron un juicio abreviado
Marín, Esteban Hernán Vides, Nelson Ariel Barrios, Jesús Marcos González y Antonio Lobo fueron condenados el 2 de febrero de 2014 en un juicio abreviado. Por el acuerdo al que arribaron el fiscal y los defensores, el Tribunal Oral Federal les terminó aplicando condenas de 5 años y 11 meses. Todos los sentenciados comenzaron a recuperar la libertad en forma condicional desde junio de 2015. En junio de 2017 se les iba a dar por cumplida la pena que les impuso el tribunal. Fuentes confirmaron que fueron condenados por transporte, tenencia y comercialización de drogas.

4) El negocio
Villa Urquiza, ¿base de las operaciones? 
Los pesquisas creen que “Morenita”, dentro de las frías y húmedas paredes del penal de Villa Urquiza, siguió adelante con el negocio. Desde allí mantenía contactos con el resto de la organización, que estaba creciendo de manera impresionante en Itatí, su ciudad natal. Desde la Procuraduría de Narcocriminalidad se sostiene que en los últimos cinco años, a la organización que manejaba Marín se les secuestro unos 8.753 kilos de marihuana. Se sospecha que él actuó como nexo entre los correntinos y los narcos tucumanos; estos últimos compraban la droga al por mayor.

5) La desaparición
Dudas sobre un régimen de libertad
Desde la Justicia Federal se confirmó que “Morenita” salió de prisión en agosto de 2015, pero no se informó sobre el régimen que debía cumplir. Tampoco se pudo determinar si Marín fijó un domicilio en esta provincia o si se le permitió regresar a su Itatí natal y que cumpliera con ese trámite en Corrientes. Lo único concreto es que la Justicia pidió su detención en enero de 2016. Al parecer, se lo habría declarado prófugo por no haberse presentado a ser juzgado por el intento de fuga del que estaba acusado. Otras fuentes no descartan que haya violado el régimen de libertad que le concedió el Tribunal Oral Federal.

6) Los problemas
Se escapó dos veces en menos de 10 días 
Marín, según los informes de la Justicia Federal, volvió a quedar en la mira de los investigadores al haber sido descubierto trasladando marihuana seis meses después de haber recuperado la libertad. El 29 de enero de 2016 logró esconderse del personal de Gendarmería Nacional en la localidad correntina de San Cosme. El 10 de febrero del mismo año, en un control ubicado cerca de Paso de la Patria, volvió a huir de los uniformados. En los dos procedimientos, llamativamente, sí detuvieron a sus cómplices. Se estima que en ambos procedimientos se incautaron más de 500 kilos de “yerba”.

7) Los vínculos
Una organización familiar
“Morenita” no es ajeno a la banda desarticulada en Itatí. Es cuñado de Fabio Aquino, el segundo de Natividad “Roger” Terán,       el intendente de esa ciudad. Estos fueron detenidos por ser sospechosos de integrar una banda narco que trasladaba marihuana, al menos, a siete provincias. La Justicia, además, detuvo al hermano del presidente del Concejo Deliberante de esa localidad cuando fue descubierto trasladando centenares de kilos de marihuana. Luis “Gordo” Saucedo, uno de los prófugos, está casado con otra hermana del viceintendente itateño.

8) Los roles
Cada uno tenía su territorio de venta
Los integrantes de esta organización, según la hipótesis que manejan los investigadores, se habían separado los mercados. “Natividad” Terán y Aquino, por ejemplo, fueron detenidos por llevar  “yerba” a Buenos Aires. “El Gordo” Saucedo, en cambio, negociaba con Los Monos, la temida banda narco que copó Rosario. En tanto -siempre según las pistas que manejan los pesquisas- “Morenita” tenía a su cargo todo el NOA. Con base en nuestra provincia, el prófugo también habría enviado droga a Santiago del Estero, Salta y Jujuy, según las líneas que se investigan.

9) Red de protección
La banda podía moverse sin dramas
El grupo de narcotraficantes se movía con total impunidad. En la causa, testigos aseguran que desembarcaban la droga a 100 metros de donde se encontraba la base de Prefectura Naval, y que tenían contactos en Gendarmería Nacional, Policía Federal y la policía correntina. En los allanamientos que se hicieron el martes, las fuerzas encontraron 17 panes de marihuana en la sede de los federales y por lo menos 10 kilos en la comisaría de Itatí. Están detenidos los jefes de las tres fuerzas de seguridad que debían dedicarse a la lucha contra el narcotráfico.

10) Más sospechas
Un gendarme está en la mira
A los funcionarios judiciales les resulta extraño que “Morenita” Marín haya podido escaparse de dos controles de Gendadermería Nacional en menos de 10 días. Y esas dudas cobran mayor fuerza si se tiene en cuenta que por esta causa quedó detenido un comandante de la fuerza. En las escuchas telefónica figura que Fernando Alcaraz se quejaba porque había sido trasladado de Corrientes a Córdoba. A su interlocutor le avisó que estaba esperando el retiro para dedicarse full time a la venta de marihuana. Se confirmó que el sospechoso daba clases de investigaciones antidrogas. 

11) Nuevas pistas
Analizan el trabajo de un juez federal
Los investigadores sostienen que el trabajo no terminará con la detención de “Morenita” Marín y de “El Gordo” Saucedo, los prófugos que tiene el caso. La tarea ahora está enfocada en el papel que cumplieron otras personas. En las últimas horas trascendió que analizan la actuación del juez federal Carlos Soto Dávila por su participación en la investigación de varias causas. Vale la pena aclarar que el secretario de leyes especiales del magistrado, Pablo Molina, fue trasladado por las denuncias que hay en su contra. También está sospechado un empleado del juzgado.

12) El reportaje
“Morenita” dijo ser un hombre común
En octubre de 2016, Marín se enfrentó a los tiros en el centro de Corrientes con personal de Gendarmería Nacional que lo estaba buscando. Luego de ese incidente, ofreció una entrevista en una radio de esa provincia para contar lo que había sucedido. “Tuve problemas con la Justicia, no lo voy a negar, pero no soy un gran narcotraficante y no soy jefe ni de mi familia”, explicó en el reportaje. El itateño, que actualmente tiene 30 años, también habló sobre su vida: “Soy una persona común, que le gusta salir con la familia, jugar al fútbol, las carreras de caballos y pescar”, dijo “Morenita”.