Por LA GACETA
24 Noviembre 2016
Un hecho inusual y trascendente en el ámbito musical tucumano llegó a su fin. El Concurso Internacional de Piano, organizado por la Universidad de San Pablo T y el Ente Cultural de Tucumán, destinado a intérpretes, de entre 18 y 35 años, se desarrolló en el Teatro San Martín, entre el 14 y el 19 del corriente. El broche de oro, con los tres galardonados, tuvo lugar el lunes pasado en el Salón Dorado del Teatro Colón.
La idea de la competición comenzó a gestarse en febrero pasado por sugerencia del pianista croata Goran Filipec que había venido a Tucumán a tocar con la Orquesta Estable. A partir de ahí, los responsables de la Universidad y del Ente comenzaron a trabajar hasta concretar esta aventura musical que resultó altamente positiva.
Si bien años atrás hubo certámenes a nivel regional o nacional, este convocó a 54 jóvenes de varios lugares del mundo, de los cuales se seleccionaron 11, que fueron los que compitieron en Tucumán.
En octubre de 1993, en el marco del 45° aniversario de la Escuela de Artes Musicales de la UNT, se realizó el Concurso “Alex Conrad” para pianistas del Noroeste Argentino, organizado por esa institución conjuntamente con la Orquesta Juvenil de la UNT. Muchos años atrás, en octubre de 1972, se desarrolló el Concurso Nacional de Piano “Jean Constantinesco”, en homenaje al director rumano, radicado en Tucumán en 1952, que dirigió la Sinfónica Universitaria y desplegó una intensa labor docente.
El certamen que acaba de concluir, contribuye a colocar nuevamente a Tucumán en un sitio destacado en el ambiente musical. Uno de sus méritos radica en que se realiza en el interior del país y desempolva los pergaminos bien ganados por nuestra provincia, por cuyos escenarios pasaron Caruso, Saint-Saëns, Titta Ruffo, Arthur Rubinstein, Claudio Arrau, Wilhelm Backhaus, Henryk Szeryng, Walter Gieseking, Ruggero Ricci, André Navarra, Martha Argerich, entre cientos de famosos artistas.
De manera que la responsabilidad es grande. Sin duda, esta justa musical ha sido útil también para los alumnos y docentes de piano locales, que han tenido la posibilidad de escuchar a estos once jóvenes que tocaron en un elevado nivel. Es una manera de saber dónde se está parado académicamente y un estímulo para superarse aún más. Las filmaciones que se suban a YouTube pondrán en la mira de un público incalculable la performance de la Orquesta Estable, razón por la cual será un incentivo para evolucionar constantemente.
Los organizadores dijeron que el concurso se realizaría cada cuatro años, aunque ahora barajan la posibilidad de tres; hay quienes sugieren que en dos años se haga uno sólo a nivel latinoamericano. Cualquiera sea la modalidad del próximo acontecimiento, esta experiencia debe servir para analizar lo bueno, lo que faltó o lo que no se hizo bien. Sería positivo que, al contar con más tiempo, se consiguiera la sala principal del Colón para coronar el concurso, que hubiese pianos en óptimas condiciones para el estudio de los competidores, que llevara tal vez un nombre -el de Myrtha Raia, por ejemplo-. Se debería trabajar con intensidad para instalar el certamen en la comunidad -no sólo musical- para que lo sienta como propio, como un hecho trascendente que prestigia a Tucumán. Este primer Concurso Internacional de Piano ha sido, sin duda, uno de los hechos más destacados culturalmente en la celebración del Bicentenario de la Independencia.
La idea de la competición comenzó a gestarse en febrero pasado por sugerencia del pianista croata Goran Filipec que había venido a Tucumán a tocar con la Orquesta Estable. A partir de ahí, los responsables de la Universidad y del Ente comenzaron a trabajar hasta concretar esta aventura musical que resultó altamente positiva.
Si bien años atrás hubo certámenes a nivel regional o nacional, este convocó a 54 jóvenes de varios lugares del mundo, de los cuales se seleccionaron 11, que fueron los que compitieron en Tucumán.
En octubre de 1993, en el marco del 45° aniversario de la Escuela de Artes Musicales de la UNT, se realizó el Concurso “Alex Conrad” para pianistas del Noroeste Argentino, organizado por esa institución conjuntamente con la Orquesta Juvenil de la UNT. Muchos años atrás, en octubre de 1972, se desarrolló el Concurso Nacional de Piano “Jean Constantinesco”, en homenaje al director rumano, radicado en Tucumán en 1952, que dirigió la Sinfónica Universitaria y desplegó una intensa labor docente.
El certamen que acaba de concluir, contribuye a colocar nuevamente a Tucumán en un sitio destacado en el ambiente musical. Uno de sus méritos radica en que se realiza en el interior del país y desempolva los pergaminos bien ganados por nuestra provincia, por cuyos escenarios pasaron Caruso, Saint-Saëns, Titta Ruffo, Arthur Rubinstein, Claudio Arrau, Wilhelm Backhaus, Henryk Szeryng, Walter Gieseking, Ruggero Ricci, André Navarra, Martha Argerich, entre cientos de famosos artistas.
De manera que la responsabilidad es grande. Sin duda, esta justa musical ha sido útil también para los alumnos y docentes de piano locales, que han tenido la posibilidad de escuchar a estos once jóvenes que tocaron en un elevado nivel. Es una manera de saber dónde se está parado académicamente y un estímulo para superarse aún más. Las filmaciones que se suban a YouTube pondrán en la mira de un público incalculable la performance de la Orquesta Estable, razón por la cual será un incentivo para evolucionar constantemente.
Los organizadores dijeron que el concurso se realizaría cada cuatro años, aunque ahora barajan la posibilidad de tres; hay quienes sugieren que en dos años se haga uno sólo a nivel latinoamericano. Cualquiera sea la modalidad del próximo acontecimiento, esta experiencia debe servir para analizar lo bueno, lo que faltó o lo que no se hizo bien. Sería positivo que, al contar con más tiempo, se consiguiera la sala principal del Colón para coronar el concurso, que hubiese pianos en óptimas condiciones para el estudio de los competidores, que llevara tal vez un nombre -el de Myrtha Raia, por ejemplo-. Se debería trabajar con intensidad para instalar el certamen en la comunidad -no sólo musical- para que lo sienta como propio, como un hecho trascendente que prestigia a Tucumán. Este primer Concurso Internacional de Piano ha sido, sin duda, uno de los hechos más destacados culturalmente en la celebración del Bicentenario de la Independencia.
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