30 Octubre 2016
Manzur advirtió a la Nación que no cambiarán “bolsas de cemento” por lealtad política
Los dichos del ministro Frigerio sobre que la oposición ganó las elecciones provinciales cayeron como una bomba en el oficialismo local. “Somos buenos, pero no tontos”, expresó Manzur. Jaldo y Alperovich también rechazaron la postura del macrista. Se tensa la relación con la Nación.
UNIDAD Y RECHAZO. El oficialismo provincial se mostró unido en las figuras de Jaldo, Alperovich y Manzur; los tres repudiaron duramente a Frigerio. la gaceta / fotos de josé nuno
“Yo, Juan Luis Manzur, juro por Dios y por la Patria y los Santos Evangelios desempeñar con lealtad y patriotismo el cargo de gobernador”. El juramento resonó en uno de los salones del Club Atlético San Antonio de Ranchillos. Los aplausos estallaron en ese instante. En las pantallas se sucedían las imágenes del día de las elecciones, de la “Plaza de la Lealtad”, de la asunción y de actividades de la gestión. En la mesa principal, Manzur y el vicegobernador Osvaldo Jaldo mostraban gestos de emoción. El tercer comensal era el ex gobernador, José Alperovich, sentado en el medio de ambos. Intercalaba palmadas en la espalda de su sucesor y cuchicheos con su ex ministro del Interior. Cuando terminó el video, los tres se pararon para subir al escenario. Alperovich levantó entonces los brazos del dúo en el típico gesto de triunfo.
El Frente para la Victoria (FpV) celebró ayer con un asado el año de gestión. Estaba previsto que los discursos condensaran dos objetivos: llamar a la dirigencia a la unidad y arengarla con vistas a la campaña del año que viene. Sin embargo, las declaraciones del ministro del Interior macrista, Rogelio Frigerio, alteraron los planes.
El funcionario, uno de los que mejor relación tiene con la Provincia, afirmó durante un acto el viernes que “se ganó la elección a nivel nacional y, digan lo que digan, también en Tucumán”.
Los dichos sorprendieron e irritaron al oficialismo, que reaccionó con duros pronunciamientos. Fuera de micrófono, referentes del oficialismo afirmaron que esto afectará las relaciones con la Nación.
“Tragar sapos”
Manzur, Alperovich y Jaldo llegaron juntos. Los acompañaba la presidenta del PJ, Beatriz Rojkés. En el predio -ya corrían las empanadas- esperaban diputados y senadores; ministros y secretarios; legisladores; intendentes y concejales y comisionados comunales. Los dirigentes se abalanzaron sobre Alperovich, que apenas dio abasto para abrazar y sacarse fotos. Llegó el turno del asado y Manzur y Alperovich se paseaban por las mesas saludando.
El gobernador dejó de lado la prudencia y pronunció el discurso con más definiciones políticas desde que asumió. “Algunos celebran y critican desde un hotel cinco estrellas. A nosotros nos gusta venir a Ranchillos, nos gusta estar con nuestra gente”, lanzó. El delegado Antonio “Quiqui” Pino aplaudía a rabiar a su lado.
Manzur acusó a la oposición de agraviarlos. “Pasó un año y sigue discutiendo lo mismo. En poco tiempo van a pedir un nuevo conteo. El problema se dará porque se darán cuenta de que les ganamos por más votos”, ironizó y generó carcajadas en el salón. Instó a que terminen con el asunto y miren para adelante. Luego, reivindicó la gestión de su antecesor y rechazó las críticas que recibe. “Se dicen cosas feas e injustas de un hombre de bien que es nuestro conductor político, ¡José Alperovich”, bramó. Horas antes, en una entrevista con LA GACETA, el mandatario había consignado que él y Jaldo eran los conductores.
Enrostró a la Nación el apoyo de diputados y senadores de la provincia en el Congreso: “ni Manzur ni Jaldo van a traicionar el proyecto. Tenemos que mirar a veces para otro lado, tragar algunos sapos y votar cosas que no queremos. Pero, pensando en el bien de Tucumán, lo hacemos. ¡Gracias, Miriam (Gallardo), (José) Orellana, Beatriz Mirkin y Alperovich!”.
Pidió a los dirigentes no comprometerse con la Nación en cuestiones que vayan “más allá de las obras”: “esto es una decisión política. No estamos dispuestos a cambiar bolsas de cemento por lealtad política. Somos buenos, pero no tontos. Como dije hace un año, somos mansos pero no le metan el dedo en el traste al elefante”. Advirtió que harán respetar la voluntad popular y auguró que el año que viene volverán a ganar las elecciones. Al bajar del escenario, Manzur afirmó que le llamó la atención lo que dijo Frigerio. “Lo conozco y es democrático. No fue una frase feliz, es desconocer lo que los tucumanos votaron. Fue inoportuna”, concluyó.
“La única verdad es la realidad y la realidad es que el FpV ganó las elecciones por 120.000 votos. Atenderemos nuestras responsabilidades institucionales, pero el año que viene para las elecciones, el Partido Justicialista saldrá unido a defender las bancas que se ponen en juego”, avisó Jaldo. Expresó que reconocieron el triunfo del macrismo en la Nación y que esperan “reciprocidad”.
Ensalzó a Alperovich recordando su gestión. “Para criticar, mínimamente tienen que hacer lo que hicimos”, chicaneó. Reconoció que dentro del oficialismo hay diferencias “comarcanas y territoriales” y advirtió a los dirigentes que el “enemigo político son los que siempre enfrentamos en las elecciones”.
“(Los diputados y senadores) muchas veces no están de acuerdo con lo que se trata. Vienen votando y de esto se trata”, agradeció. Afirmó, por último, que asumen el compromiso de ganar todas las elecciones que hagan falta para que el peronismo siga gobernando en la provincia. Jaldo afirmó que Frigerio está confundido o “lo confundieron”, especuló, mostrándole encuestas viejas del Acuerdo para el Bicentenario.
El Frente para la Victoria (FpV) celebró ayer con un asado el año de gestión. Estaba previsto que los discursos condensaran dos objetivos: llamar a la dirigencia a la unidad y arengarla con vistas a la campaña del año que viene. Sin embargo, las declaraciones del ministro del Interior macrista, Rogelio Frigerio, alteraron los planes.
El funcionario, uno de los que mejor relación tiene con la Provincia, afirmó durante un acto el viernes que “se ganó la elección a nivel nacional y, digan lo que digan, también en Tucumán”.
Los dichos sorprendieron e irritaron al oficialismo, que reaccionó con duros pronunciamientos. Fuera de micrófono, referentes del oficialismo afirmaron que esto afectará las relaciones con la Nación.
“Tragar sapos”
Manzur, Alperovich y Jaldo llegaron juntos. Los acompañaba la presidenta del PJ, Beatriz Rojkés. En el predio -ya corrían las empanadas- esperaban diputados y senadores; ministros y secretarios; legisladores; intendentes y concejales y comisionados comunales. Los dirigentes se abalanzaron sobre Alperovich, que apenas dio abasto para abrazar y sacarse fotos. Llegó el turno del asado y Manzur y Alperovich se paseaban por las mesas saludando.
El gobernador dejó de lado la prudencia y pronunció el discurso con más definiciones políticas desde que asumió. “Algunos celebran y critican desde un hotel cinco estrellas. A nosotros nos gusta venir a Ranchillos, nos gusta estar con nuestra gente”, lanzó. El delegado Antonio “Quiqui” Pino aplaudía a rabiar a su lado.
Manzur acusó a la oposición de agraviarlos. “Pasó un año y sigue discutiendo lo mismo. En poco tiempo van a pedir un nuevo conteo. El problema se dará porque se darán cuenta de que les ganamos por más votos”, ironizó y generó carcajadas en el salón. Instó a que terminen con el asunto y miren para adelante. Luego, reivindicó la gestión de su antecesor y rechazó las críticas que recibe. “Se dicen cosas feas e injustas de un hombre de bien que es nuestro conductor político, ¡José Alperovich”, bramó. Horas antes, en una entrevista con LA GACETA, el mandatario había consignado que él y Jaldo eran los conductores.
Enrostró a la Nación el apoyo de diputados y senadores de la provincia en el Congreso: “ni Manzur ni Jaldo van a traicionar el proyecto. Tenemos que mirar a veces para otro lado, tragar algunos sapos y votar cosas que no queremos. Pero, pensando en el bien de Tucumán, lo hacemos. ¡Gracias, Miriam (Gallardo), (José) Orellana, Beatriz Mirkin y Alperovich!”.
Pidió a los dirigentes no comprometerse con la Nación en cuestiones que vayan “más allá de las obras”: “esto es una decisión política. No estamos dispuestos a cambiar bolsas de cemento por lealtad política. Somos buenos, pero no tontos. Como dije hace un año, somos mansos pero no le metan el dedo en el traste al elefante”. Advirtió que harán respetar la voluntad popular y auguró que el año que viene volverán a ganar las elecciones. Al bajar del escenario, Manzur afirmó que le llamó la atención lo que dijo Frigerio. “Lo conozco y es democrático. No fue una frase feliz, es desconocer lo que los tucumanos votaron. Fue inoportuna”, concluyó.
“La única verdad es la realidad y la realidad es que el FpV ganó las elecciones por 120.000 votos. Atenderemos nuestras responsabilidades institucionales, pero el año que viene para las elecciones, el Partido Justicialista saldrá unido a defender las bancas que se ponen en juego”, avisó Jaldo. Expresó que reconocieron el triunfo del macrismo en la Nación y que esperan “reciprocidad”.
Ensalzó a Alperovich recordando su gestión. “Para criticar, mínimamente tienen que hacer lo que hicimos”, chicaneó. Reconoció que dentro del oficialismo hay diferencias “comarcanas y territoriales” y advirtió a los dirigentes que el “enemigo político son los que siempre enfrentamos en las elecciones”.
“(Los diputados y senadores) muchas veces no están de acuerdo con lo que se trata. Vienen votando y de esto se trata”, agradeció. Afirmó, por último, que asumen el compromiso de ganar todas las elecciones que hagan falta para que el peronismo siga gobernando en la provincia. Jaldo afirmó que Frigerio está confundido o “lo confundieron”, especuló, mostrándole encuestas viejas del Acuerdo para el Bicentenario.
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