28 Noviembre 2016
QUEMANDO CAUCHO. Rosberg acelera su Mercedes, dejando sus huellas en el asfalto del circuito de Abu Dhabi.
La relación entre Lewis Hamilton y Mercedes no está pasando por el mejor momento. En repetidas oportunidades el campeón saliente de la “máxima” mostró públicamente su desagrado por algunas actitudes del equipo que parecían favorecer a su compañero alemán Nico Rosberg, que finalmente lo derrotó en la lucha por la corona.
En el GP de Abu Dhabi, que le puso punto final a la temporada 2016, hubo nuevamente polémica. El chispazo que encendió la mecha fue la orden que recibió Hamilton desde los boxes de no ralentizar el ritmo sobre el final, algo que le permitió al germano Sebastian Vettel (Ferrari) acercarse peligrosamente a Rosberg.
“Fue una pena esa petición. No entiendo por qué no nos han dejado competir. No hubo ni un solo momento en que pensara que podía perder la carrera. No sentí que hubiera ningún riesgo. No creo que hiciera nada peligroso. Yo controlé el ritmo. Teníamos el título de constructores así que sólo dependía de mí. No hice nada que perjudicara al equipo”, aseguró Lewis, molesto por la orden que le dio su equipo para que sea más veloz durante la competencia.
Claro que desde Mercedes tuvieron otro punto de vista y hasta se enfadaron porque Hamilton ignoró la orden que se le dio. “Hay una filosofía que hemos seguido a través de los años: no interferimos siempre y cuando se pueda garantizar que ganemos. Esta vez hubo una situación en la que calculamos que perderíamos la carrera porque Lewis iba cada vez más lento. Fue entonces cuando decidimos intervenir y él decidió ignorarlo”, explicó el austríaco Toto Wolff, máximo responsable del team.
“Yo mismo estaba en una situación esquizofrénica. Por un lado estaba el obsesivo del control, el líder de equipo que dicta reglas y todos deben obedecer. Y también estaba el piloto que hay en mí que cuestionaba qué habría hecho yo… Podríamos dejar correr siempre a nuestros pilotos, pero las consecuencias serían que ganaríamos menos carreras y perderíamos campeonatos. ¿Establece esto un precedente para el futuro? Esto es lo que tenemos que evaluar”, culminó.
Seguramente, el tema será motivo de análisis en la sede del team, aunque habrá que esperar al año próximo para saber sus consecuencias.
En el GP de Abu Dhabi, que le puso punto final a la temporada 2016, hubo nuevamente polémica. El chispazo que encendió la mecha fue la orden que recibió Hamilton desde los boxes de no ralentizar el ritmo sobre el final, algo que le permitió al germano Sebastian Vettel (Ferrari) acercarse peligrosamente a Rosberg.
“Fue una pena esa petición. No entiendo por qué no nos han dejado competir. No hubo ni un solo momento en que pensara que podía perder la carrera. No sentí que hubiera ningún riesgo. No creo que hiciera nada peligroso. Yo controlé el ritmo. Teníamos el título de constructores así que sólo dependía de mí. No hice nada que perjudicara al equipo”, aseguró Lewis, molesto por la orden que le dio su equipo para que sea más veloz durante la competencia.
Claro que desde Mercedes tuvieron otro punto de vista y hasta se enfadaron porque Hamilton ignoró la orden que se le dio. “Hay una filosofía que hemos seguido a través de los años: no interferimos siempre y cuando se pueda garantizar que ganemos. Esta vez hubo una situación en la que calculamos que perderíamos la carrera porque Lewis iba cada vez más lento. Fue entonces cuando decidimos intervenir y él decidió ignorarlo”, explicó el austríaco Toto Wolff, máximo responsable del team.
“Yo mismo estaba en una situación esquizofrénica. Por un lado estaba el obsesivo del control, el líder de equipo que dicta reglas y todos deben obedecer. Y también estaba el piloto que hay en mí que cuestionaba qué habría hecho yo… Podríamos dejar correr siempre a nuestros pilotos, pero las consecuencias serían que ganaríamos menos carreras y perderíamos campeonatos. ¿Establece esto un precedente para el futuro? Esto es lo que tenemos que evaluar”, culminó.
Seguramente, el tema será motivo de análisis en la sede del team, aunque habrá que esperar al año próximo para saber sus consecuencias.
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