ESTRENA HOY
• A las 22 en el Espacio Lola Mora del Ente Cultural (San Martín 251).
La historia ha tratado mal a Nicolás Maquiavelo. Considerado un maestro de la manipulación y del engaño, en realidad sus textos abordan esos temas desde una visión ética, irónica y crítica.
Un ejemplo de su cuestionamiento al doble discurso en el que vivía su sociedad en el final del siglo XV y los albores del siglo XVI está presente en “La Mandrágora”, la obra que Ricardo Salim estrenará esta noche en el Espacio Lola Mora, en la planta baja del edificio del Ente Cultural de la Provincia.
“Hasta esta obra, venía haciéndose teatro medieval arquetípico con un entorno picaresco y personajes sin sustancia, pero esta pieza marca un hito muy importante porque es la primera obra cómica y erótica que le da profundidad a los protagonistas y se adentra en su psicología. Maquiavelo escribió al mismo tiempo ‘El príncipe’ y ‘La Mandrágora’ mientras estaba exiliado, perseguido por los problemas políticos en Florencia, que es donde sitúa la obra”, explica.
La obra habla del amor que Calímaco, un joven rico, siente por Lucrecia, la esposa del viejo Calfucci. Para ser correspondido, busca la ayuda de su sirviente, de la madre de Lucrecia y de un sacerdote, en medio de mentiras y traiciones. “El motor es el deseo sexual, pero los temas centrales son la doble moral y la idea de que el fin justifica los medios, a los que critica ferozmente desde esta farsa. Maquiavelo era un moralista incorruptible y lo que plantea tiene una vigencia notable, ya que habla de la codicia, de la búsqueda del dinero, de las relaciones por interés, de las apariencias sociales perversas y de la religión que se declama pero cuyos preceptos no se respetan”, sostiene el director.
Salim agrega: “todos los días vemos gente que aparenta cosas que no tiene o que miente constantemente para lograr algo, son vendedores típicos de ilusiones”.
Los personajes están representados por artistas de la Fundación Teatro Universitario y del Elenco Estable de la Provincia: actúan Andrés D’Andrea, Sergio De Filippo, Ricardo Podazza, Sebastián Finkelstein, Claudia Fermoselle, Javier Maidana, Josefina Legorburu, Tina Herrera y Patricia Cudugnello. En la puesta, Salim mantiene el vestuario de época (fue escrita en 1517, cuando Maquiavelo tenía 48 años), aunque adaptó el texto a una duración de 80 minutos en vez de las tres horas originales, y la vistió con temas pop. El lugar elegido está estructurado como un teatro arena bifrontal con capacidad para 90 espectadores y gran cercanía con los actores y actrices, que interpretarán escenas ambientadas en un cruce de calles.
“El espacio me da la posibilidad de realizar una serie de juegos que en un escenario clásico me serían imposibles. Además, es un gran entrenamiento actoral, porque se logra una gran complicidad con el público”, concluye.