Canapino acaricia la gloria

Canapino acaricia la gloria

Está a medio punto de ser campeón del Súper TC 2000. Fue tercero y segundo en General Roca, donde Rossi metió un doblete.

FOTO Prensa STC2000 FOTO Prensa STC2000
07 Noviembre 2016

Todo está dado para que Agustín Canapino logre el título que le falta en el automovilismo argentino, el del Súper TC 2000. Es que en la undécima y penúltima fecha del torneo, que se realizó en el circuito rionegrino de General Roca, el Titán de Arrecifes subió al podio en las dos carreras que se realizaron y quedó a tiro de la consagración a pesar de las dos victorias de Matías Rossi (Toyota), el otro piloto que aún tiene chances -mínimas, por cierto- de lograr la corona.

SÁBADO DE SÚPER ACCIÓN

El sábado todo fue "color de Rossi", aunque al principio Facundo Ardusso (Renault) apuntaba a dar un batacazo. El santafesino, que era el gran rival de Canapino en la previa de esta cita, arrancó desde la pole position y parecía que iba a ganar, pero en plena porfía con Rossi, se pasó en una curva y se despistó por la rotura de una goma.

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"Perdimos la carrera por la bloqueada", contó el de Las Parejas, que abandonó y prácticamente se despidió allí de la lucha por el título. Su deserción posibilitó la victoria del Misil, que fue escoltado por Leonel Pernía (Renault) y el propio Canapino. "Tenía el auto para ganar y lo hice. No hay que bajar los brazos", sostuvo Rossi, que antes de la deserción de su rival ya había demostrado en varias oportunidades su intención de superarlo.

"No tengo mucho que festejar porque subí al podio gracias a un desgracia ajena y no por merito propio", admitió un mesurado Canapino, que llegó al último escalón del podio luego de largar sexto.

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DOMINGO CASI DE GLORIA

Agustín sabía que en la segunda competencia también debía sumar buenos puntos para mantener el primer lugar del campeonato. Hizo una buena clasificación y se ubicó segundo detrás de Rossi. En la largada no arriesgó demasiado, mantuvo la posición de escolta y cruzó la meta en el segundo lugar. Misión cumplida… Pese a tener 34,5 puntos de ventaja sobre Rossi cuando restan 35, Canapino prefirió no dar por ganada la corona: "sé que está la posibilidad, pero las carreras son impredecibles y no hay nada definido hasta que no se baja la bandera de cuadros. No me siento campeón. Insisto, las carreras hay que correrlas", dijo.

Rossi, el del fin de semana brillante, también fue realista con sus posibilidades. "Desde hace rato me siento debajo de la pelea. Agustín hizo un campeonato tremendo y merece ser campeón", admitió el de Del Viso, que igualó a Ernesto Bessone con 28 victorias en el segundo puesto del historial de ganadores que lidera Juan María Traverso con 68 éxitos. El podio de la prueba dominical lo completó Bernardo Llaver (Fiat), que aprovechó que Emiliano Spataro (Renault) levantó a metros del final para que Ardusso gane el cuarto puesto y pueda luchar por el subcampeonato.

"El sábado bloqueé porque la puesta a punto del auto estaba mal. El domingo se cambió el set up y no tuve el mejor grip trasero. No pedí el lugar de Spataro y entiendo que el equipo se lo ordenó", afirmó "Facu". Con Ardusso fuera de la pelea sigue el karma de Renault que ya lleva 23 años de sequía. La falta de decisión del equipo en los momentos claves como en Toay, donde a Leo Pernía no se le ordenó cederle el puesto a Ardusso y los abandonos de éste en la primera carrera de Santa Fe y este sábado, dilapidaron sus posibilidades.

El 27 de noviembre en Alta Gracia (Córdoba) habrá 35 unidades en disputa: 1 por la clasificación y 34 por la final. Será una fecha especial y sin penalizaciones. Es decir que Canapino podría festejar el sábado si Rossi no hace la pole. No hay dudas, el Titán ya golpeó las puertas de la gloria en el STC 2000. Solo le falta un paso para entrar y lograr ese título que tanto quiere.

(Texto de Darío Coronel)

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