10 Enero 2017
Reducir la inflación acortará la brecha salarial
Especialistas coincidieron en que la suba de precios es el principal problema que lleva a una desigual distribución de los ingresos. En el tercer trimestre de 2016, las clases más bajas llegaron a ganar $ 8.000; los más ricos ganaron entre $ 22.500 y $ 274.000.
DIFERENCIA. Hay un gran sector de la sociedad que tiene sueldos de hasta $ 8.000. Con quienes ganan hasta $ 274.000, la disparidad es de 25,6 veces. foto de archivo
El Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec) publicó el jueves un informe que reflejó cifras alarmantes: 12 millones de argentinos que perciben algún tipo de ingreso ganaron menos de $ 8.000 (por mes) durante el tercer trimestre del año pasado. En paralelo, el sector más rico del país recibió un salario 25,6 veces más elevado (entre $ 22.500 y $ 274.000) que el segmento menos pudiente. Así, se amplió la brecha entre ricos y pobres, ya que en el segundo trimestre esa diferencia era de 23,2 veces.
LA GACETA entrevistó a distintos especialistas del ámbito económico local para conocer su opinión acerca de esta brecha salarial, que parecería ampliarse cada vez más.
Ana María Cerro, doctora en Economía, señaló que el deterioro de los ingresos de los más pobres “responde a años de malas políticas macroeconómicas”.
Como primera razón, mencionó la inflación. Para la docente, “contribuye significativamente a deteriorar la distribución del ingreso”. “Los pobres tienen mayor proporción de activos e ingresos expuestos a la inflación. Con altas tasas como las que experimentó la economía argentina, principalmente desde 2012, impactó directamente sobre la distribución. En ese caso se producía un contrasentido: lo que se otorgaba mediante planes sociales con transferencia de dinero para mejorar el ingreso de los más pobres, se lo quitaba por otro con las altas tasas de inflación”, explicó la directora del Instituto de Investigaciones Económicas de la UNT.
Además, remarcó: “es un impuesto que recae sobre la cola izquierda de la distribución (las personas que menos ingresos tienen). En cualquier política de procesos inflacionarios se da un incremento de la brecha”.
Como segunda razón, hizo referencia a la poca dinámica del mercado laboral, tras la “destrucción de puestos de trabajo en el sector privado que se observó durante los últimos años”.
Poco impulso
“El modelo de la anterior administración, basado en el fomento del consumo y poco impulso a la inversión, que es la que genera puestos de trabajo genuinos, impactó sobre la dinámica del empleo. A ello debe sumarse el exceso de cargas sociales que impacta fuertemente en el mercado laboral formal”, comentó.
Además, señaló que hubo una una política productiva que fomentó la informalidad, por el “exceso de cargas sociales” afectando así “con mayor intensidad al sector de la población con menores ingresos: al no haber salto de productividad y sustentabilidad para el sector informal, los programas sociales de transferencias de dinero intentaron suplir a éstos, pero lo hicieron de una forma muy ineficiente”, consideró.
Como último desencadenante de la desigualdad en la distribución de los ingresos, apuntó a que “existen problemas estructurales relacionados con la baja calidad de los servicios públicos, bajo capital humano del sector de la población con menos ingresos (lo que lleva a una baja productividad), importantes diferencias entre regiones (principalmente entre la región pampeana y la región del norte del país) y un sistema impositivo regresivo”.
En cuanto a las políticas implementadas por el Gobierno de Mauricio Macri y su repercusión en la brecha salarial, Cerro opinó que todavía no ve una política macrista, sino “la intención de poner un poco de orden al desorden”, refiriéndose a la anterior gestión de Cristina Kirchner.
“No hay política fiscal para disminuir el nivel de impuestos o gastos. Por ello, no creo que se le pueda achacar al macrismo que haya contribuido a aumentar o disminuir la brecha”, sostuvo.
Consultada por el futuro próximo, aseguró que “es difícil mejorar la distribución del ingreso en el corto plazo. Hay políticas que impactan más rápidamente como por ejemplo las dirigidas a frenar la inflación. Otras que son más estructurales llevan más tiempo pero deben realizarse si el objetivo es lograr una sociedad más equitativa: mejorar el sistema tributario, disminuir cargas sociales, mejorar la eficiencia del sector público, mayor formación de capital humano, principalmente en educación y salud, al sector más vulnerable de la población”.
Por último, negó similitudes entre el macrismo y la gestión del ex presidente Carlos Menem: “los anuncios, de concretarse, van en la dirección correcta en cuanto a disminuir la brecha: frenar la inflación, reformar el sistema impositivo, fomentar la inversión, mejorar la eficiencia del gasto, etc.”, remarcó.
LA GACETA entrevistó a distintos especialistas del ámbito económico local para conocer su opinión acerca de esta brecha salarial, que parecería ampliarse cada vez más.
Ana María Cerro, doctora en Economía, señaló que el deterioro de los ingresos de los más pobres “responde a años de malas políticas macroeconómicas”.
Como primera razón, mencionó la inflación. Para la docente, “contribuye significativamente a deteriorar la distribución del ingreso”. “Los pobres tienen mayor proporción de activos e ingresos expuestos a la inflación. Con altas tasas como las que experimentó la economía argentina, principalmente desde 2012, impactó directamente sobre la distribución. En ese caso se producía un contrasentido: lo que se otorgaba mediante planes sociales con transferencia de dinero para mejorar el ingreso de los más pobres, se lo quitaba por otro con las altas tasas de inflación”, explicó la directora del Instituto de Investigaciones Económicas de la UNT.
Además, remarcó: “es un impuesto que recae sobre la cola izquierda de la distribución (las personas que menos ingresos tienen). En cualquier política de procesos inflacionarios se da un incremento de la brecha”.
Como segunda razón, hizo referencia a la poca dinámica del mercado laboral, tras la “destrucción de puestos de trabajo en el sector privado que se observó durante los últimos años”.
Poco impulso
“El modelo de la anterior administración, basado en el fomento del consumo y poco impulso a la inversión, que es la que genera puestos de trabajo genuinos, impactó sobre la dinámica del empleo. A ello debe sumarse el exceso de cargas sociales que impacta fuertemente en el mercado laboral formal”, comentó.
Además, señaló que hubo una una política productiva que fomentó la informalidad, por el “exceso de cargas sociales” afectando así “con mayor intensidad al sector de la población con menores ingresos: al no haber salto de productividad y sustentabilidad para el sector informal, los programas sociales de transferencias de dinero intentaron suplir a éstos, pero lo hicieron de una forma muy ineficiente”, consideró.
Como último desencadenante de la desigualdad en la distribución de los ingresos, apuntó a que “existen problemas estructurales relacionados con la baja calidad de los servicios públicos, bajo capital humano del sector de la población con menos ingresos (lo que lleva a una baja productividad), importantes diferencias entre regiones (principalmente entre la región pampeana y la región del norte del país) y un sistema impositivo regresivo”.
En cuanto a las políticas implementadas por el Gobierno de Mauricio Macri y su repercusión en la brecha salarial, Cerro opinó que todavía no ve una política macrista, sino “la intención de poner un poco de orden al desorden”, refiriéndose a la anterior gestión de Cristina Kirchner.
“No hay política fiscal para disminuir el nivel de impuestos o gastos. Por ello, no creo que se le pueda achacar al macrismo que haya contribuido a aumentar o disminuir la brecha”, sostuvo.
Consultada por el futuro próximo, aseguró que “es difícil mejorar la distribución del ingreso en el corto plazo. Hay políticas que impactan más rápidamente como por ejemplo las dirigidas a frenar la inflación. Otras que son más estructurales llevan más tiempo pero deben realizarse si el objetivo es lograr una sociedad más equitativa: mejorar el sistema tributario, disminuir cargas sociales, mejorar la eficiencia del sector público, mayor formación de capital humano, principalmente en educación y salud, al sector más vulnerable de la población”.
Por último, negó similitudes entre el macrismo y la gestión del ex presidente Carlos Menem: “los anuncios, de concretarse, van en la dirección correcta en cuanto a disminuir la brecha: frenar la inflación, reformar el sistema impositivo, fomentar la inversión, mejorar la eficiencia del gasto, etc.”, remarcó.