27 Octubre 2016
“HE ACTUADO DE BUENA FE”. Campero, en foto de archivo junto al edil Marcelo Rojas. la gaceta / foto de hector peralta (archivo)
“Tengo la conciencia tranquila porque he actuado de buena fe. Hicimos un contrato tal como establecen las ordenanzas”, dice el intendente de Yerba Buena, Mariano Campero, en referencia a la controversia por la contratación, por parte de esa Municipalidad, de la consultora Reale Dalla Torre (RDT). No obstante, añade que cometieron un error. “Se colocó un domicilio que no correspondía”, admite.
Cuando se le pregunta quién escribió el dato inexistente, contesta que fue consignado por gente de la intendencia, que creyó que era necesario. “No existía la obligación de poner una dirección local. Se introdujo ese destino por equivocación”, reitera.
Enseguida, Campero recurre al artículo 51 de la ordenanza que regula las constituciones y denuncias de domicilio. Ahí se lee que toda persona que comparezca ante la administración municipal debe constituir un domicilio especial en el radio urbano. “Eso se refiere a las personas físicas que inician un expediente, como puede ser la solicitud de un cambio de foco”, explica.
Luego relata que viajó a Buenos Aires y que buscó, entre varias consultoras, cuál era la más conveniente y contaba con experiencia en mediciones en ciudades. Así -prosigue- se produjo la contratación de la firma de origen mendocino y con oficinas en Capital Federal. “A través de ellos, estamos preguntándoles a los vecinos qué opinan de la inversión en cultura y deportes. También queremos saber cuál es su percepción de los servicios municipales; si creen que hemos mejorado y si reciben respuestas satisfactorias a sus reclamos”, cuenta.
- ¿Usted sabía que contrataba a una empresa con denuncias en la Justicia?
- No. No lo sabía. Tenemos buenas referencias de sus trabajos a través de la información curricular.
Según publicó el diario “Página 12”, y reprodujeron otros medios, el año pasado se abrió una causa contra RDT por el presunto desvío de fondos de propaganda. Dos radios dijeron que había recibido menos dinero de lo que figuraba en los registros porteños, y que la intermediaria había sido la consultora. En diálogo con este diario, Jorge Reale, el vicepresidente de la firma, dijo que le han presentado a la Justicia “toda la información pertinente” sobre esa cuestión.
La contratación de Reale Dalla Torre empezó a ser noticia, en estas páginas, en los primeros días de octubre, cuando un empleado municipal concurrió al domicilio especial que se había fijado en Paraguay al 1.200, con la intención de entregar una notificación. Sin embargo, no encontró la numeración. Como consecuencia, la oficina de Despacho de la Municipalidad inició un expediente. Ese documento llegó a este diario. El contrato entre RDT y la intendencia yerbabuenense había sido firmado el 25 de agosto. Se hizo una contratación por $ 223.000.
El martes, en una entrevista telefónica con este diario, el vicepresidente de la consultora Reale Dalla Torre había declarado que ellos no habían fijado el domicilio inexistente, sino que lo había hecho la Municipalidad de Yerba Buena. “Claramente, no ha sido una equivocación nuestra. Nosotros no pusimos ese domicilio; lo hizo el municipio”, había dicho. “Nosotros tenemos sólo dos domicilios, en Mendoza y en Buenos Aires. Créame que ese error no es nuestro. Mandé una nota para aclarar cuáles son nuestros únicos destinos”, había ampliado Jorge Reale.
Cuando se le pregunta quién escribió el dato inexistente, contesta que fue consignado por gente de la intendencia, que creyó que era necesario. “No existía la obligación de poner una dirección local. Se introdujo ese destino por equivocación”, reitera.
Enseguida, Campero recurre al artículo 51 de la ordenanza que regula las constituciones y denuncias de domicilio. Ahí se lee que toda persona que comparezca ante la administración municipal debe constituir un domicilio especial en el radio urbano. “Eso se refiere a las personas físicas que inician un expediente, como puede ser la solicitud de un cambio de foco”, explica.
Luego relata que viajó a Buenos Aires y que buscó, entre varias consultoras, cuál era la más conveniente y contaba con experiencia en mediciones en ciudades. Así -prosigue- se produjo la contratación de la firma de origen mendocino y con oficinas en Capital Federal. “A través de ellos, estamos preguntándoles a los vecinos qué opinan de la inversión en cultura y deportes. También queremos saber cuál es su percepción de los servicios municipales; si creen que hemos mejorado y si reciben respuestas satisfactorias a sus reclamos”, cuenta.
- ¿Usted sabía que contrataba a una empresa con denuncias en la Justicia?
- No. No lo sabía. Tenemos buenas referencias de sus trabajos a través de la información curricular.
Según publicó el diario “Página 12”, y reprodujeron otros medios, el año pasado se abrió una causa contra RDT por el presunto desvío de fondos de propaganda. Dos radios dijeron que había recibido menos dinero de lo que figuraba en los registros porteños, y que la intermediaria había sido la consultora. En diálogo con este diario, Jorge Reale, el vicepresidente de la firma, dijo que le han presentado a la Justicia “toda la información pertinente” sobre esa cuestión.
La contratación de Reale Dalla Torre empezó a ser noticia, en estas páginas, en los primeros días de octubre, cuando un empleado municipal concurrió al domicilio especial que se había fijado en Paraguay al 1.200, con la intención de entregar una notificación. Sin embargo, no encontró la numeración. Como consecuencia, la oficina de Despacho de la Municipalidad inició un expediente. Ese documento llegó a este diario. El contrato entre RDT y la intendencia yerbabuenense había sido firmado el 25 de agosto. Se hizo una contratación por $ 223.000.
El martes, en una entrevista telefónica con este diario, el vicepresidente de la consultora Reale Dalla Torre había declarado que ellos no habían fijado el domicilio inexistente, sino que lo había hecho la Municipalidad de Yerba Buena. “Claramente, no ha sido una equivocación nuestra. Nosotros no pusimos ese domicilio; lo hizo el municipio”, había dicho. “Nosotros tenemos sólo dos domicilios, en Mendoza y en Buenos Aires. Créame que ese error no es nuestro. Mandé una nota para aclarar cuáles son nuestros únicos destinos”, había ampliado Jorge Reale.
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