La comunidad católica cierra el Año de la Misericordia con una procesión y una misa

Tucumán cerrará esta tarde el Año de la Misericordia convocado por el papa Francisco para promover lo que llamó la "revolución de la ternura", favorecer la reconciliación y realizar obras de caridad a favor de pobres y excluidos. 

Cerca de las 19 comenzó la procesión de la Divina Misericordia, que partió desde la plaza Urquiza y siguió por calle 25 de Mayo hasta 24 de Septiembre, para confluir en la iglesia La Catedral. Los fieles ingresarán por Puerta Santa para participar de la misa que se oficia a las 20.30.

Por su parte, el arzobispo de Buenos Aires, cardenal Mario Poli, cerró la "puerta santa" de la catedral metropolitana, uno de los templos jubilares porteños donde los católicos pudieron obtener en este período la remisión de los pecados, cumpliendo una serie de requisitos.   

El resto de los obispos cumplió con el ritual del cierre del año jubilar en sus catedrales o templos establecidos para obtener la indulgencia plenaria, y el gesto será precedido por procesiones y peregrinaciones.   

Las comunidades católicas cumplieron en este período con el gesto de visitar a presos y enfermos, pero también dejaron "gestos concretos de misericordia" como la creación de centros para acoger a personas en situación de calle u hogares para atención de jóvenes adictos a las drogas.   

En el caso de la arquidiócesis de Tucumán, el fruto de este gesto es el Hogar de Cristo "Virgen de la Merced", un espacio considerado "amigable" donde personas en situación de calle encontrarán comida, ducha y una cama digna para descansar.   

El Papa abrió el jubileo extraordinario de la Misericordia el 8 de diciembre de 2015, solemnidad de la Inmaculada Concepción, y dispuso que el cierre en todo el mundo se efectuara este fin de semana.   

El pontífice clausurará formalmente el año jubilar en el Vaticano el próximo domingo, solemnidad religiosa de Cristo Rey, con el cierre de la "puerta santa" en la basílica de San Pedro.   

Francisco presidió durante este período varios jubileos, como el de los encarcelados y los excluidos, visitó a los enfermos, ancianos, refugiados y también, como lo hizo este viernes, a ex sacerdotes que se han casado y formado una familia.   

El Papa cerró este domingo el jubileo de los excluidos en la plaza de San Pedro del Vaticano, donde advirtió sobre la "esclerosis espiritual" de una época que no presta atención a quienes sufren, y destacó que "la misericordia es inclusiva".