25 Septiembre 2016
FLAGELO. Según el Barómetro de la Deuda Social, que elabora la UCA, el país registró 34,5% de pobres en el primer trimestre de este año. reuters
El Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) volverá a informar, el miércoles, los índices de Pobreza e Indigencia, luego de tres años sin divulgar este indicador, y tras nueve años de manipulación de las estadísticas.
El organismo adelantó esta semana que una familia tipo, integrada por dos adultos y por dos niños, necesitó, en agosto, un ingreso promedio de $ 12.490 para acceder a la Canasta Básica Total (CBT), compuesta por alimentos, indumentaria y servicios básicos, para no caer por debajo de la línea de pobreza.
Además, según precisó el Indec, el mismo núcleo familiar requirió el mes pasado de $ 5.176 para acceder a la Canasta Básica Alimentaria, es decir, la cantidad mínima de alimentos para no caer debajo de la línea de indigencia. Con estas cifras, y su comparación con los datos de la Encuesta Permanente de Hogares (EPH), el Indec difundirá los resultados de la incidencia de Pobreza e Indigencia en hogares y en personas para el total de aglomerados urbanos del país, correspondientes al primer semestre de 2013.
Estadísticas “K”
La difusión de estos datos, y su correlato con los índices de Pobreza e Indigencia, se habían interrumpido a mediados de 2013 durante el gobierno de Cristina Fernández. A mediados del 2013, las estadísticas correspondientes al primer trimestre de ese año señalaban que sólo el 4,7% de los argentinos era considerado pobre y, entre ellos, el 1,4% era indigente.
Había casos llamativos como el del aglomerado Gran La Plata, donde sólo el 1% de la población era pobre, y en Río Gallegos y en Comodoro Rivadavia, el 1,6%.
Las explicaciones de por qué se dejaron de difundir estas cifras vinieron mucho después. A finales de marzo de 2015, el entonces ministro de Economía, Axel Kicillof, fue consultado en una entrevista radial sobre cuál era el índice de pobreza en la Argentina. El funcionario admitió que no sabía “el número de pobres” del país. “Cuántos pobres hay es una pregunta bastante complicada. Yo no tengo el número de pobres. Me parece que es una medida bastante estigmatizante”, afirmó Kicillof, durante un diálogo con el programa “No somos nadie”, que se emite por Radio Metro.
“Estamos en un mundo que está complicado. No me quiero sacar de encima los desafíos de la Argentina, falta mucho por recorrer, pero se ha hecho muchísimo”, agregó el ex funcionario.
Respecto de la polémica por la falta de estadísticas oficiales sobre pobreza, Kicillof manifestó que, en el aquel momento, el Gobierno contaba con 500 mediciones sobre esta problemática. “Hay un índice pero, por los problemas para hacer homogénea la serie y para hacerla nacional, lleva más tiempo. Cuando esté, se va a publicar”, prometió Kicillof en la entrevista.
Sin embargo, tres meses más tarde, y sin que se supiera ninguna medición oficial, la propia Presidenta, ante la 39° Asamblea de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), aseguró que el índice de pobreza se ubicaba en la Argentina por debajo del 5%, y que el índice de indigencia estaba en 1,27%.
Por aquellos días, el Barómetro de la Deuda Social, que elabora la Universidad Católica Argentina (UCA), estimaba que el índice de pobreza en el país trepaba, en 2014, al 27% de la población, mientras que la propia Central de Trabajadores de la Argentina (CTA) oficialista la había estimado en 17,8%.
El entonces jefe de Gabinete kirchnerista, y luego candidato a gobernador bonaerense, Aníbal Fernández, calificó como “falaz” la medición de la UCA y afirmó que “no está cerca de la realidad ni por casualidad”. “Es un cálculo es pésimo”, cuestionó.
Para fines de 2015, el Observatorio Social de la UCA estimó que la pobreza alcanzaba al 29% de la población entre los cuales el 5,3% se ubicaban en la indigencia. En paralelo, según el reporte de la UCA, el 54% de los habitantes tenía problemas de empleo, de los cuales, el 9,4% (casi dos millones de personas) se encontraban desocupados. “Las cifras están lejos del 5,4% que decía el Indec”, criticó Agustín Salvia, director del Observatorio de la UCA. “La falta de estadísticas oficiales confiables, desde 2007 (cuando el Gobierno kirchnerista intervino el Indec) privó al Estado de la posibilidad de buscar soluciones estratégicas”, cuestionó.
Esta semana, el presidente, Mauricio Macri, aseguró ante la Asamblea General de las Naciones Unidas, en Nueva York, que la Argentina trabaja para avanzar hacia la “pobreza cero”. “Esto implica lograr un país con igualdad de oportunidades, para todos puedan ser protagonistas de su futuro. Un país como el nuestro, que es una potencia productora de alimentos, no puede aceptar que hayas personas pasando hambre”, expresó el mandatario. (Télam)
El organismo adelantó esta semana que una familia tipo, integrada por dos adultos y por dos niños, necesitó, en agosto, un ingreso promedio de $ 12.490 para acceder a la Canasta Básica Total (CBT), compuesta por alimentos, indumentaria y servicios básicos, para no caer por debajo de la línea de pobreza.
Además, según precisó el Indec, el mismo núcleo familiar requirió el mes pasado de $ 5.176 para acceder a la Canasta Básica Alimentaria, es decir, la cantidad mínima de alimentos para no caer debajo de la línea de indigencia. Con estas cifras, y su comparación con los datos de la Encuesta Permanente de Hogares (EPH), el Indec difundirá los resultados de la incidencia de Pobreza e Indigencia en hogares y en personas para el total de aglomerados urbanos del país, correspondientes al primer semestre de 2013.
Estadísticas “K”
La difusión de estos datos, y su correlato con los índices de Pobreza e Indigencia, se habían interrumpido a mediados de 2013 durante el gobierno de Cristina Fernández. A mediados del 2013, las estadísticas correspondientes al primer trimestre de ese año señalaban que sólo el 4,7% de los argentinos era considerado pobre y, entre ellos, el 1,4% era indigente.
Había casos llamativos como el del aglomerado Gran La Plata, donde sólo el 1% de la población era pobre, y en Río Gallegos y en Comodoro Rivadavia, el 1,6%.
Las explicaciones de por qué se dejaron de difundir estas cifras vinieron mucho después. A finales de marzo de 2015, el entonces ministro de Economía, Axel Kicillof, fue consultado en una entrevista radial sobre cuál era el índice de pobreza en la Argentina. El funcionario admitió que no sabía “el número de pobres” del país. “Cuántos pobres hay es una pregunta bastante complicada. Yo no tengo el número de pobres. Me parece que es una medida bastante estigmatizante”, afirmó Kicillof, durante un diálogo con el programa “No somos nadie”, que se emite por Radio Metro.
“Estamos en un mundo que está complicado. No me quiero sacar de encima los desafíos de la Argentina, falta mucho por recorrer, pero se ha hecho muchísimo”, agregó el ex funcionario.
Respecto de la polémica por la falta de estadísticas oficiales sobre pobreza, Kicillof manifestó que, en el aquel momento, el Gobierno contaba con 500 mediciones sobre esta problemática. “Hay un índice pero, por los problemas para hacer homogénea la serie y para hacerla nacional, lleva más tiempo. Cuando esté, se va a publicar”, prometió Kicillof en la entrevista.
Sin embargo, tres meses más tarde, y sin que se supiera ninguna medición oficial, la propia Presidenta, ante la 39° Asamblea de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), aseguró que el índice de pobreza se ubicaba en la Argentina por debajo del 5%, y que el índice de indigencia estaba en 1,27%.
Por aquellos días, el Barómetro de la Deuda Social, que elabora la Universidad Católica Argentina (UCA), estimaba que el índice de pobreza en el país trepaba, en 2014, al 27% de la población, mientras que la propia Central de Trabajadores de la Argentina (CTA) oficialista la había estimado en 17,8%.
El entonces jefe de Gabinete kirchnerista, y luego candidato a gobernador bonaerense, Aníbal Fernández, calificó como “falaz” la medición de la UCA y afirmó que “no está cerca de la realidad ni por casualidad”. “Es un cálculo es pésimo”, cuestionó.
Para fines de 2015, el Observatorio Social de la UCA estimó que la pobreza alcanzaba al 29% de la población entre los cuales el 5,3% se ubicaban en la indigencia. En paralelo, según el reporte de la UCA, el 54% de los habitantes tenía problemas de empleo, de los cuales, el 9,4% (casi dos millones de personas) se encontraban desocupados. “Las cifras están lejos del 5,4% que decía el Indec”, criticó Agustín Salvia, director del Observatorio de la UCA. “La falta de estadísticas oficiales confiables, desde 2007 (cuando el Gobierno kirchnerista intervino el Indec) privó al Estado de la posibilidad de buscar soluciones estratégicas”, cuestionó.
Esta semana, el presidente, Mauricio Macri, aseguró ante la Asamblea General de las Naciones Unidas, en Nueva York, que la Argentina trabaja para avanzar hacia la “pobreza cero”. “Esto implica lograr un país con igualdad de oportunidades, para todos puedan ser protagonistas de su futuro. Un país como el nuestro, que es una potencia productora de alimentos, no puede aceptar que hayas personas pasando hambre”, expresó el mandatario. (Télam)
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