26 Enero 2017
El nuevo complejo semaforizado que se instaló en la zona de la rotonda de la avenida Belgrano-Presidente Perón y Camino del Perú comenzó a funcionar esta mañana, desde las 8. Los semáforos permitirán ordenar la circulación en esa intersección que tiene un elevado nivel de tránsito.
La avenida Belgrano es una vía de circulación importante, que conecta en el sentido este -oeste a San Miguel de Tucumán con la vecina ciudad de Yerba Buena. En tanto, el Camino del Perú conecta la franja oeste del municipio capitalino y la zona este de la “Ciudad Jardín” con localidades muy pobladas como San José, Villa Carmela y Tafí Viejo.
Con la semaforización de la rotonda de la avenida Belgrano-Perón y Camino del Perú, la capital tucumana se queda solamente con dos rotondas que no necesitan de semáforo: la de la plazoleta Dorrego y la de San Cayetano todavía cumplen con la función de distribuir el tránsito sin necesidad de instalar las luces señalizadoras.
Consultados por LA GACETA cuando fue el anuncio oficial de que instalarían semáforos, urbanistas explicaron que algunos de las rotondas quedaron chicas para la cantidad de vehículos, pero que otras fueron remodeladas y achicadas pensando que de esa manera mejoraría la fluidez pero que, al contrario, achicarlas sólo empeora los problemas, obligando a colocar semáforos.
El nuevo complejo semaforizado que se instaló en la zona de la rotonda de la avenida Belgrano-Presidente Perón y Camino del Perú comenzó a funcionar esta mañana, desde las 8. Los semáforos permitirán ordenar la circulación en esa intersección que tiene un elevado nivel de tránsito.
La avenida Belgrano es una vía de circulación importante, que conecta en el sentido este -oeste a San Miguel de Tucumán con la vecina ciudad de Yerba Buena. En tanto, el Camino del Perú conecta la franja oeste del municipio capitalino y la zona este de la “Ciudad Jardín” con localidades muy pobladas como San José, Villa Carmela y Tafí Viejo.
Con la semaforización de la rotonda de la avenida Belgrano-Perón y Camino del Perú, la capital tucumana se queda solamente con dos rotondas que no necesitan de semáforo: la de la plazoleta Dorrego y la de San Cayetano todavía cumplen con la función de distribuir el tránsito sin necesidad de instalar las luces señalizadoras.
Consultados por LA GACETA cuando fue el anuncio oficial de que instalarían semáforos, urbanistas explicaron que algunos de las rotondas quedaron chicas para la cantidad de vehículos, pero que otras fueron remodeladas y achicadas pensando que de esa manera mejoraría la fluidez pero que, al contrario, achicarlas sólo empeora los problemas, obligando a colocar semáforos.
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