23 Febrero 2017
Los restos precolombinos viajaron de Tafí Viejo a la capital y serán analizados en la UNT
RESCATE. Los arqueólogos excavaron en la vereda donde se encontró el material para extraer la urna y los huesos y para buscar más alrededor. Municipalidad de Tafí Viejo
Cajas etiquetadas, estantes llenos de trozos de cerámica, vasijas, bolsas y paquetes con material de rescate. Todo esto se concentra en la sala de reserva del área de Arqueología de la Dirección de Patrimonio, que funciona en el caluroso primer piso del Museo Histórico de la Provincia. Desde el martes por la tarde un nuevo inquilino ocupa esta habitación de la calle Congreso.
El nuevo huésped tendría entre 500 y 2.000 años de antigüedad. Se trata de los huesos que fueron encontrados debajo de la tierra la mañana del martes, en la vereda del policlínico de Tafí Viejo. Después del hallazgo, realizado por operarios que trabajaban en una obra, los arqueólogos responsables del rescate llegaron al lugar para iniciar su trabajo. “Había que hacerlo urgente porque estaba muy expuesto en la calle”, afirmó Osvaldo Díaz, responsable del área de Arqueología de Patrimonio. Él encabezó la extracción junto con su colega Guillermo Ortiz.
El arqueólogo sostuvo que este tipo de hallazgo es muy poco frecuente en un contexto tan alterado. “Son rarísimos. Uno no se imagina que con la cantidad de obras construidas en una ciudad todavía se sigan encontrando estos restos”, observó. Agregó que siguieron excavando en el sector por si encontraban algo más, pero sólo se toparon con unas cañerías instaladas a escasos centímetros de los huesos.
La urna y el cadáver del individuo estarían casi completos. Aparecieron el cráneo, la mandíbula superior, huesos largos de brazos y piernas, la cadera y algunos dedos y costillas. “El estado de conservación de los huesos es muy bueno”, apuntó Díaz.
Según los especialistas, se trataría de restos prehispánicos, es decir, de existencia previa al desembarco de los españoles en América en 1492. Además, en función de la coloración de la cerámica hallada, podría haber sido un integrante de la cultura Santa María.
La investigación
Los restos humanos y de la urna funeraria están envueltos y acomodados en tres cajas en la sala arqueológica del museo. Estos paquetes serán abiertos mañana y permanecerán allí entre 20 días y un mes, para que la humedad se seque naturalmente. Cumplido este tiempo se podrá comenzar la etapa de análisis.
El material será trasladado al Instituto de Arqueología y Museo de la Universidad Nacional de Tucumán para su limpieza, estudio y reconstrucción. Díaz adelantó que se van a hacer varios análisis para determinar el sexo, la edad, las características de los sedimentos y si hubo alguna patología causante de la muerte.
Por otra parte, Javier Noguera, intendente de Tafí Viejo, manifestó a los investigadores el interés del municipio por someter los restos de huesos a un estudio de carbono 14. Este método, que se aplica en el Laboratorio de Radiocarbono (ex Latyr) de La Plata, permite precisar la antigüedad del individuo.
“La mayoría de los materiales orgánicos absorben carbono mientras están vivos y cuando mueren comienzan a perderlo. Lo que se mide en el análisis es esa pérdida y con los estándares predeterminados se conoce la fecha de muerte”, explicó Díaz.
El arqueólogo estimó que este proceso de investigación podría arrojar resultados precisos hacia mediados de año. Además, comentó que están conversando con el municipio para que se pueda hacer una exhibición de estos y de otros restos en un futuro museo que podría abrirse en Tafí Viejo.
Según Díaz, la idea es que las piezas vuelvan siempre al lugar donde aparecieron y, en caso de que exista la comunidad originaria, esta participe en esos procedimientos.
El nuevo huésped tendría entre 500 y 2.000 años de antigüedad. Se trata de los huesos que fueron encontrados debajo de la tierra la mañana del martes, en la vereda del policlínico de Tafí Viejo. Después del hallazgo, realizado por operarios que trabajaban en una obra, los arqueólogos responsables del rescate llegaron al lugar para iniciar su trabajo. “Había que hacerlo urgente porque estaba muy expuesto en la calle”, afirmó Osvaldo Díaz, responsable del área de Arqueología de Patrimonio. Él encabezó la extracción junto con su colega Guillermo Ortiz.
El arqueólogo sostuvo que este tipo de hallazgo es muy poco frecuente en un contexto tan alterado. “Son rarísimos. Uno no se imagina que con la cantidad de obras construidas en una ciudad todavía se sigan encontrando estos restos”, observó. Agregó que siguieron excavando en el sector por si encontraban algo más, pero sólo se toparon con unas cañerías instaladas a escasos centímetros de los huesos.
La urna y el cadáver del individuo estarían casi completos. Aparecieron el cráneo, la mandíbula superior, huesos largos de brazos y piernas, la cadera y algunos dedos y costillas. “El estado de conservación de los huesos es muy bueno”, apuntó Díaz.
Según los especialistas, se trataría de restos prehispánicos, es decir, de existencia previa al desembarco de los españoles en América en 1492. Además, en función de la coloración de la cerámica hallada, podría haber sido un integrante de la cultura Santa María.
La investigación
Los restos humanos y de la urna funeraria están envueltos y acomodados en tres cajas en la sala arqueológica del museo. Estos paquetes serán abiertos mañana y permanecerán allí entre 20 días y un mes, para que la humedad se seque naturalmente. Cumplido este tiempo se podrá comenzar la etapa de análisis.
El material será trasladado al Instituto de Arqueología y Museo de la Universidad Nacional de Tucumán para su limpieza, estudio y reconstrucción. Díaz adelantó que se van a hacer varios análisis para determinar el sexo, la edad, las características de los sedimentos y si hubo alguna patología causante de la muerte.
Por otra parte, Javier Noguera, intendente de Tafí Viejo, manifestó a los investigadores el interés del municipio por someter los restos de huesos a un estudio de carbono 14. Este método, que se aplica en el Laboratorio de Radiocarbono (ex Latyr) de La Plata, permite precisar la antigüedad del individuo.
“La mayoría de los materiales orgánicos absorben carbono mientras están vivos y cuando mueren comienzan a perderlo. Lo que se mide en el análisis es esa pérdida y con los estándares predeterminados se conoce la fecha de muerte”, explicó Díaz.
El arqueólogo estimó que este proceso de investigación podría arrojar resultados precisos hacia mediados de año. Además, comentó que están conversando con el municipio para que se pueda hacer una exhibición de estos y de otros restos en un futuro museo que podría abrirse en Tafí Viejo.
Según Díaz, la idea es que las piezas vuelvan siempre al lugar donde aparecieron y, en caso de que exista la comunidad originaria, esta participe en esos procedimientos.
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