28 Diciembre 2016
CAPTURAS DE VIDEO
Un joven de 24 años está en coma como consecuencia de un violento y confuso enfrentamiento con la Policía. Mientras desde la fuerza sostienen que lo redujeron porque acababa de cometer un asalto, su familia asegura que se trató de un hecho injusto.
Todo comenzó el sábado a la tarde cuando un técnico de la empresa CCC denunció que había sufrido un asalto. Le dijo a la Policía que estaba trabajando en San Cayetano (sobre Anselmo Rojo al 100) cuando un delincuente lo apuntó con un arma, le quitó sus pertenencias y escapó por un pasillo. También aportó una descripción física del asaltante, que los policías hicieron circular por vía radial.
Según se informó desde la fuerza, dos motoristas del 911 identificaron al presunto ladrón (Miguel Pérez Reyes) y lo persiguieron hasta llegar a un asentamiento situado a pocas cuadras del lugar del robo. Allí le impartieron la voz de alto pero el joven habría sacado un arma y les habría apuntado a los motoristas. De acuerdo con la versión policial, uno de los uniformados sacó una escopeta y apuntó a los pies de Pérez Reyes; en ese momento se le abalanzó una mujer que buscaba proteger al joven, ambos forcejearon y salió un disparo de manera accidental. La posta de goma impactó en la sien de Pérez Reyes, que cayó al piso y los policías secuestraron el arma que llevaba, un revólver con tres cartuchos.
Siguiendo con esa versión, una multitud rodeó a los uniformados y comenzó a lanzarles palos, piedras y cascotes, golpeando a uno de los policías en la cabeza. Minutos después llegó una camioneta de la fuerza. Allí cargaron a Pérez Reyes y lo llevaron al hospital Padilla.
“Se está muriendo”
Distinta es la versión que aportó Ana Reales, la madre del joven herido. Ella reconoció que su hijo tiene antecedentes por robo y que es adicto a las drogas, pero aseguró que esta vez no cometió ningún delito. “Él estaba tomando con los amigos y vino la Policía buscando a uno que había robado. Mi hijo le dijo: ‘jefe, no hice nada, revíseme si quiere’, y lo revisaron y se fueron. Un rato después, cuando volvía a la casa, aparecieron los motorizados, lo encerraron y le pegaron un tiro. Cuando mi hijo ya estaba en el piso, le reventaron la cabeza con la Itaca”, relató Reales.
La mujer dijo que los vecinos comenzaron a gritar y a pedir que llamaran una ambulancia, pero nunca llegó. “Mi hijo estuvo más de 20 minutos en el piso, pidiendo ayuda, y la Policía le pegaba a la gente. Al final, entre cuatro o cinco mujeres lo alzaron y lo subieron a la camioneta”, agregó.
Ayer el joven seguía internado, en coma. “Mi hijo se está muriendo”, lamentó la mujer. “Los policías le hicieron esto porque mi hijo es adicto. Anoche fueron a mi casa y me amenazaron para que no haga la denuncia. Son dos policías que siempre les piden plata a los chicos adictos para que no los empapelen”, sostuvo Reales.
Todo comenzó el sábado a la tarde cuando un técnico de la empresa CCC denunció que había sufrido un asalto. Le dijo a la Policía que estaba trabajando en San Cayetano (sobre Anselmo Rojo al 100) cuando un delincuente lo apuntó con un arma, le quitó sus pertenencias y escapó por un pasillo. También aportó una descripción física del asaltante, que los policías hicieron circular por vía radial.
Según se informó desde la fuerza, dos motoristas del 911 identificaron al presunto ladrón (Miguel Pérez Reyes) y lo persiguieron hasta llegar a un asentamiento situado a pocas cuadras del lugar del robo. Allí le impartieron la voz de alto pero el joven habría sacado un arma y les habría apuntado a los motoristas. De acuerdo con la versión policial, uno de los uniformados sacó una escopeta y apuntó a los pies de Pérez Reyes; en ese momento se le abalanzó una mujer que buscaba proteger al joven, ambos forcejearon y salió un disparo de manera accidental. La posta de goma impactó en la sien de Pérez Reyes, que cayó al piso y los policías secuestraron el arma que llevaba, un revólver con tres cartuchos.
Siguiendo con esa versión, una multitud rodeó a los uniformados y comenzó a lanzarles palos, piedras y cascotes, golpeando a uno de los policías en la cabeza. Minutos después llegó una camioneta de la fuerza. Allí cargaron a Pérez Reyes y lo llevaron al hospital Padilla.
“Se está muriendo”
Distinta es la versión que aportó Ana Reales, la madre del joven herido. Ella reconoció que su hijo tiene antecedentes por robo y que es adicto a las drogas, pero aseguró que esta vez no cometió ningún delito. “Él estaba tomando con los amigos y vino la Policía buscando a uno que había robado. Mi hijo le dijo: ‘jefe, no hice nada, revíseme si quiere’, y lo revisaron y se fueron. Un rato después, cuando volvía a la casa, aparecieron los motorizados, lo encerraron y le pegaron un tiro. Cuando mi hijo ya estaba en el piso, le reventaron la cabeza con la Itaca”, relató Reales.
La mujer dijo que los vecinos comenzaron a gritar y a pedir que llamaran una ambulancia, pero nunca llegó. “Mi hijo estuvo más de 20 minutos en el piso, pidiendo ayuda, y la Policía le pegaba a la gente. Al final, entre cuatro o cinco mujeres lo alzaron y lo subieron a la camioneta”, agregó.
Ayer el joven seguía internado, en coma. “Mi hijo se está muriendo”, lamentó la mujer. “Los policías le hicieron esto porque mi hijo es adicto. Anoche fueron a mi casa y me amenazaron para que no haga la denuncia. Son dos policías que siempre les piden plata a los chicos adictos para que no los empapelen”, sostuvo Reales.